Un estudio de diseño estadounidense desarrolló un proyecto que buscó combinar el uso de la construcción aditiva, la robótica y la madera de fresno reutilizada. Se trata de una cabaña levantada en medio de un bosque que ha unido el escaneo 3D, la impresión 3D y madera en descomposición. Claro porque, en EE.UU., los fresnos infestados son muy numerosos. Según explican, las larvas del barrenador de la ceniza esmeralda se asientan debajo de la corteza del árbol para consumir su floema. Luego crean diferentes galerías que evitan que el agua y los nutrientes del árbol circulen adecuadamente, lo que hace que las cenizas se debiliten o incluso mueran.
Es por ello que en el estudio decidieron reutilizar esta madera infestada, que normalmente se destina para su quema. “Los fresnos infestados a menudo se descomponen o se queman para producir energía. Desafortunadamente, ambos escenarios liberan CO2 a la atmósfera, y la ventaja de usar fresnos comprometidos para la construcción es que unen carbono a la tierra y compensan la explotación de las especies de madera más comúnmente utilizadas”, comentan los desarrolladores. Concretamente, gracias a un escáner 3D, el estudio pudo recuperar datos de varios trozos de fresnos, permitiendo que un robot de 6 ejes cortara los troncos de acuerdo con un diagrama muy preciso. Toda la madera forma la fachada de la pequeña casa.
Además, se emplearon técnicas de impresión 3D en hormigón para erigir varios elementos de su cabaña, como la base completa, el piso, la chimenea y los accesorios interiores. “Sabemos que el hormigón es responsable del 8% de las emisiones totales de CO2. Mediante el uso de la impresión 3D, eliminamos la necesidad de encofrados innecesarios y podemos depositar hormigón de manera inteligente y solo cuando sea estructuralmente necesario, lo que reduce considerablemente su uso al tiempo que preserva la integridad del edificio”, concluyen los diseñadores.
+Información: www.hannah-office.org / www.3dnatives.com