CCI Archiplan, Tecno Fast y la Entidad Patrocinante Unión ganaron la licitación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que le permitirá a la construcción industrializada demostrar que es la mejor alternativa para enfrentar el déficit habitacional en el país.
Vivir en un edificio de madera de cuatro pisos, de diseño contemporáneo, con lindas áreas verdes y atractivos espacios comunes podría parecer un sueño inalcanzable para muchos chilenos. Pero muy pronto será una realidad gracias al consorcio conformado por las empresas socias del Consejo de Construcción Industrializada (CCI) Archiplan, Tecno Fast y Entidad Patrocinante Unión, que ganaron la licitación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) para el diseño y construcción de viviendas sociales en Renca y Lo Espejo.
Trabajar en proyectos donde la industrialización que es protagonista implica técnicas más sostenibles y automatizar procesos, para aprovechar las ventajas que ofrecen los módulos prefabricados que se montarán para dar vida a los edificios. Según Ignacio Hernández, arquitecto y presidente de Archiplan, la particularidad de la licitación es, precisamente, que “valoraba o ponderaba con la arquitectura y los niveles de industrialización que tuviera”.
La sostenibilidad es hoy una preocupación transversal y la industria de la construcción se la está tomando muy en serio. “Cómo construimos, cuán sostenibles somos y cómo manejamos los residuos que producimos o evitamos producir, son preguntas que nos hacemos los arquitectos y sé que se la están haciendo también los constructores, los promotores, los ingenieros y el público”, comentó Ignacio Hernández.
En este contexto, los proyectos adjudicados por el Minvu tienen similitudes tanto en materialidad como en altura y técnicas de construcción “En Lo Espejo, se nos pedían 60 viviendas y teníamos un máximo de construcción de cuatro pisos. Son 15 departamentos por planta”, explicó Pabla Ortúzar, jefa de Proyectos de Archiplan.
El condominio incluirá áreas verdes interiores y una vivienda para movilidad reducida en el primer piso, requerimiento que fue incluido en las bases de licitación. El diseño de dichos edificios incluye protecciones solares en el exterior que buscan mejorar el confort de quienes los habiten.
Para la comuna de Renca, el Gobierno solicitó construir un mínimo de cien viviendas y se lograron 103 en cuatro pisos. “Es una escala súper abordable y nos permite insertarnos muy bien dentro de la trama urbana porque, en Renca, frente al proyecto hay viviendas de un piso y dos pisos, que han sido ampliadas. Son de una altura bastante menor, por lo tanto, tampoco se trata de ponerles un edificio construido con el máximo de altura adelante”, dijo la arquitecta de Archiplan.
Como se trata de un proyecto pensado para arriendo, la construcción en Renca considera una vivienda de emergencia independiente del resto del condominio y una cuota de 5% de departamentos adaptados para personas con movilidad reducida en la primera planta. Espacios multiuso, sala de cowork, zona de juego, espacios deportivos y una gran área verde beneficiarán a los usuarios que conformen la comunidad.
El valor de la colaboración
Según Jorge Martínez, arquitecto de Tecno Fast, soluciones de madera como las que se desarrollarán en Renca y Lo Espejo ofrecen neutralidad de carbono y flexibilidad. “El panelizado y el desarrollo de paneles van a generar un módulo. Aquí hay un trabajo colaborativo con Archiplan y con la constructora que nos permitió dar una solución para una vivienda DS49”, detalló.
En la planta industrializada de Tecno Fast se fabricarán los paneles que conformarán los módulos, que deberán levantarse a un ritmo de entre tres y cuatro por día. “Esto nos permitirá reducir los tiempos en la construcción del proyecto e ir optimizando, para ser más eficientes y tener menos horas en terreno. De esta manera, lograremos plazos más acotados”, aseguró Martínez.
Para Nicolás Tamayo, de la entidad patrocinante Unión SpA, el resultado del concurso representa un gran avance, tanto para la construcción industrializada como para las viviendas sociales. “Fue una muy buena iniciativa del ministerio, ya que logró juntar a cuatro empresas -que no habían trabajado todas juntas anteriormente- para llegar a una solución muy interesante. Cada una aportó desde su área de conocimiento para llegar a la mejor solución posible, que terminó siendo un edificio industrializado, más eficiente constructivamente, que genera una menor cantidad de residuos, que es más sustentable que los edificios tradicionales y, lo más importante, financiable con los subsidios SERVIU”, afirmó.
Ahora, la idea es desarrollar los proyectos del concurso y, al mismo tiempo, seguir avanzando en el prototipo de vivienda industrializada para mejorarlo. “Es de suma importancia que el ministerio fomente iniciativas de innovación en la construcción de viviendas sociales. Lo más complicado de todo es lograr la innovación con los pocos recursos que hay para viviendas sociales, pero ahí está el mayor reto y una de las mayores satisfacciones para quienes nos dedicamos a esto”, concluyó Tamayo.
Cargando...
