La moda de las tiny houses continúa expandiéndose, demostrando que no se necesita un gran espacio para vivir con comodidad. Estas pequeñas pero ingeniosas construcciones están revolucionando la arquitectura. En un mundo donde el espacio es cada vez más escaso y la necesidad de soluciones ecológicas es más urgente, las tiny houses ofrecen una respuesta innovadora y esperanzadora.
Fuente: Ekos Negocios
En el corazón del popular barrio de San Juan en Quito, Ecuador, se erige una innovadora propuesta arquitectónica que redefine la manera en que entendemos la habitabilidad urbana: Casa Parásito. Este proyecto, desarrollado por el Sindicato Arquitectura, no solo desafía las convenciones de espacio y diseño, sino que también ofrece una solución sostenible y funcional para los desafíos modernos de vivienda.
Un espacio reducido con máxima funcionalidad
Hablamos con Nicolás Viteri, socio del Síndicato Arquitectura, quien nos explica que Casa Parásito encapsula en tan solo 12m² todas las comodidades necesarias para una persona o una pareja joven. Este microhogar incluye un baño completo, cocina, cama, espacio de almacenamiento y un área multifuncional para comer, trabajar y socializar. Viteri explica: “Casa Parásito es un objeto mínimo de diseño, enfocado en resolver las necesidades básicas de habitabilidad asegurando todas las comodidades de una vivienda, en un área reducida”.
Diseño y estructura
El diseño de Casa Parásito se desarrolla en una fachada tipo A, con un enfoque en la optimización del espacio según las actividades diarias. El corazón de la vivienda es un rectángulo central donde se realizan actividades de pie, rodeado de espacios utilitarios dispuestos en triángulos y romboides, que no solo contienen las actividades sino que también proporcionan estabilidad estructural. Este ingenioso diseño maximiza el uso del volumen disponible y minimiza el área construida.
La estructura de la casa se compone de tres módulos creados por cuatro pórticos estructurales. Estas estructuras combinan los espacios libres de objetos utilitarios para crear un ambiente versátil, adaptable a las diversas necesidades del usuario. “Todos estos espacios utilitarios adyacentes al rectángulo central están ubicados en triángulos y romboides que aparte de contener la actividad le brindan estabilidad a la estructura”, añade Viteri.
Sostenibilidad y materiales
La sostenibilidad es una piedra angular en el diseño de Casa Parásito. Con grandes ventanales de vidrio transparente y esmerilado, se maximiza el ingreso de luz natural mientras se garantiza la privacidad y ventilación. Las fachadas este y oeste están completamente cerradas para evitar el ingreso directo de sol, característica crucial en el clima ecuatoriano.
El interior de la casa utiliza paneles contrachapados de OSB como acabado en pisos y paredes, mientras que el exterior se recubre con paneles metálicos. La estructura de madera y la subestructura de fijación de los paneles metálicos crean una cámara de aislamiento de 12 cm, rellena con fibra de coco. “Utilizamos metal para la cimentación de la casa a la losa de la construcción existente”, detalla Viteri, destacando la flexibilidad del diseño para adaptarse tanto a terrenos urbanos como rurales.
Una solución urbana y económica
Casa Parásito no solo es una solución habitacional compacta, sino también una estrategia para la densificación urbana. Idealmente, su construcción se plantea sobre terrazas subutilizadas de edificaciones urbanas estructuralmente aptas, conectándose a las redes de agua potable, aguas servidas y electricidad existentes. “Aportando así a la densificación de la ciudad desde una pequeña escala, con una mínima inversión económica y de recursos y a la conservación del patrimonio arquitectónico”, explica Viteri.
Casa Parásito representa una respuesta creativa y sostenible a las necesidades de vivienda moderna, especialmente en contextos urbanos densos. Con un enfoque en la reducción del consumo de recursos y la reutilización de espacios subutilizados, este proyecto no solo ofrece una solución económica y accesible, sino que también promueve una reflexión sobre nuestro estilo de vida y consumo. Como bien resume Nicolás Viteri, “la decisión más potente a nivel de sustentabilidad es reducirse”.
Esta vivienda minimalista invita a reconsiderar lo que realmente necesitamos para vivir cómodamente. Con su arquitectura, logra demostrar que, con ingenio y diseño consciente, es posible elaborar espacios que sean funcionales pero también tengan un compromiso respetuosos con el medio ambiente.