Los sistemas prefabricados se han convertido en una opción efectiva para completar proyectos que requieren de soluciones modulares estandarizadas. Sin embargo, para saber cómo funcionan y se aplican estos módulos, primero es necesario entender su origen y proceso.
Fuente: Plataforma Arquitectura
Los sistemas prefabricados se han convertido en una opción efectiva para completar proyectos que requieren de soluciones modulares estandarizadas, como hoteles, hospitales, residencias y edificios de vivienda. Las principales ventajas de aplicar módulos listos son la reducción del tiempo de trabajo, el óptimo control y la trazabilidad de los proyectos. Si bien es importante el valor funcional de estos sistemas, en cuanto a su fácil y rápida ejecución, resulta un valor adicional si se componen por materiales de calidad. Sin embargo, para saber cómo funcionan y se aplican estos módulos, primero es necesario entender su origen y proceso.
La construcción modular es un proceso que permite levantar estructuras de manera significativamente más rápida que al utilizar métodos constructivos tradicionales. Ambos procesos cuentan con etapas previas de diseño e ingeniería, pero la diferencia recae en el modo de construir. Mientras en el primer caso se producen las piezas en fábrica, en el segundo se realizan in situ. Entonces, la construcción modular se puede definir como un sistema constructivo que permite la prefabricación de soluciones modulares transportables y montables en obra.
Un recinto modular prefabricado es una de las opciones que pueden crearse bajo un proceso de construcción modular. Consiste en una habitación construida previamente en fábrica, incluyendo las dimensiones y las piezas precisas y adecuadas para ser encajada en la estructura de un edificio. Actualmente, podemos encontrar unidades modulares totalmente íntegras que incluyen estructura, terminaciones, instalaciones, muebles y hasta accesorios, como es el caso de los sistemas Unit-Systems | Monobath de Porcelanosa Grupo. Este sistema comprende una serie de baños prefabricados que mezclan la eficiencia de la prefabricación con componentes y materiales de alto estándar. El módulo es transportado al sitio y a través de un sistema de elevación se realiza el ensamblaje. Gracias a este proceso, es difícil que ocurran imprevistos que sí pueden aparecer bajo un método de construcción tradicional, donde habitualmente los plazos se extienden mucho más allá de lo planificado.
Sin embargo, antes de la fabricación de cada módulo, el proyecto debe acomodarse para recibir la llegada de la habitación completa, considerando las dimensiones de las instalaciones, los dispositivos y los materiales que la componen.
Además de reducir los tiempos de ejecución hasta en un 50%, la producción de módulos prefabricados también garantiza un proceso constructivo más responsable con el medio ambiente. Los sistemas prefabricados destacan por su eficiencia energética y por la reducción de la contaminación del aire al reutilizar residuos y compuestos de otros procesos.
Una vez descargado en la obra, el recinto completo es ubicado sobre una plataforma de izado, a la cual se le agregan una serie de eslingas. El recinto es izado y la plataforma es apoyada y fijada en el canto del forjado, para luego ser desplazado en planta hasta su posición final, donde es nivelado.Estéticamente hablando, cada módulo puede ser diseñado y personalizado en su totalidad. En el caso de los sistemas Monobath, es posible aplicar cualquier revestimiento de Porcelanosa; el único requisito es que se ajuste al espacio requerido por el arquitecto/usuario. Por esto, es necesario definir la elección de los acabados en la primera etapa del proyecto, asegurando su buen funcionamiento, la reducción de costos por roturas, y logrando un diseño de alicatado y solado con menos juntas. Sin embargo, los expertos recomiendan especialmente los revestimientos de gran formato, ya que con una sola pieza es posible cubrir una pared completa.