Con 170 metros de altura, esta torre de hormigón armado, cuyo diseño favoreció la instalación de plantas de piso libres de columnas gracias a las innovadoras aplicaciones del material, destaca por la integración de su podio al contexto colindante, además de transformarse en el edificio más alto de la capital del país asiático.

Fuente: Hormigón al Día

El valle que se forma entre los ríos Tigris y Éufrates no sólo vio nacer a Mesopotamia, transformando a ambos en la cuna de la civilización. Ambas fuentes fluviales, especialmente el Tigris, resultaron claves en la construcción de lo que en la actualidad se conoce como Irak. Y es que el país asiático basó prácticamente todo su desarrollo moderno -económico, social y político- en lo que puede ofrecer esta importante afluente.

Por lo mismo, no es de extrañar que Bagdad -capital del país asiático- y sus más importantes construcciones se desarrollasen en la ribera del Tigris. En ese sentido, el año 2010 el estudio de la arquitecta Zaha Hadid tomó el encargo para dar vida al nuevo edificio corporativo del Banco Central de Irak, el que comenzó a ejecutarse el año 2012.

“El diseño del proyecto debe transmitir los valores centrales del banco: solidez, estabilidad y sostenibilidad, los que, a su vez, se reflejan en la importancia histórica del río sobre el que el alza el banco”, aseguran desde el estudio.

Con esto en mente, la arquitecta y su equipo comenzaron a trabajar en este proyecto -el primero de su firma en el país asiático- con la idea de, justamente, dar vida a una edificación que simbolizara de manera eficaz la triada de valores que se transmiten desde esa institución, cuya misión es lograr “estabilidad monetaria local y promover un sistema financiero competitivo confiable”, como mencionan en su sitio web.

El edificio más alto de Bagdad

El proyecto para el nuevo edificio corporativo del Banco Central de Irak decantó en un gran rascacielos de 170 metros de alto, cuya composición del diseño “se realizó pensando en las restricciones específicas que impuso el sitio del proyecto”, explicaron desde el estudio en la descripción de la obra.

En ese sentido, la base de la torre se estrechó, mientras que “la torre se amplía en el sector medio para optimizar el plano y aumentar sus eficientes, para luego volver a estrecharse ya llegando hacia su parte superior”, explicaron desde Zaha Hadid Architects. Otro aspecto del diseño es el gran atrio que tendrá la torre, el que aportará “luz natural al corazón del edificio y estará abierto hacia el río”, detallaron, generando una referencia permanente a la importancia que posee el Tigris para el desarrollo del país.

Otro de los aspectos clave en el diseño arquitectónico es la fachada del edificio, que se apoya sobre un “exoesqueleto estructural formado por ondas que forman patrones de elementos abiertos y cerrados y cuyo diseño refleja la luz” que se forma sobre el río Tigris.

De esta manera, para el estudio “se refuerza el dinamismo del diseño, sirviendo además al propósito práctico de entregar una variedad de áreas interiores de luz y sombra”, agregando que aperturas graduales en este exoesqueleto a medida que la torre avanza en altura, “aportando mayor luminosidad y vistas panorámicas de la capital”, destacan desde Zaha Hadid Architects.

Innovación en el uso de hormigón armado

Con cerca de 90.000 m2 de superficie, toda la obra gruesa de la torre se ejecutó con hormigón armado, material que se utilizó por su disponibilidad local. Para los tramos más largos, se usaron elementos de acero para una construcción más ligera.

Por otra parte, las losas superiores también se fabricaron con hormigón armado para lograr un desempeño superior del diseño, permitiendo así que los elementos se extiendan de forma libre entre el núcleo y el exoesqueleto, manteniendo libre de columnas todas las placas de piso.

La base del podio desde donde emerge el nuevo edificio corporativo del Banco Central de Irak posee un diseño dinámico similar al de la torre y tendrá una serie de terrazas y jardines, los que buscan a conectar al edificio con el entorno.

Con sus 170 metros de alto, esta edificación -que está próxima a completarse- se transformará en la más alta de toda Bagdad, destacando no sólo su diseño sustentable, que permite al hormigón realizar diversas funciones más allá que las de soportar la carga de la torre, sino también, se transformará en un hito en el paisaje urbano de la capital iraquí.

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