Mientras la coyuntura actual plantea un escenario complejo en el corto plazo, la estabilización del precio del dólar y la desaceleración de la inflación, junto a la quita de subsidios a la energía, preparan oportunidades interesantes a futuro.

Fuente: Arqa.com

En el caso de Argentina la inestabilidad del valor del dólar y las altas tasas de inflación suelen ser los factores económicos con mayor incidencia sobre la actividad de la construcción. El impacto puede ser mayor cuando se trata de inversiones de perfil sustentable, según los especialistas.

La inversión inicial en materiales y tecnologías sustentables suele ser un poco mayor a la de métodos tradicionales, aunque ese sobre costo inicial luego se amortiza en la vida operativa del edificio, por ejemplo, en ahorro energético”, señala el arquitecto Pablo Swiecicki, director de ESARQ, estudio especializado en arquitectura sustentable con 13 edificios Leed certificados en el país. A eso se suma, según Swiecicki, “la dificultad en el acceso a financiamiento específico para este tipo de proyectos y la falta de incentivos fiscales, todo lo cual impacta en los costos de todo el proceso constructivo”.

Daikin Argentina, fabricante de equipos y sistemas de climatización con tecnología japonesa, apunta en la misma dirección: “Un dólar caro puede desalentar la adopción de prácticas sustentables porque aumenta los costos de importación, lo que a su vez eleva los precios finales». Se agrega el factor incertidumbre: “Los altibajos en la economía generan inestabilidad en el mercado, lo que impacta en la planificación y la viabilidad de proyectos sostenibles”. En un contexto de crisis, “los incentivos fiscales para la construcción sustentable podrían reducirse o desaparecer, lo que limitaría las inversiones para este tipo de proyectos”, anticipa la misma compañía.

Mirando hacia adelante, el Ing. Manuel Pérez Larraburu, Gerente de Eficiencia Energética y Energías Renovables de BGH Ecosmart señala que “en un contexto de dólar estable y una inflación en baja, junto con costos de energía subiendo, se va a dar una situación favorable. Ya se advierte un mayor interés por los productos de gran eficiencia energética”. Y lanza otro dato: “Actualmente, los distribuidores han bajado los precios de los productos en dólares por la baja en las ventas”.

En el contexto que describe el vocero de BGH Ecosmart, el recupero de la inversión en equipos eficientes sería más rápida: “Ahora se pueden encarar proyectos con repagos a partir de 5 años cuando antes se daba a partir de 8 años. Tratándose de bienes que tienen una vida útil de 20 años, quedan unos 15 años en que, recuperada la inversión, se pasa a ganar dinero debido al ahorro”.

El acomodamiento de los precios de referencia es un dato que también rescata Ariel Bottaro, Director de negocios de Garware Hi-Tech Films Argentina, proveedor de películas de control solar y seguridad para vidrios. “Somos importadores y el tema del dólar nos afecta directamente. Antes había precios distorsionados, no había precios internacionales. Si bien todavía hay impuestos y barreras arancelarias, estamos volviendo a una normalidad en la oferta y la demanda. Este año vemos que va a ser complejo donde obviamente los proyectos en marcha se finalizarán pero no habrá muchos proyectos nuevos”, describe.

A mediano plazo, Bottaro es optimista: “Más allá del costo, vemos una decisión de las personas ir hacia un sentido sustentable”. Los films son una opción accesible para incrementar la eficiencia de una abertura existente sin tener que cambiarla. “En otros países, los films de control solar suman puntos para la certificación porque no generan escombros o residuos”.

En efecto, en contextos económicos difíciles las ventajas se vuelven oportunidad. “Los sistemas de construcción en seco ayudan a construir de una manera más rápida, limpia y ordenada, ya sea una obra nueva o en una reforma. Son muy oportunos a la hora de pensarlos en el contexto actual que está atravesando nuestro país, ya que nos pueden ayudar primero a construir de una manera más rápida, limpia y ordenada, ya sea una obra nueva o si pensamos en una reforma”, describe Alfredo Lugrín, Technical & Innovation Manager de Yesos Knauf Argentina. También se refiere a la posibilidad de encarar una obra con “presupuestos perfectamente calculados sin sobresaltos de adicionales y esto gracias a la precisión de cómputos y presupuestos con ayuda de herramientas digitales que brindamos para obtener excelentes resultados en las prestaciones con materiales sustentables”.

Por otro lado, la incorporación de energías renovables abre una oportunidad única de ahorro también para los usuarios residenciales. En este caso, Pérez Larraburu de BGH Ecosmart aclara que, como el piso del consumo se da a la noche, cuando no hay generación, estos usuarios se deben transformar en usuarios generadores (para poder ingresar el excedente de la energía a la red), lo cual ya es posible en algunas provincias. “A futuro, lo concreto es que las tarifas van a crecer más. Se debería mejorar la implementación de la ley de generación para que continúe llegando a nivel operativo del usuario generador”, anticipa el especialista. En los usuarios comerciales e industriales, a diferencia de los residenciales, el pico del consumo coincide con el de producción.

Alcanza con el mercado? normas e incentivos para construir más sustentable

Para el Arq. Pablo Swiecicki, más allá del factor económico que incide en la inversión en edificios eficientes, falta un marco regulador. “Si bien la normativa que más aplicamos en Argentina es la norteamericana LEED, a nivel nacional falta una legislación específica y actualizada que fomente la construcción y la arquitectura sustentable. Necesitamos una normativa local que sea asumida como obligatoria, mediante una ley, lo cual nivelaría la competencia”, considera. Y va más allá: “Creo también que hay que hacer un cambio conceptual y transitar de una idea de diseñar y construir sustentable que considera solo ‘mitigar externalidades’ (bajar residuos, contaminación, etc.), a un propósito de arquitectura sustentable apoyada en ‘dejar un lugar mejor’ a través de lo que construimos, pensando el diseño en términos regenerativos y circulares”.

Otro aspecto positivo que destaca Swiecicki es la adhesión de Argentina a la Alianza Global para los Edificios y la Construcción (desde 2016), y “el trabajo sistemático que desde hace años vienen llevando organismos del sector, como la Cámara Argentina de la Construcción, y Argentina Green Building Council, del cual nuestro estudio es miembro, promoviendo las construcciones ‘verdes’ e iniciativas como la Certificación LEED y la Certificación EDGE, impulsada desde el Banco Mundial”.

Otro factor importante que favorece a este tipo de proyectos es la innovación tecnológica. “Avanza a paso firme tanto en sistemas de diseño, como la inteligencia artificial aplicada a la arquitectura, como en el desarrollo de materiales ecológicos, junto con una mayor disponibilidad de capacitación, información y herramientas”, enumera el especialista.

Finalmente, Swiecicki considera necesario un escenario con mayor inversión privada y pública, con el desarrollo de instrumentos financieros para este tipo de construcción, y el desarrollo de una estrategia a largo plazo que involucre la cooperación de todos los sectores.

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