El lanzamiento de la Flint Paper Battery, fabricada con celulosa como separador, representa un avance en la transición hacia nuevas tecnologías de almacenamiento de energía. Con su diseño y su impacto ambiental reducido, esta tecnología podría cambiar radicalmente la forma en que se almacena y utiliza la energía en los próximos años.

Fuente: Madera21

En el marco de la feria de tecnología CES 2025, celebrada en Las Vegas – Estados Unidos, la startup Flint Company, con sede en Singapur, presentó una batería de papel que podría transformar el sector energético. Con el objetivo de reducir la dependencia de materiales contaminantes como el litio y el cobalto, Flint ha desarrollado una batería sustentable, flexible y compostable.

El desarrollo de esta tecnología surge de la necesidad de encontrar alternativas más ecológicas y seguras a las baterías convencionales. La extracción de litio y cobalto implica costos ambientales, generando emisiones de CO2 y agotando recursos naturales. Flint busca cambiar este paradigma con una solución inspirada en la naturaleza, utilizando materiales renovables y procesos de fabricación sustentables.

Actualmente, la startup cuenta con un financiamiento inicial de dos millones de dólares, lo que le permitirá continuar con pruebas en laboratorio y desarrollo industrial.

Composición y fabricación

A diferencia de las baterías tradicionales, Flint Paper Battery está fabricada con celulosa como separador, combinada con un electrolito en gel acuoso, un cátodo de zinc y un ánodo de manganeso. Gracias a esta composición, la batería es libre de litio, cobalto y níquel.

Todos los componentes son reciclables y su composición química compostable significa que se descompone de forma natural sin dejar residuos nocivos, lo que garantiza que sea tan ecológica al final de su ciclo de vida como durante su uso.

La seguridad es el eje central del diseño de la batería de papel de Flint. Es resistente a los daños mecánicos, no es inflamable ni explosiva y no presenta riesgos como la sobrecarga o el descontrol térmico. Al utilizar electrolitos a base de agua, elimina la necesidad de sistemas de refrigeración o cámaras de vacío en la producción, lo que la hace más segura para las personas y el medio ambiente.

El fuego es una de las mayores amenazas para las baterías tradicionales, que pueden encenderse o liberar gases tóxicos con altas temperaturas. Flint Paper Battery ha sido sometida a pruebas de resistencia al fuego y ha demostrado soportar llamas directas sin quemarse ni emitir sustancias nocivas. Esta propiedad la convierte en una opción viable para diversas aplicaciones donde la seguridad es prioritaria.

Este perfil de seguridad abre posibilidades completamente nuevas para el uso de las baterías, desde dispositivos de consumo hasta soluciones energéticas a gran escala.

Aplicaciones y desarrollo

Flint ha diseñado sus baterías para que sean compatibles con las líneas de producción de baterías de iones de litio, lo que facilitará su escalabilidad. Actualmente, estas baterías tienen una capacidad de 1,5 voltios, lo que limita su aplicación a pequeños dispositivos electrónicos y sensores IoT. Sin embargo, la empresa está en proceso de desarrollo para aumentar su capacidad y hacerlas viables para industrias más exigentes, como la automotriz.

Las baterías pueden utilizarse en dispositivos de consumo como relojes inteligentes y sensores, tecnología portátil y médica, almacenamiento de energía en redes eléctricas y aplicaciones espaciales. El equipo de Flint estima que su tecnología podrá competir con las baterías convencionales en un plazo de cinco a diez años, tiempo necesario para optimizar su rendimiento y adaptarla a una producción masiva.

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