A través de Kamay Ventures, un venture capital creado por ambas firmas, acaban de invertir en una startup argentina para la construcción “sustentable”.
Fuente: Iprofesional
El año pasado, Coca-Cola y Arcor se unieron para crear el fondo Kamay Ventures, dándole forma así a la primera iniciativa en la región de dos gigantes del consumo masivo que buscan invertir en empresas de tecnología.
La nueva compañía está gerenciada por Overboost, una incubadora de startups que la semana pasada invirtió en la firma Arqlite, dedicada a la tecnología de reciclado que desarrolla materiales de construcción de alta eficiencia producidos con plásticos reciclados.
Arqlite, fundada y dirigida por Sebastian Sajoux, está construyendo una plantaen Estados Unidos y otra más en Europa para reutilizar toneladas de plásticos complejos, flexibles y laminados generados por las principales compañías productoras de packaging y las convierte en un agregado liviano para la construcción conocido como leca plástica.
Se trata de una piedra ecológica, tres veces más liviana y 10 veces más aislanteque la mineral, lo que impacta en un menor costo de logística e instalación, y se puede utilizar para el relleno de hormigón liviano, premoldeado de hormigón y en jardinería.
Gabriela Ruggeri es la número uno del fondo, que toma su nombre de la lengua quechua: Kamay significa “una luz hacia la prosperidad”. La emprendedora es integrante activa de la fundación Endeavor y asegura que el fondo invertirá en unos de 10 emprendimientos por año, entre 100.000 a 300.000 dólares por proyecto.
Ruggeri y Antonio Peña, son los manager de Kamay, quienes indicaron a iProUPque se trata del “primer fondo de inversión de capital de riesgo conformado inicialmente por dos compañías líderes en su mercado de América Latina”. Al funcionar como un fideicomiso abierto, otras compañías pueden sumarse al fondo.
La incubadora tiene el apoyo de IBM, está gestionada de manera independiente por Overboost y tiene como objetivo promover soluciones innovadoras que contribuyan a la digitalización de las diferentes etapas del proceso productivo.
Para lograrlo, se centra en la aceleración de proyectos existentes -company building –; con ideas que comienzan desde cero, y alianzas estratégicas con entidades que contribuyan a acercar las startups a las corporaciones.
Para determinar en qué proyectos invertir, el fondo se enfoca en siete segmentos de negocios: comercio digital, fintech, digital S&OP, IOT (distribución, embalaje y logística), Ag-Tech, biotecnología aplicada y medioambiente, sobre todo en el reciclaje con foco en la recolección.
“Observamos que hay necesidad de innovar tanto de la mano de las fintech,para llegar al 50% de la población económicamente activa que sigue estando no bancarizada, como del comercio digital, para mejorar y agilizar la forma de operar de las grandes compañías”, dicen desde Kamay sobre la importancia de la digitalización del canal de ventas tradicional.
Así, de la mano de iniciativas públicas y privadas, se avanza en la conformación de un ecosistema en el país que potencie al segmento tech (tecnología), sector que ya superó a los complejos minero-metalífero y petrolero-petroquímico en exportaciones, ubicándose en cuarto lugar, detrás de los rubros oleaginoso, cerealero y automotriz.