Históricamente, la energía geotérmica, que aprovecha para generar electricidad el calor natural del subsuelo, ha estado limitada a lugares vinculados a la actividad volcánica, en los cuales ese calor es accesible a poca profundidad.
Fuente: Noticias de la Ciencia
Una alternativa que al principio se consideraba poco viable pero que ha ido ganando credibilidad en años recientes es la geotermia profunda. Este concepto consiste en excavar pozos hasta una profundidad mucho mayor, del orden de kilómetros, que permita acceder a un calor suficiente desde cualquier zona de la superficie de la Tierra.
Nuevos datos de laboratorio confirman ahora el buen potencial de la geotermia profunda. Esta podría convertirse en una fuente de energía limpia y renovable capaz de ayudar a sustituir los combustibles fósiles asociados al calentamiento global.
El estudio en el que se han obtenido tales datos, realizado por el equipo de Gabriel G. Meyer, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) en Suiza, es uno de los primeros en mostrar que la estructura rocosa a esas profundidades puede formar fracturas que la hagan más permeable. Hasta ahora, los geólogos estaban divididos sobre si esto era posible.
Estas fracturas son importantes porque el agua que las atraviesa puede volverse supercrítica, una fase parecida al vapor con la que la mayoría de la gente no está familiarizada (las fases más conocidas del agua son el agua líquida, el hielo y el vapor que forma las nubes).
El agua supercrítica puede penetrar en las fracturas con mayor rapidez y facilidad y transportar mucha más energía por pozo hasta la superficie, entre cinco y diez veces más que la energía producida por los pozos geotérmicos convencionales de hoy en día, según algunas estimaciones.
El estudio se titula “Permeability partitioning through the brittle-to-ductile transition and its implications for supercritical geothermal reservoirs”. Y se ha publicado en la revista académica Nature Communications.