La mejora de la eficiencia energética en los edificios y la construcción implica estrategias complejas cuya implantación – en la mayoría de casos – es paulatina y lenta con beneficios palpables para las ciudades que lograrán un crecimiento sostenible y un beneficio destacado para sus ciudadanos.
Fuente: OVACEN
Teniendo en cuenta que los habitantes de las ciudades pasa la mayor parte del tiempo en sus viviendas. Según comenta el portal de eficiencia energética Efivert.com … «La reducción de la energía para refrigerar los edificios, para calentarlos y la luz que utilizan deben de ser unos ingredientes esenciales de cualquier municipio en beneficio de los objetivos climáticos y del propio ciudadano».
Recordando que tiene un impacto directo en la reducción de las facturas energéticas y, además, puede permitir a las empresas ser más competitivas mediante la reducción de sus costes de energía o traer beneficios para la salud, entre otros muchos factores. Por lo tanto, el aumento de la eficiencia y eficacia energética ayudará a cumplir diversos objetivos y un compromiso medioambiental.
¿Por qué actuar sobre los edificios?
La realidad, los edificios representan alrededor de un tercio de la totalidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, así que son un objetivo principal para esgrimir estrategias que reduzcan su gasto energético. Aunque la gráfica es un poco antigua podemos ver y comprender la magnitud de las emisiones directas e indirectas según la tipología de edificios.
Sin comparamos con otros sectores económicos, el potencial es enorme en la reducción de emisiones:
Si investigamos un poco más, podemos ver el consumo de energía final en los bloques de viviendas atendiendo a si es un país frío o de clima moderado… ¿En qué usos del edificio se necesitan más energía?
Hay que tener en cuenta que estos datos sobre el uso de energía en las edificaciones son relevantes y pueden ser utilizados para desarrollar estrategias y líneas específicas localizadas para reducir el gasto energético y obtener unos mayores ahorros según, por ejemplo, en qué ciudad nos encontremos.
Barreras ante la eficiencia del edificio
Múltiples barreras recaen sobre aplicar una adecuada eficiencia energética en edificios, que se puede resumir como la diferencia entre las medidas de eficiencia que son técnicas y económicamente disponibles, y las medidas que realmente se implementan. Estas barreras impiden o disuaden a los actores de realizar acciones o inversiones sobre las construcciones para que sean energéticamente eficientes.
Una problemática a nivel mundial
Si vemos las previsiones a futuro sobre las emisiones en el sector de la construcción según la Agencia Internacional de Energía (AIE), nos presenta un panorama negativo si no se crean unas condiciones económicas que permitan una transición sobre edificios con baja emisión de carbono, recordándonos que no es una problemática local, es a nivel mundial.
Variedad de actores involucrados en la gestión del edificio
Las decisiones sobre los edificios en zonas urbanas se rigen por una mezcla de agentes públicos y privados con variadas formas de autoridad formal e informal sobre la que se debe de trabajar. No solo las administraciones locales tienen una variedad de mecanismos disponibles para influir en la eficiencia de los edificios sobre sus comunidades, sino que también aparecen otros agentes que intervienen, en menor o mayor medida, peor que la vez deben de tenerse en cuenta.
En el gráfico anterior podemos testar los actores involucrados en la gestión de los bloques de viviendas que plantea un desafío multisectorial y un esfuerzo de cooperación entre todos los intervinientes en beneficio de favorecer la eficiencia energética en los edificios.
La vida útil de los edificios
Las decisiones acerca de los edificios que tomamos hoy, sobre la forma de construirlos, diseñar y rehabilitar o reformar tendrán efectos duraderos sobre el uso de los recursos y servicios urbanos ya que, como muestra la imagen siguiente, los edificios tienen las esperanzas de vida más larga con referencia a las grandes inversiones que consumen energía.
Estrategias para mejorar energéticamente las edificaciones
Desde el informe Accelerating Building Efficiency — 8 Actions for Urban Leaders acuñado por World Resources Institute (WRI) nos proponen ocho acciones o estrategias para acelerar la eficiencia energética en las construcciones de las ciudades. Tácticas que esgrimen las bases a largo plazo de cómo mejorar energéticamente las edificaciones de los municipios:
- Normas de construcción y códigos: Normativas y requisitos para construcciones existentes y nuevas que garanticen un nivel mínimo de eficiencia energética. Deben de cubrir el diseño, construcción y la rehabilitación. El objetivo. promover el ahorro energético a largo plazo.
- Objetivos claros y definidos: Los municipios deben establecer objetivos obligatorios para la reducción de energía en todas las edificaciones públicas y administrativas con referencias voluntarias de aplicación para todas las demás construcciones e infraestructuras.
- Conocer y medir el rendimiento energético de los edificios: Programas de certificación energética, auditorías y requisitos de divulgación se encuentran entre las herramientas que las ciudades pueden utilizar para conocer mejor sus edificios. El objetivo, ayudar a los propietarios, los ocupantes y los gestores de inmuebles a entender y mejorar el uso inteligente de la energía.
- Los incentivos financieros ante la construcción: Descuentos, subvenciones, bonos, préstamos a bajo interés, financiación de hipotecas, líneas de crédito o los incentivos fiscales son algunos de los enfoques que las ciudades pueden introducir para ayudar e incentivar los diferentes programas de ahorro energético sobre las edificaciones. Mecanismos particularmente útiles si son aplicados en los gastos iniciales.
- El ejemplo es el mejor aliado: Las administraciones pueden iniciar políticas energéticas y proyectos que den ejemplo a la comunidad fomentando una mayor aceptación y demanda de soluciones energéticamente eficientes. Los edificios públicos deben de ser el ejemplo perfecto a seguir.
- Las estrategias de participación: Como ejemplo, concursos o premios que facilitarán la regeneración de un espacio son formas de estimular el diálogo entre los inquilinos, propietarios de viviendas y gestores de inmuebles.
- La formación técnica en eficiencia: Los programas educativos permiten a las partes interesadas en desarrollar las habilidades necesarias para conocer cómo ahorrar energía o poder implementar los últimos diseños e instalaciones para lograr el ahorro energético. Fomentar y explicar los beneficios de las nuevas tecnologías de aplicación como los proyectos biomasa en edificaciones o las instalaciones de geotermia, por poner algún ejemplo, son necesarios para entender por qué debemos utilizarlos en la construcción eficiente.
- Los datos públicos: Los municipios pueden ampliar su acceso a los datos sobre el uso de la energía a través de alianzas con empresas de servicios públicos, privados o los propios ciudadanos. El facilitar el acceso a la información puede ayudar a tomar decisiones inteligentes para mejorar los objetivos sobre la eficiencia energética.
Según el informe… «Las recomendaciones están destinadas a ayudar a las administraciones de las ciudades a evitan costosos errores ante unas malas decisiones sobre cada etapa del ciclo de vida de cualquier tipo de edificio para superar los obstáculos a largo plazo.»