Frente a los grandes desafíos que plantea la reactivación económica y social del país producto de la pandemia del COVID-19, el “COMPROMISO PRO” instaura un movimiento de las empresas del sector de la construcción que busca perfeccionar su trabajo en todas las dimensiones.

Fuente: El Mercurio

Esta iniciativa busca elevar el desempeño de las empresas especialmente en pro de la calidad de vida, de la seguridad y la salud de sus trabajadores, en pro de una relación de confianza con los vecinos de los proyectos, en pro de un adecuado trato con sus proveedores, en pro del cuidado del medio ambiente y en pro de la comunidad en general.

Este modelo de gestión de desarrollo empresarial sostenible busca elevar los estándares de la industria para consolidarla como un actor activo en la construcción de un mejor país, con más desarrollo social, económico y ambiental.

“Para ser sostenibles en el mundo de hoy y aspirar a proyectarse hacia el futuro, las empresas deben crear valor económico, sin duda, pero también tienen que ir más allá, incluso del hecho de que generan empleo y sus obras mejoran sustancialmente la calidad de vida de las personas. Tienen que hacer las cosas mejor que como las han hecho hasta ahora y tener una mirada amplia y una actitud activa ante las necesidades y anhelos de las personas, desafío frente al cual el ‘COMPROMISO PRO” será un apoyo muy relevante”, señala Antonio Errázuriz, presidente de la CChC.

¿Cómo se obtiene el sello de “COMPROMISO PRO”?

Construcción

El gremio impulsa el sello de “COMPROMISO PRO”, que es la iniciativa que acompaña a las empresas y obras del sector a mejorar las prácticas en los aspectos necesarios para asegurar la sostenibilidad de la compañía.

Las empresas que quieran sumarse a este movimiento —sean o no socias de la CChC— deben inscribirse en www.compromisopro.cl. Como primer paso, responderán una autoevaluación que les permita identificar la situación en que se encuentran actualmente, evaluando el cumplimiento de una serie de prácticas como, por ejemplo, la comunicación proactiva con vecinos antes del inicio de los trabajos y mantención de un canal de comunicación permanente con ellos (gestor comunitario); gestión de ruidos, polvo y residuos más allá de las exigencias legales; cumplimiento de los plazos de pagos a proveedores y otras, relacionadas con el bienestar y la calidad de vida de sus trabajadores.

El proceso de evaluación de estas prácticas para obtener el sello es realizado por una organización externa a la Cámara Chilena de la Construcción. Posterior a esto, se hace un acompañamiento y capacitación permanente a la empresa en todas las etapas del proceso.

Ya son 23 las empresas que se han sumado a este desafío de cambio, impulsando una manera de hacer las cosas que genere valor a través de siete dimensiones de trabajo:

1. Gobernanza: impulsar liderazgos basado en la ética, las buenas prácticas y la transparencia, velando por la legitimidad en todos los procesos.

2. Trabajadores: apoyar y preocuparse de los trabajadores directos e indirectos. Todos son parte del quehacer laboral.

3. Comunidad: hacerse cargo de los impactos generados por las operaciones, con especial cuidado y preocupación por la comunidad.

4. Medio ambiente: proteger y cuidar el medio ambiente más allá de los estándares establecidos.

5. Seguridad y salud laboral: operar con altos estándares y no transar en la seguridad de los trabajadores.

6. Proveedores y clientes: generar buenas prácticas en toda la cadena de valor. Clientes y proveedores son esenciales en el cumplimiento de los compromisos.

7. Innovación y productividad: impulsar prácticas de gestión innovadoras que generen valor a la empresa.

“COMPROMISO PRO” busca perfeccionar el trabajo de las empresas del sector de la construcción

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