Fuente: Texas A&M University
Investigadores del Ejército de Estados Unidos y la Universidad A&M de Texas crearon un nuevo material que podría repararse a sí mismo tanto si está expuesto al aire o sumergido en el agua. Además, podría permitir una metamorfosis en buena parte de la estructura de tales objetos. Se trataría de un material polimérico imprimible en 3D capaz de reaccionar a ciertos estímulos, que no solo genera la autorreparación, sino también una reconfiguración masiva, en vehículos y otros sistemas robóticos militares.
A medida que se avance en esta línea de investigación y desarrollo, se espera que el material autorreparable, de tipo epoxídico, tenga la capacidad de ejecutar reconfiguraciones masivas y que, bien equipado con una inteligencia artificial que guíe las operaciones, pueda adaptarse autónomamente a su entorno sin ningún control externo.
El nuevo material autorreparable se caracteriza por un enlace dinámico que le permitiría pasar de líquido a sólido múltiples veces. Esto hace posible imprimirlo en 3D y reciclarlo. Además, los enlaces dinámicos introducirían un comportamiento único de memoria de forma, en el que el material puede ser programado y activado para volver a una forma recordada.