Es uno de los países latinoamericanos con mayor cantidad de edificaciones de esta índole.
Fuente: El Tiempo
Según el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, el sector de la construcción es responsable de aproximadamente el 30 por ciento del consumo global de energía, con sus correspondientes emisiones de gases de efecto invernadero. No obstante, tiene el potencial de generar impactos positivos y costos efectivos en 12 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Justamente, una de las apuestas para reducir el impacto del sector sobre el medio ambiente es la construcción sostenible, aquella que incorpora componentes con bajos niveles de energía, materiales reciclables y renovables, además de caracterizarse por diseños de bioarquitectura, entre otras virtudes.
En los últimos años, Colombia ha logrado posicionarse entre los países latinoamericanos con mayor cantidad de edificaciones sostenibles y continúa abriéndose camino en esta materia con el impulso de diversas certificaciones, entre ellas el sistema EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies), una innovación de la Corporación Financiera Internacional (IFC), miembro del Grupo del Banco Mundial, liderada en el país por Camacol, que ya suma 930 proyectos y más de 206 mil unidades de vivienda certificadas.
Entre los proyectos recientemente certificados con esta metodología se destaca el Centro de Bienestar Integral Cra. 60 de Compensar, ubicado en la localidad de Barrios Unidos, en Bogotá. Se trata de una edificación de 12.500 metros cuadrados, distribuidos en 14 pisos y tres sótanos que abrió sus puertas a principios de marzo de este año, con una oferta de servicios integral enfocada en las personas mayores.
“Más allá de los beneficios tangibles, la certificación representa un compromiso con valores más profundos: responsabilidad, ética y visión a largo plazo. Es un recordatorio de que cada acción cuenta en la lucha global contra el cambio climático. Es un paso adelante hacia un futuro donde la eficiencia y la sostenibilidad sean integradas en el corazón mismo de cada proyecto”, aseguró Wilmer Linares, gerente de proyectos e infraestructura de Compensar.
Según Linares, en comparación con una edificación de similares condiciones y usos, esta sede logra ahorros del 62 por ciento en el consumo de energía y del 37 por ciento en agua, además de un 38 por ciento menos de impacto en la huella de carbono, superando las cifras mínimas establecidas para conseguir la certificación.
Por un lado, para promover la eficiencia energética, fueron implementados sistemas de iluminación LED, ventilación e iluminación natural en todos los ambientes, ventilación con control de demanda para estacionamiento mediante sensores de CO2, además de un punto de recarga para transportes eléctricos.
“La incorporación de este tipo de medidas en los proyectos de construcción también favorece la reducción de emisiones, pues al haber un menor consumo energético y una migración a la implementación de energías limpias, el aporte en la disminución de la huella de carbono es sustancial”, puntualizó Linares.
Asimismo, con el fin de favorecer la eficiencia hídrica, fueron instalados orinales secos y griferías de bajo consumo, sistemas de manejo eficiente de agua, así como un sistema de recolección de aguas lluvias. Adicionalmente, el Centro de Bienestar Integral Compensar Cra. 60 cuenta con sistema de control solar a través de cortasoles, cubierta verde, huerta urbana y jardines contemplativos.
“Otra de las sedes en las que venimos aplicando los estándares de la metodología EDGE es el nuevo campus de nuestra Fundación Universitaria en Bogotá, que actualmente se encuentra en construcción y espera abrir sus puertas en el 2025”, agregó el vocero de Compensar.
Una apuesta por la buena arquitectura
En palabras del gerente de proyectos e infraestructura de Compensar, esta filosofía de “buena arquitectura” está presente en todas las edificaciones de la entidad, tanto en los nuevos proyectos como en las adecuaciones permanentes que realizan en sus diferentes sedes de Caja y Salud.
Entre los principios que rigen sus construcciones se destaca la eficiencia energética y de agua, la selección de materiales de construcción con bajos costos de mantenimiento, la configuración y orientación de los edificios en función del sol y del viento, además de la calidad arquitectónica, el cuidado del urbanismo y los entornos de sus edificaciones.
“Creemos que el desarrollo de cualquier edificación debe representar un aporte social al entorno, y de eso es ejemplo muchas de nuestras sedes, entre ellas Kennedy y Suba, en Bogotá, que han aportado desarrollo urbanístico, ambientes más verdes en sus alrededores y mayor seguridad”, explicó.
De acuerdo con Linares, como complemento esencial de lo que significa la construcción sostenible para la entidad, el principio de cada una de sus obras arquitectónicas está directamente relacionado con el bienestar que estos espacios brindan a sus visitantes.
“A través de nuestra infraestructura le apostamos también a favorecer la equidad, la inclusión y, en general, el bienestar integral de nuestros usuarios, visitantes y vecinos”, concluyó.