Las formas curvas siempre han despertado la fascinación de los arquitectos por referirse a la belleza de la naturaleza, su fluidez, su dinamismo y su complejidad. Sin embargo, replicarlas no es una tarea fácil. Este proyecto de interiores revestidos en madera es un ejemplo de las posibilidades del material.

Fuente: Plataforma Arquitectura

Desde su representación bidimensional o tridimensional, hasta la realización de formas orgánicas en materiales, esto representa una enorme dificultad, que requ iere de experiencia técnica y gran conocimiento para lograr buenos resultados. Pensar en formas de crear procesos industriales para la producción de piezas con formas orgánicas, a partir de materiales naturales, es aún más complicado.

Sumado a esto, trabajar con un material natural como la madera tiene sus particularidades. La especie de madera, el lugar donde creció el árbol, los climas que enfrentó, cuándo se cortó, cómo se cortó o se secó, entre muchos otros temas, influyen en el resultado final. Pero es difícil comparar la belleza y la calidez que aportan las superficies de madera a los espacios interiores. Si se desarrollan los procesos adecuados, la madera también se puede curvar y mantener la forma deseada. Para esto, existen algunas técnicas conocidas.

La empresa australiana Sculptform se especializa en el desarrollo de listones curvos de madera para revestimientos y paredes, lo que permite a los arquitectos y constructores crear soluciones edificables y asequibles para sus conceptos curvos. Cuando se trabaja con piezas de madera curvadas a escala comercial, los factores que deben tenerse en cuenta, en función de la aplicación prevista, son el tipo de madera y la densidad, el radio de curva deseado y un método de sujeción fácil e intuitivo para el trabajo.

Para crear las formas orgánicas, se utilizan dos métodos:

Curvado con vapor: Al calentarse con vapor, la madera se vuelve maleable y permanece en la forma deseada después de enfriarse. Esta técnica solo es adecuada para piezas internas.

Corte (o Kerfing): consiste en cortar pequeñas muescas en la parte posterior del listón de madera para permitir que la madera se doble alrededor de una subestructura para crear las formas o las curvas. Las lamas de madera se entregan pretaladradas en longitudes rectas pero flexibles. Esta técnica es adecuada para interiores y exteriores.

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Cada perfil de madera, con la forma diseñada para el proyecto, se moldea en fábrica con una ranura en la parte posterior que sirve de interfaz entre el listón de soporte y las conexiones patentadas de la empresa. Gracias a esto, el ensamblaje de piezas complejas se realiza rápidamente en el sitio.

Un caso de estudio interesante fue el diseño de la sede de la empresa, desarrollado por la oficina Woods Bagot. El mayor desafío a la hora de diseñar un espacio para una marca es que el arquitecto conozca bien la empresa, sus exigencias, productos y su estética. Según Bruno Mendes, arquitecto principal de la oficina, “queríamos crear un espacio que nos permitiera profundizar en los productos y la ética de Sculptform, mostrando la filosofía artesanal de la empresa. La arquitectura del estudio lleva a los visitantes a un viaje físico a través de los procesos de la empresa, dejando el espacio del taller totalmente visible, y el CO-lab en el corazón del proyecto. Atendiendo a grupos de diferentes tamaños, es un espacio que le abre las puertas a la comunidad de diseño de Melbourne a través de características espaciales integradas como asientos de auditorio y pantallas ocultas”.

“La intención era crear una secuencia de eventos que revelaran los distintos espacios interiores a medida que las personas se movían naturalmente a través del espacio. La especie de roble blanco americano se utiliza en el suelo, las paredes y el techo, evocando la experiencia de estar envuelto por una madera distintiva. Como elemento de orientación, la marea alta y baja de la madera muestra el camino a través del showroom, regresando al espacio común. El viaje se abre a espacios para el trabajo focalizado, la luz natural o reuniones colaborativas. Estos espacios se destacan por sus materiales y acabados contrastantes. El circuito físico gira en torno al CO-lab, un taller de incubación creativa de procesos de Sculptform y donde se crean prototipos. Una pared de vidrio hace visibles las actividades del CO-lab, aportando teatralidad a la sala de exposición. Las salas de reuniones y los espacios de descanso se encuentran detrás de puertas de listones de madera para mantener la impresionante forma curva. Los espacios de trabajo incorporan metodologías ágiles con espacios versátiles de reunión, áreas de reunión stand up y una mesa de trabajo”.
El proyecto provocó incluso más innovaciones y la creación de nuevos productos que se incluirían en el catálogo de productos de la empresa. Según Bruno, “Con su experiencia en la fabricación de productos y su entusiasmo por llevarlos a nuevos límites, Sculptform utilizó tecnologías de curvado por vapor y creó un nuevo sistema de clip de pivote que ahora forma parte de su oferta de productos. El trabajo en madera presenta el sistema Click-on Battens, y el proyecto del estudio llevó al desarrollo de nuevos recursos en madera curvada al vapor para crear las pantallas curvas”. En otras palabras, la tecnología, la artesanía y la creatividad fueron avanzando de la mano.

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