En el último tiempo ha crecido el diseño y edificación de fachadas sustentables, aquellas que brindan una prestación térmica que reduce las necesidades de energía para calefaccionar y refrescar los ambientes interiores.
Fuente: Infobae
En una carrera donde revalorizar el contacto con lo natural cada vez se torna más importante, y sobre todo desde que llegó la pandemia de Covid-19, el Real Estate y la arquitectura confluyen para generar nuevas propuestas apoyadas en las exigencias actuales.
Además, se busca que el mantenimiento no implique altos costos a lo largo de su vida útil. Este auge se evidencia en edificios y casas que se estrenaron o están en plena obra, y que van de la mano con el cuidado del medio ambiente.
Javier Zas, socio fundador y presidente de Zas-Lavarello ARQS Asociados, señaló que “a diferencia de lo que se piensa tradicionalmente, no se trata de trabajar con ciertos materiales y no con otros, se puede hacer una fachada sustentable con los tradicionales como ladrillos u hormigón, con vidrio, entre otros. Hay ciertos materiales que otorgan esta prestación térmica, otros que se asocian a estos efectos, conformando una sucesión de capas, como en el caso del Steel Frame”.
Respecto a los vidrios, deben trabajarse las fachadas integrales con Doble Vidriado Hermético (DVH), esto es un panel conformado por un material laminado y templado, con una cámara de aire preferentemente de 12 milímetros. En algunos casos se les coloca un filtro solar en su intermedio.
Guillermo Marshall, consultor especializado, señaló que “a la hora de hacer una fachada innovadora y vanguardista hay que tener muy buena planificación de lo que se quiere hacer. Pero básicamente lograr que sean resistentes, funcionales y a la vez, le otorguen belleza al inmueble. Para alcanzar este objetivo y para evitar riesgos se pueden hacer diseños en 3D, con software de análisis estructural, entre otros aspectos que favorezcan edificar una culminación del edificio en óptimas condiciones minimizando gastos también”.
Además de la armonía estética acorde al entorno urbano en el que está emplazado un edificio los expertos recomiendan que es importante hacer una reflexión acerca de lo que admite una fachada según la orientación geográfica.
“La fachada es muy importante desde el punto de vista de la sustentabilidad porque es factor determinante para el confort térmico interior del edificio. De la calidad de las aberturas, los sistemas de protección solar (parasoles, cortinas) y térmico (postigos, persianas), los puentes térmicos y la densidad y espesor de la aislación a utilizar en fachadas, de estos aspectos, depende fundamentalmente el consumo energético futuro”, señaló Angie Dub, directora de DUB Arquitectura y Sustentabilidad, y coordinadora de la Maestría en Sustentabilidad en Arquitectura y Urbanismo, de la Universidad de Buenos Aires.
Arquitectos y constructores tienen a disposición varias herramientas digitales que permiten estudiar la volumetría y el impacto del desarrollo de la fachada en el edificio y el desglose de sus elementos de composición facilitando procesos de fabricación e instalación.
Marco Praga, socio director de GVA Colombia/Sudamérica, indicó que “ahora se valora mucho más que la casa consuma menos. Después de tanto encierro y restricciones, seguramente empezaremos a ver balcones y terrazas amplias con mayores superficies libres pero eso hace más a la vivencia del interior que a un gusto de fachada”.
Los especialistas recomiendan que es fundamental bajar las necesidades del mantenimiento de las fachadas de edificios, ya que solamente esa labor genera un 11% de las emisiones de carbono a nivel mundial.
Dub, puntualizó: “Lo más innovador reside en hacer diseños que respondan a las variables climáticas y del entorno inmediato en el que están emplazados los edificios. Es decir, una fachada de una primera planta de un edificio no tiene la misma exposición solar que la del último piso. Para esto se necesita adoptar diferentes configuraciones para lograr un entorno interior confortable”.
También se pueden reciclar y transformar las terminaciones de un edificio. La tecnología de las carpinterías ha hecho un enorme avance en los últimos años, reduciendo las filtraciones de aire, los vidrios y los puentes térmicos.
Las fachadas que se levantan en hormigón, o combinan diferentes tipos de vidrios, como también las que suman terrazas verdes y steel frame tienen diferentes costos.El valor del m2 –en Argentina– oscila entre USD 800 y USD 1.200, pero todo dependerá de los materiales a utilizar y el impacto que busque generar quien desarrolla un edificio o vivienda.
Se buscan fachadas con más balcones de proporciones aprovechables y luminosidad. En un edificio, los departamentos que los conforman tienen un sector de su perímetro contiguo a otros departamentos, y por lo tanto no tienen contacto con el exterior y sus exigencias climáticas. Y por otro lado las alturas de los entrepisos en los edificios están bastante estandarizadas, mientras que en las casas hay mayor libertad de diseño.
El proyecto de Boutique Work, conformado por tres edificios de oficinas, fue diseñado por Zas-Lavarello en conjunto con el estudio americano FxFowles, y el de Summers, con el estudio francés AS Arquitectura Studio. Ambos cuentan con certificado de sustentabilidad LEED Gold y están ubicados en Palermo. El primero ofrece una sucesión de ventanas tridimensionales construidas con un sistema FRAME y un vidrio DVH, todas remarcadas por una pieza de aluminio también tridimensional, que en cada edificio tienen un color diferente, para que se relacionen entre sí, al mismo tiempo que tuviesen un elemento que los identificara.
Javier Zas contó, que “la disposición de dichas ventanas tridimensionales varía entre los edificios, en algún caso se disponen en un solo sentido y en otro varían de sentido piso a piso. Lo más impactante de las fachadas de este conjunto es que las ventanas se disponen oblicuas a las calles, en un espesor de 35 cm , y al zigzaguear, generan reflejos y vistas no previsibles”.