Sin duda, este es un tema para el sector. En mayo, liderada por el Minvu, se lanzó la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS), iniciativa que constituye una gran noticia para los desarrolladores que buscan acreditar la sustentabilidad de sus proyectos.

Fuente: El Mercurio

La incorporación de criterios de sustentabilidad en la construcción, tanto en Chile como en el resto del mundo, es sumamente relevante para reducir su impacto en el medio ambiente. Una tarea que abarca a toda la cadena de valor, desde la formulación del proyecto y diseño hasta la construcción, a proveedores, mercados de productos y servicios, así como también las capacidades profesionales, técnicas y la mano de obra.

En el mercado de oficinas y desarrollos comerciales es frecuente encontrar proyectos que incorporan elementos de sustentabilidad y que también busquen obtener certificaciones asociadas a ese tema, sin embargo en vivienda la situación es diferente. “Esta realidad nos plantea un problema que es relevante abordar, puesto que la mayor parte de los desarrollos inmobiliarios corresponden precisamente a proyectos de vivienda”, dice Fernando Colchero, director de Arquitectura de AGS Visión Inmobiliaria y asesor de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI).

Paula Urenda, gerente general de Cámara Chilena de la Construcción (CChC), señala que para incorporar criterios de sustentabilidad en la construcción se puede hacer —tanto desde la perspectiva de la adaptación como de la mitigación— por medio de la innovación y la eficiencia en el uso de los recursos en cada una de las etapas de construcción, “lo que a su vez llama a nuestro sector a buscar soluciones cada vez más industrializadas e innovadoras y que respondan a los requerimientos del mercado desde una óptica amigable con el medio ambiente”.

Si bien los atributos sustentables relacionados al uso eficiente de la energía, el agua, y materiales sustentables, han sido abordados por las distintas certificaciones internacionales, las certificaciones nacionales son las que actualmente han tenido un mayor impulso a partir de obras con financiamiento público, como lo son la Certificación de Edificio Sustentable (CES) y la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS). Asimismo, a estas certificaciones también pueden optar proyectos privados.

Al respecto, Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES), destaca que los proyectos de financiamiento público han incorporado la certificación CES como constante en el desarrollo de edificios nuevos. “En proyectos privados se ha mantenido estable en cantidad de edificios nuevos. La brecha que queda pendiente es la gran cantidad de edificios existentes que deben adecuarse a los nuevos requerimientos”.

Para Alejandra Tapia, coordinadora de Sustentabilidad de Construye2025, actualmente uno de los temas más complejos es que los impactos ambientales de grandes proyectos se miden a través del Sistema de Evaluación Ambiental, según la ley 19.300. “Sin embargo, las certificaciones también abordan algunos aspectos al respecto. Por otra parte, aún existen barreras regulatorias, por ejemplo, para la reutilización de recursos como el agua, los áridos reciclados de los residuos de la construcción y demolición, la falta de cuerpos legales para la regulación de materias primas secundarias, fin de vida de los residuos, entre otros”.

El lanzamiento, en mayo pasado, de la Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) constituye un hito relevante porque es un mecanismo de fomento para la industria, pues es un sello de sustentabilidad inmobiliario acreditado por el Estado y por los gremios del sector. “Constituye un respaldo trascendental para los desarrolladores que buscan acreditar la sustentabilidad de sus proyectos, además asegura una buena aceptación por parte de la industria y, con esto, podemos comenzar a abordar la demanda existente de estos temas”, señala Erwin Navarrete, jefe de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional (Ditec), del Minvu.

Destaca que la acogida de la industria ha sido muy positiva, pero el contexto de pandemia ha generado la ralentización de la penetración y avance de la iniciativa. Hoy, existen 43 proyectos inscritos, de los cuales, en los últimos cuatro meses, dos se encuentran en proceso de documentación para obtener la precertificación. “La estrategia del Minvu para dar a conocer y divulgar la CVS se ha centrado en aprovechar los medios digitales que se han transformado en la plataforma de difusión más importante en el contexto actual”.

Uno de los problemas en este tema es que al incorporar elementos de sustentabilidad el precio de venta del inmueble usualmente aumenta, pues construir con elementos de sustentabilidad es habitualmente más caro.

Para incentivar el uso de elementos de sustentabilidad es necesario implementar medidas que permitan reducir esa brecha, es decir, reducir el aumento de precio que se genera al incorporar elementos de sustentabilidad o bien aumentar la disponibilidad o la capacidad de pago de los clientes de proyectos de vivienda que incorporen este tipo de elementos.

La Certificación de Vivienda Sustentable (CVS) —iniciativa liderada por el Minvu, con apoyo de los ministerios de Energía y de Medio Ambiente, y la colaboración de los gremios del sector— es un sistema que permite medir el nivel de sustentabilidad que alcanzan los proyectos de vivienda mediante la evaluación de más de 60 variables, agrupadas en seis categorías: energía, agua, salud y bienestar, impactos ambientales, materiales y residuos, y entorno inmediato. Esta certificación está disponible a través de la página web www.cvschile.cl y es administrada por el Centro Tecnológico para la Innovación en la Construcción.

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