Encuesta online reveló una baja o casi nula aplicación de la Investigación y Desarrollo en el Sector Construcción. Del mismo modo, la mayoría de los encuestados, cree que se requiere un trabajo conjunto entre Estado, Empresas y Academia para potenciarla.
La Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) realizó a fines de julio, una breve consulta sobre el concepto de Investigación y Desarrollo (I+D) en el sector para ver cómo se percibe este en la industria y cómo se podría aplicar una conceptualización más específica para la construcción.
Usando como guía la definición propuesta en el Manual de Frascati: “La I+D comprende el trabajo creativo y sistemático realizado con el objetivo de aumentar el volumen de conocimiento, incluyendo el conocimiento de la humanidad, la cultura y la sociedad, y concebir nuevas aplicaciones a partir del conocimiento disponible”, se realizó una consulta vía correo electrónico a una Base de Datos, compuesta por diferentes profesionales del sector, como: ingenieros civiles, constructores y arquitectos, entre otros.
I+D en Construcción
De acuerdo a los encuestados, el 41,1% cree que el desarrollo de I+D en el sector es “Bajo, escaso o lento”; mientras que el 20,6% considera incluso que es “Muy bajo, muy escaso”. Un 8,2% apuntó a que la I+D en la industria es “inexistente”.
Por otra parte, un 19,2% de quienes respondieron, piensa que es un concepto “Incipiente” y solo un 5,4% combinado cree que la investigación y desarrollo en la industria está “bien” o “muy bien” (2,7% cada opción).
Responsables
De acuerdo a un 59% de los encuestados, la misión recaería en un trabajo conjunto entre el Estado, las empresas del sector y la Academia, donde cada uno cumpliría un rol determinado. Así, por ejemplo, el Estado debería generar las Políticas públicas e incentivos; la Academia crear, investigar y generar nuevo conocimiento y las Empresas dar el espacio para aplicar la investigación generada y promover investigación de nuevas aplicaciones.
El resto de las respuestas señalaron un 15% para la combinación de Empresa-Academia, mientras que Empresas y Estados por sí solos se quedaron con un 9,6% respectivamente.