Combinando las tecnologías existentes y soluciones de bioconstrucción, las viviendas futuristas de W-LAB están hechas para un clima desértico post cambio climático.
Fuente: EcoInventos
La empresa española W-LAB ha diseñado un nuevo hábitat de bajo impacto ambiental, una propuesta de cómo podrían sobrevivir las personas en un posible escenario post-cambio climático.
Los estudios científicos diagnostican que muchas zonas de clima templado, se podrían transformarse en zonas áridas con climas adversos. Temperaturas extremas y nuevas condiciones climáticas nos van a obligar a replantearnos los asentamientos urbanos y su construcción.
Cada vivienda es totalmente autónoma, por lo que no tienen necesidad de redes eléctricas comerciales. Presentan una forma aerodinámica que reduce la fricción del viento y mejora la estabilidad, al tiempo que minimiza el sonido, las vibraciones y la erosión del lugar. En cuanto a la tecnología, todas las conexiones de banda ancha de Internet se pueden suministrar por satélite y las mercancías se entregarían con drones.
Diseñada para máxima flexibilidad de uso, los residentes podrán trabajar y hacer ejercicio desde casa.
Conciben el interior de la vivienda como un espacio capaz de albergar pequeños invernaderos para el cultivo de alimentos, con productos de huerta al alcance de los residentes directamente en su salón y cocina.
Los restos orgánicos y de cultivos se compostarían para servir como abono para las plantas.
El agua se obtendrá mediante captadores de niebla que capturen la humedad de la costa o plantas modulares de desalinización de agua.
Las aguas grises y residuales se tratan con sistemas en el subsuelo de la vivienda, pudiendo reutilizarse de nuevo para el riego de los cultivos dentro de los invernaderos.
Cuenta con placas solares y aerogeneradores externos que permitirán la obtención de energía limpia, almacenable en baterías instaladas bajo el subsuelo de la casa.
Materiales Sostenibles
Materiales y soluciones de origen natural o con un alto grado de reutilización y reciclaje.
- Estructura y revestimientos: maderas alternativas provenientes de plantas de agave americano. Conocida popularmente como “la madera del desierto”, pues se da con facilidad en climas áridos, y ha sido ampliamente utilizada en bio-construcción. Puede tratarse para formar paneles y laminados, y ser tan durables como otras maderas utilizadas en arquitectura. Sus fibras pueden reutilizarse y convertirse en otros materiales de construcción.
- Aislamiento interior: a partir de las mismas fibras del agave, incluso con sus raíces, se puede conseguir un aislamiento térmico, sin aditivos químicos.
- Soportes base: para evitar una cimentación permanente de hormigón, pero duradera, proponen un sistema de pilotes atornillados al suelo que pueden insertarse de manera puntual en el terreno. La mayor ventaja es que pueden ser retirados una vez concluida la vida útil de la cabina o cuando se necesita mover la construcción a otro lugar.
Los elementos que necesariamente deban ser metálicos en la vivienda, están pensados en aluminio gracias a su amplia capacidad reciclaje y reutilización.
Más información: www.wds-lab.com