Una startup chilena (integrada por Josué Contesse, Diego Poblete y Gonzalo Pedrosa) propone el desarrollo de espacios modulares plegables utilizando solamente madera sólida, sin necesidad de unir con piezas metálicas o adhesivos. El producto puede impactar positivamente en una obra: mejora los tiempos de transporte y ejecución, y permite una construcción sin residuos y reutilizable.

Fuente: Madera21

El propósito de madPOD surge por una preocupación de sus autores por el impacto de la construcción en el medio ambiente. “Nos pusimos en el caso futuro donde haya una normativa más restrictiva respecto a la generación de basura. Esto determinaría la forma en que adquiramos nuestros espacios para vivir, trabajar o recrearnos”, plantea Josué Contesse, arquitecto y representante del equipo detrás de la startup. En esa línea, cree que como sociedad “aún no somos plenamente conscientes ni responsables de la huella de carbono producto de nuestra forma de habitar, pero debemos comenzar a diseñar con este factor en mente y definir el precio justo de construcción, en un sistema donde la basura esté prohibida”.

En concreto, madPOD ofrece espacios modulares plegables, fabricados en base a madera sólida. Sin adhesivos ni piezas metálicas. Detrás de la idea, el equipo lo compone Contesse, Diego Poblete (arquitecto) y Gonzalo Pedrosa (empresario independiente). Con este proyecto obtuvieron una mención honrosa, otorgada por el jurado, en el concurso de Innovación de Madera21 en la Semana de la Madera 2020. “Nuestros clientes son todos aquellos que valoran la velocidad de instalación, su movilidad, su reutilización y mínimo impacto al medio ambiente”, justifican en la propuesta.

Construcción eficiente y de carbono neutral

Durante su trayectoria profesional, Contesse se ha percatado que el mercado de productos de ingeniería en madera (PIM), es amplio, pero que aún muchas marcas “usan adhesivos en base a petróleo lo que contribuye a la liberación de gases tóxicos como por ejemplo los compuestos orgánicos volátiles (COV) y su formaldehído, que son perjudiciales para la salud”. Además, explica, el uso de adhesivos en PIM afecta su desecho, reutilización y reciclabilidad al final de su vida útil. Estas razones lo llevaron a pensar en un panel “100 % madera sin adhesivos ni tornillería o herrajes metálicos”. “No basta con construir en madera por su condición retenedora de CO2, también hay que pensar en los otros residuos que se generan”, enfatiza.

También detectó que en Chile la construcción modular “tiene restricciones en el transporte ya que se debe trasladar un gran volumen de aire”. Por eso, una de las ventajas de los módulos plegables madPOD es que permiten “transportar 85 % más cantidad de superficie que un contenedor convencional, reduciendo la cantidad de viajes e impacto en la obra”.  Gracias a su estructura y conectores en madera, este producto facilita la reutilización y reciclabilidad, posibilitando la generación de nuevos PIM al final del ciclo de vida de la construcción. Espacios 100 % sostenibles. Por último, agrega Contesse, “hemos propuesto una interfaz 3D donde el cliente tiene la posibilidad de configurar sus espacios utilizando parámetros de diseño definidos en la plataforma conociendo en tiempo real el costo de su proyecto personal”.

Este sistema constructivo puede arrendarse o venderse “escueto” por un precio módico. También dependerá de algunas otras variantes adicionales como las terminaciones acústicas, tipo de revestimiento, si lleva puertas y ventanas, o si es un módulo húmedo para baño-cocina. La interfaz 3D de diseño, en tanto, es gratuita para el cliente y “es el enganche para que quiera pagar por el producto final que ha configurado”. El producto, explican en la memoria, está diseñado y construido para proporcionar “una buena utilidad a muchos niveles”. MadPOD está en condiciones de fabricar entre 200-250 paneles de MST por turno lo que equivale a 3,5 casas de 40 m2 por mes, con un equipo de seis personas y un robot.

Sustentabilidad y uso de la madera en Chile

En cuanto a la sustentabilidad, y en específico, la titánica labor de mitigar la huella de carbono, Contesse destaca que si bien Chile fue de los primeros países en Sudamérica en comprometerse con carbono neutralidad para el 2050, “el impuesto verde sigue siendo tan bajo como para no permitir financiar medianos y pequeños proyectos privados de captura de carbono”. A lo que propone que “podrían certificarse las construcciones en madera y transar en el mercado de captura de carbono”. “Debemos exigirnos más y con mayor celeridad”, enfatiza.

La competencia directa e indirecta de madPOD, es decir, otras empresas que ofrecen espacios modulares prefabricados, tienen en común el acero como material. Frente a eso, Contesse reflexiona si la madera en Chile, versus la mampostería tradicional, aún es percibida como un material más costoso o si persisten prejuicios sobre sus propiedades y comportamiento. “Conseguir madera dimensionada de buena calidad no es tan sencillo. La escala de la prefabricación, el tamaño del componente, y los tiempos de prefabricación, no son aspectos que están estandarizados. No todos los proyectos pueden prefabricar al 100 % y eso hay que verlo entre especialidades desde fases tempranas y de forma coordinada”, explica. El arquitecto concluye que el problema en Chile radica en que “cuando la construcción en madera no se piensa de esta forma, resultan proyectos no óptimos que finalmente dan mala imagen a la construcción en madera”.

Experiencia en la Semana de la Madera 2020

Contesse concibe a su equipo como “un grupo conformado por profesionales con experiencia desarrollando proyectos de innovación en madera tecnológica”. Se enteraron del concurso de Innovación porque también son seguidores de las redes sociales de Madera21 y por lo tanto están al tanto de las actividades de la SDLM.  “Esta vez coincidieron las partes: una idea innovadora, el concurso adecuado y un equipo idóneo en plena pandemia, organizando y planificando todo por Zoom”, afirma el arquitecto.

Sobre el resultado en el concurso, Contesse atribuye a que el jurado destacó que la propuesta “entrega resultados positivos en términos constructivos (propiedades estructurales, termo-acústicas de la madera sólida), de transporte (eficiencia del flat-pack), montaje (arquitectura plegable montada en horas) y fin de ciclo de vida útil (bio-construcción, sin adhesivos ni herrajes metálicos)”.

Actualmente la startup se encuentra en una pausa. “Hemos decidido dejar el proyecto a nivel de idea y estamos comenzando un nuevo proyecto usando madera contralaminada clavada, utilizando clavos de madera en vez de metálicos. Siempre buscando acercar la sustentabilidad a las personas”, concluye Contesse.

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