El incremento en la cantidad de edificios con certificación Passivhaus durante los últimos 10 años es notable. Unir la prefabricación con el estándar Passivhaus parece un paso lógico, si lo que queremos es mejorar la calidad de ejecución de los edificios, reducir tiempos de ejecución y aumentar la productividad.

Fuente: Calor y Frío

La prefabricación, o la construcción industrializada, se perfila como una de las piezas clave en la llamada 4ª Revolución Industrial, o la “Construcción 4.0”. El objetivo, según el Instituto Global McKinsey (MGI), es dejar atrás métodos de construcción tradicionales obsoletos, propiciar un cambio de marcha en el sector y mejorar la productividad entre el 50% y el 60%, mediante -entre otras cosas- la optimización de recursos basada en la prefabricación y el “residuo cero”.

Passivhaus

Paralelamente, tenemos el fenómeno de las “casas pasivas”, o viviendas certificadas bajo el estándar Passivhaus, un sello de certificación que busca el máximo confort y calidad de aire interior para los usuarios, con un consumo energético casi nulo. Se caracteriza por un trabajo detallado en fase de proyecto y un control riguroso en obra para garantizar una alta calidad constructiva, y se basa en seis principios:

  1. Aislamiento térmico
  2. Ausencia de puentes térmicos
  3. Ventanas de alta calidad térmica
  4. Alto grado de hermeticidad al aire
  5. Ventilación controlada con recuperación de calor
  6. Protección solar

El incremento en la cantidad de edificios con certificación Passivhaus durante los últimos 10 años es notable. En el 2020, España fue el país con más metros cuadrados certificados Passivhaus del mundo. Unir la prefabricación con el estándar Passivhaus parece un paso lógico, si lo que queremos es mejorar la calidad de ejecución de los edificios, reducir tiempos de ejecución y aumentar la productividad. Analicemos algunos aspectos de esta combinación.

Passivhaus

La prefabricación –o industrialización– es simplemente la fabricación en serie, ex situ, de los elementos constructivos de un edificio, trasladando trabajos que antes se realizaban en obra, a un taller o fábrica. Generalmente incluye los elementos estructurales y aislamientos térmicos, ensamblados en una serie de módulos (forjados, muros de fachada, tabiques, cubierta). Estos módulos se transportan a la obra y se montan, como piezas de un mecano, para formar el edificio. 

La industrialización abre interesantes posibilidades, como la instalación ex situ de las carpinterías, los elementos de protección solar y algunas de las instalaciones (electricidad, saneamiento, ventilación, equipos de climatización etc.).

Algunas de las ventajas de la prefabricación para casas pasivas son el rápido montaje de la estructura y envolvente en obra, permitiendo una impermeabilización rápida para que los materiales queden protegidos de la lluvia y del viento. Esto es especialmente importante en la construcción con madera, un material muy presente en la construcción de casas pasivas. Otra ventaja es la mayor precisión y calidad de ejecución, fundamental para la construcción de edificios Passivhaus. Esto facilita, sobre todo, una buena ejecución de la hermeticidad al aire y el sellado de los encuentros y carpinterías. Menor generación de residuos en obra y una reducción en el impacto ambiental de la construcción; así como la optimización de los materiales, al serializar la producción y ensamblar módulos ex situ, se puede reducir las mermas de material en gran medida, cosa que implica una reducción de costes.

Passivhaus

Sobre los inconvenientes, o aspectos que aún queda por mejorar, se cuenta que requiere una alta definición del proyecto, antes de la fabricación y montaje in situ, y permite menos modificaciones en obra (aunque cabe destacar que los proyecto Passivhaus ya requieren una alta definición en proyecto y menos “improvisaciones” en obra); el tiempo ganado en el montaje no se refleja siempre en el tiempo de ejecución in-situ de las instalaciones y acabados interiores, que sigue siendo una de las fases lentas en la ejecución; el tamaño de los elementos prefabricados está limitado, en ancho y alto, por el tamaño de los camiones de transporte y la altura libre en las vías que comunican la fábrica con el emplazamiento de la obra.

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