El acero es uno de los metales más utilizados en la industria de la construcción. Una de sus particularidades es que puede ser reciclado en un 100%, por lo que resulta ser una gran alternativa para emplear en obras con enfoque sustentable.
Fuente: Portal Innova
Según cifras del Instituto Chileno de Acero, durante el 2021 nuestro país alcanzó 3,2 mil toneladas de acero producido e importado, superando cifras históricas en la última década. Si bien lo anterior es una gran noticia, los desafíos medioambientales actuales demandan considerar que su producción y elaboración sea cada vez más amigable con el planeta.
La emergencia climática impone la necesidad de reducir drásticamente las emisiones de CO₂ de nuestra economía. La industria siderúrgica es responsable del 8% de las emisiones globales de dióxido de carbono, por ello es fundamental reinventar los procesos de fabricación, avanzando hacia un acero sustentable. Si bien las actuales políticas de transición ecológica están centradas en la sustitución tecnológica en la generación de electricidad y en la movilidad, también es necesario avanzar en lo referido a la industria de la construcción.
En este camino, Chile puede ser considerado uno de los buenos ejemplos en el sur del continente americano. Según datos de la principal siderúrgica con enfoque verde y mayor recicladora del país, Aceros AZA, al año reciben cerca de 600 mil toneladas de chatarra ferrosa que se transforma en 520 mil toneladas de acero sostenible y reciclado dispuesto para ser incorporado en obras de construcción.
“Estamos orgullosos de tener una de las huellas de carbono más bajas de la industria a nivel mundial. Lo anterior, es posible gracias a que el modelo es 100% basado en una economía circular, donde el reciclaje de chatarra juega un rol fundamental. Además, de implementar una ambiciosa agenda energética que contempla acciones de eficiencia en cuanto al consumo, y el uso de energías limpias y renovables en nuestro proceso productivo.”, señala la jefa de Sostenibilidad de Aceros AZA, Daniela González.
Este material permite construir edificios resistentes con menos materia prima versus el mismo tipo de proyecto con otros materiales. Como ejemplo, una de las estructuras ligadas a las energías renovables que usan acero como el principal elemento de construcción son las turbinas eólicas, las cuales están compuesta de 80% de este elemento, que podrían ser de un material reciclado.
“El cambio debe partir desde grandes organizaciones para motivar y ayudar a pequeñas. Mejorar procesos y buscar alternativas que potencien la economía circular nos va a permitir que el motor de la economía -como lo es la construcción- tenga mayor sentido socio ambiental”, indica González.
Un ejemplo de aplicación reciente de este material “verde” es la construcción de la Autopista Américo Vespucio Oriente. Obra que incorporó 28.300 toneladas de acero reciclado, evitando la emisión de 41.318 toneladas de CO2, ahorrando energía que permitirá abastecer a 15.775 hogares por un año y agua potable para 780 personas.