Los planes de Lowercarbon Capital son una nueva señal del creciente interés en este sector que emerge a medida que se evidencian los peligros del calentamiento global
Fuente: MIT Technology Review
La empresa de capital de riesgo Lowercarbon Capital ha recaudado un fondo de 350 millones de dólares (323 millones de euros) para aquellas start-ups especializadas en la eliminación de carbono. Se trata de una nueva señal del creciente interés que despierta un sector que apenas existía hace unos años.
El objetivo de este nuevo fondo, es acelerar el desarrollo y aumentar la escala de estas empresas, según explica Ryan Orbuch, uno de los socios de Lowercarbon Capital. Orbuch se unió recientemente a la firma proveniente de Stripe para liderar este fondo. La compañía buscará específicamente las start-ups que desarrollen formas fiables y duraderas de almacenar carbono, proporcionando la capacidad de eliminar el carbono que posiblemente sea necesaria en las próximas décadas.
“Las empresas que comiencen hoy harán que esta sea una de las industrias de más rápido crecimiento a nivel mundial para finales de la década“, responde Orbuch por correo electrónico.
Varios estudios señalan que para mediados de siglo el mundo tendría que haber eliminado miles de millones de toneladas de dióxido de carbono del aire cada año, además de reducir rápidamente las emisiones, si se quiere limitar el calentamiento a menos de 2˚ C extra y hacer que el cambio climático se mantenga en unos niveles más seguros. Todos los países han emitido ya enormes cantidades de gases de efecto invernadero y probablemente necesitarán décadas para reformar sus sistemas de energía. Aún no existen formas asequibles de limpiar ciertos sectores y productos.
El problema consiste en que no sabemos cómo eliminar el carbono a esas escalas. Las opciones actuales incluyen plantar árboles, construir máquinas de captura de carbono o esparcir minerales para que lo absorban. Pero todas presentan problemas: o son costosas, poco fiables y de corta duración; o no están demostradas y presentan limitaciones o desafíos para su puesta en marcha.
Lowercarbon Capital fue fundada en 2018 por Chris y Crystal Sacca, quienes, en su compañía anterior, Lowercase Capital, se ocuparon de supervisar las inversiones iniciales en Instagram, Slack, Twitter y Uber. Rápidamente, se ha convertido en una de las empresas más destacadas dentro de la tecnología climática.
La compañía, que el verano pasado recaudó un fondo climático diferente de 800 millones de dólares (737 millones de euros), apoya a aquellas empresas “que den tiempo para que arreglemos el planeta” a través de tres enfoques principales: la adaptación a los peligros crecientes, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero o la eliminación de esos gases de la atmósfera. Las inversiones anteriores en esta última área incluyen Heirloom, que utiliza minerales para capturar el dióxido de carbono; Running Tide, que se basa en algas; y Verdox, que ha desarrollado un método electroquímico.
“Si se la deja a su suerte, la Tierra podría tardar unos 100.000 años en enfriarse hasta los niveles seguros; por lo que, además de las reducciones drásticas de las emisiones, tendríamos que captar el CO2 del cielo e introducirlo en el suelo”, explicó Chris Sacca en una carta a sus posibles inversores.
Clay Dumas, socio fundador de Lowercarbon, resalta que existe una oportunidad de negocio en este mercado creciente, dadas las crecientes compras de toneladas de carbono eliminado por parte de las empresas como Airbus, Microsoft, Shopify y Swiss Re. También señala el surgimiento de numerosas plataformas como Patch, Pledge, Sourceful y Stripe Climate, las cuales prometen ayudar a las grandes empresas a evaluar y comprar medios fiables de eliminación de carbono y ofrecen a sus clientes dedicar una parte de sus ingresos a la compra de futuras toneladas de carbono eliminado.
La propia Stripe anunció recientemente que algunas de las mayores empresas de EE UU, incluidas Alphabet, Meta, McKinsey y Shopify, se habían comprometido a comprar 925 millones de dólares (852 millones de euros) de eliminación permanente de carbono entre este año y 2030. Stripe también es inversora en el nuevo fondo de Lowercarbon, y planea reinvertir las ganancias de esas inversiones en la eliminación adicional de carbono.
Existen dudas en torno a este sector emergente, incluidos el temor de que las empresas y los legisladores lo fíen todo a la eliminación de carbono en vez de encontrar formas de reducir las emisiones.
Nan Ransohoff, directora de clima de Stripe, considera que la prioridad de los gobiernos y de las empresas debe seguir siendo “una radical reducción de las emisiones”.
“Es muy importante que tanto Stripe como el resto de actores del programa de eliminación de carbono dejemos muy claro que esto no es para nada una bala de plata”, indica la experta. “Nuestro cálculo es claro: necesitamos ambas cosas“, añade.
También existen dudas sobre el precio de la eliminación de carbono, sobre quién cubrirá los costes de eliminar miles de millones de toneladas de forma continua y a cambio de qué.
Es probable que, al igual que pasa con la reducción de las emisiones, lograr niveles verdaderamente significativos de eliminación de carbono requiera políticas gubernamentales que fomenten u ordenen tales prácticas, como un precio elevado del carbono. Ya existen y funcionan algunas medidas de apoyo y se están considerando varias propuestas adicionales.
Ransohoff cree que la parte política será esencial, y estima que el nivel de eliminación de carbono que necesario para 2050 podría costar alrededor de un billón de dólares, que es aproximadamente el 1% del PIB mundial esperado de este año.
“Resulta muy difícil imaginar que los mercados voluntarios alcancen ese nivel. Los mercados voluntarios son excelentes para llevarnos a la primera base, pero la política tendrá que empujar durante el resto del camino. Realmente no veo ninguna forma de que no sea así”, añade.