La tecnología de impresión 3D ha dejado de ser una simple curiosidad para convertirse en una herramienta clave en el desarrollo de viviendas sostenibles, económicas y accesibles.
Fuente: Inarquia
Un claro ejemplo es el proyecto presentado por Naciones Unidas en colaboración con la empresa italiana WASP y el arquitecto Mario Cucinella, que tiene como objetivo construir viviendas impresas en 3D utilizando materiales naturales y reciclados. Esta iniciativa busca responder a la crisis de vivienda, además de ofrecer soluciones sostenibles que reduzcan el impacto ambiental.
El proyecto denominado TECLA (tecnología y arcilla) tiene una visión clara: proporcionar viviendas asequibles para los sectores más vulnerables de la sociedad, como aquellos en riesgo de exclusión social y habitacional. Utilizando la impresora 3D de gran escala Crane WASP, se han construido las primeras casas aprovechando materiales locales y métodos de construcción inspirados en la naturaleza. Este proyecto se ha realizado en Massa Lombarda, una localidad situada en la provincia de Rávena, en el norte de Italia.
Innovación Inspirada en la Naturaleza
La tecnología de impresión 3D que utiliza WASP se basa en el comportamiento de la avispa albañil (Eumenes coarctatus), que construye nidos con barro en capas superpuestas. Este proceso ha sido replicado por la Crane WASP, logrando una estructura resistente, energéticamente eficiente y flexible para adaptarse a distintos climas. Esta metodología permite usar materiales naturales como tierra y residuos agrícolas, con lo que se minimizan los costes y se reducen las emisiones de CO2.
Los datos técnicos de este innovador sistema son impresionantes: cada vivienda requiere alrededor de 200 horas de impresión, utilizando 350 capas para formar los muros y techos. Además, se emplean 60 metros cúbicos de materiales naturales, con un consumo energético extremadamente bajo, de menos de 6 kW por casa.
Todo esto por un coste aproximado de solo 1.000 euros por vivienda. En este ámbito, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha invertido 160.000 euros en la adquisición de una impresora Crane WASP, con la cual han comenzado a imprimir viviendas 3D en regiones en desarrollo, comenzando con proyectos piloto en Colombia. A largo plazo, esta tecnología tiene el potencial de construir aldeas enteras, con viviendas personalizadas que se adaptan a las necesidades térmicas y ambientales de cada región.
Beneficios de la Impresión 3D para la Vivienda
El impacto potencial de la impresión 3D en la construcción es enorme. La capacidad de crear viviendas con materiales de kilómetro cero, reciclados y biodegradables reduce ampliamente los costes de construcción y el impacto ambiental. Además, esta tecnología es flexible y escalable, lo que abre las puertas a la construcción rápida y masiva de viviendas, especialmente en zonas con necesidades urgentes de vivienda digna.
El proyecto de la ONU con WASP no es un caso aislado. A nivel global, varias empresas y organizaciones están experimentando con impresión 3D para abordar la escasez de viviendas asequibles. Estas soluciones también son una oportunidad para reducir el uso de materiales tradicionales, como el hormigón, cuya producción es altamente contaminante.
Proyecciones de la Impresión 3D en la Construcción
La visión de la ONU y WASP va más allá de la simple construcción de viviendas, buscan crear un ecosistema sostenible que permita a las comunidades locales prosperar. Por ejemplo, la casa ITACA, otro de los proyectos de WASP, tiene como objetivo alojar a familias en regiones donde los recursos son limitados. Estas casas se enfocan tanto en proporcionar refugio como en mejorar la calidad de vida mediante el uso eficiente del agua y los alimentos.
El potencial de la impresión 3D en la construcción no tiene límites, y ya se están desarrollando proyectos para construir desde viviendas sociales hasta infraestructuras complejas. Este enfoque innovador no solo aborda la crisis habitacional, sino que también promueve un modelo de construcción más respetuoso con el medio ambiente.