Existen 8 tipos de aditivos para hormigones que se utilizan en todo tipo de obras increíbles, y para mejorar o cambiar las características del hormigón para que sea más sencillo trabajar con este material en situaciones adversas.

Fuente: Constructivo

Los aditivos para hormigón son compuestos químicos, tanto orgánicos como inorgánicos, que son añadidos durante el proceso de mezclado o después de este, pero nunca antes. Estos compuestos se comercializan en presentaciones líquidas, en polvo o a modo de fibras.

Asimismo, los aditivos interactúan con los materiales para dotarlos de alguna propiedad o mejora de las características que ya tiene como plasticidad, tiempo de fraguado, resistencia o cualquier otro. Estas mejoras pueden ser observables cuando la mezcla está fresca o hasta que esta se ha endurecido.

Importancia de los aditivos para hormigones

Por su parte, los aditivos para hormigón son de gran importancia dentro de la industria de la construcción, pues gracias a ellos es posible superar los desafíos técnicos de fabricación, diseño, edificación, transporte, colocación e incluso de acabado en el material.

Asimismo, los aditivos para hormigón permiten que el hormigón llegue a donde debe con la mejor calidad y que se pueda utilizar en condiciones que serían complicadas para su aplicación.

Aseguran el desempeño del hormigón y permiten la realización de obras que sin ellos sería imposible completar. Y, si no imposible, al menos mucho más tardado, complicado y costoso.

Tipos de aditivos para hormigón

Existen múltiples formas de clasificar a los tipos de aditivos para hormigones que se han creado, una de ellas es la función que desempeñan en una mezcla, de lo cuál hablaremos más adelante. Mientras tanto debes saber que la Sociedad Estadounidense para Pruebas y Materiales (ASTM por sus siglas en inglés, solo reconoce 8 tipos de aditivos para hormigón en su norma ASTM C494/C494M-11 y son:

Tipo A: reductores de agua

Se utiliza para hormigones con baja relación de agua/cemento o hormigones de bajo asentamiento. El resultado es un hormigón de alto asentamiento y consistencia fluida que se puede verter sin la necesidad de vibración.

Además, este aditivo reduce la segregación y exudación, lo que incrementa la manejabilidad del hormigón fresco, por lo que se usa también para facilitar el flujo del hormigón bombeado.

Tipo B: retardador de fraguado

Incrementa el índice de fraguado, esto quiere decir que, extiende el tiempo de trabajabilidad y reduce la pérdida de hormigón por asentamiento, en especial en entornos calurosos evitando que el material se endurezca antes de lo previsto debido a la temperatura.

Tipo C: acelerador de fraguado

Por su parte, el acelerador de fraguado, se encarga de acelerar la tasa de deshidratación del hormigón, lo que se traduce en una mayor resistencia del hormigón a edades más tempranas.

Es uno de los tipos de aditivos para hormigones con el que se debe tener más cuidado. Esto porque se debe calcular la cantidad límite de uso en las mezclas o se corre el riesgo de aumentar la contracción por secado y provocar descascaramiento o corrosión de la armadura.

Se usa para reducir el tiempo de desencofrado, sellado e incluso para lograr mejores resultados cuando se vierte hormigón en temperaturas frías que hacen más lento el proceso de fraguado.

Tipo D: reductor de agua y retardador

Combinan las propiedades de los tipos A y B, una sustancia plastificante (acción primaria) que reduce la necesidad de agua y una retardante (acción secundaria) que alarga un poco el proceso de fraguado.

De esta forma, se controla la pérdida acelerada de manejabilidad en el material. Es el más utilizado en plantas de mezcla que venden elementos de hormigón prefabricados.

Tipo E: reductor de agua y acelerador

Combina las propiedades de los tipos A y C, plastifica el hormigón haciéndolo más manejable. De este modo se hace más sencillo su vaciado y compactación, pero permite que se vuelva más resistente en menor tiempo.

Tipo F: reductor de agua de alto rango (plastificante)

Este es uno de los tipos de aditivos para hormigones considerados de categoría superior.

Asimismo, éste permite dosificaciones mayores (5 veces más), pero no afecta el contenido de aire o el tiempo de fraguado. El hormigón resultante no presenta fisuras ni contracción excesiva.

Debido a lo anterior, es uno de los aditivos para hormigones preferidos para operaciones de hormigón bombeado en rascacielos así como para los elementos de alta densidad y delgadez. Es un aditivo costoso, pero de gran desempeño.

Tipo G: reductor de agua de alto rango y retardador

Al igual que el tipo F se considera de categoría superior, reduce la cantidad de líquido en las mezclas hasta un 12% y retarda aún más el tiempo de fraguado.

Es uno de los aditivos para hormigones ideales para el transporte de hormigón premezclado, en especial para grandes distancias. Funciona de manera similar a un estabilizador, con el poder reductor de agua como añadido.

Tipo S: aditivos con características especiales

Este aditivo para hormigón reduce el agua en la mezcla un 12% y acelera la velocidad de fraguado. También aumenta la resistencia temprana y permite lograr una consistencia que permite al material adherirse, además de lograr una dispersión máxima. Aunque parece un punto negativo, la poca duración de sus efectos es una ventaja.

El aditivo para hormigón Tipo S está diseñado para su uso con el sistema de lanzadores de hormigón o piezas prefabricadas. Algunos aditivos para hormigones de este tipo incluyen acelerantes para brindar altas resistencias mecánicas y rápida hidratación.

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