En el mundo de la industria, casi a diario, ocurren nuevos descubrimientos de materiales que la hacen sostenible y que tienen características muy peculiares. Como esta pintura que, según dicen sus creadores, representa el futuro de la construcción gracias a la nanotecnología. Veamos de qué se trata.
Fuente: Ecoticias
Tres investigadores llamados Ivan Parkin, Claire Carmalt y Yao Lu, pertenecientes al departamento UCL Chemistry del prestigioso University College London, han sido los creadores de un nuevo tipo de material que es producto de la nanotecnología.
Este es una pintura que es autolimpiante y aislante para ser usada en el sector de la construcción. Se prevé que es aquí donde los nanomateriales tienen el futuro asegurado, por su resistencia y durabilidad, propiedades en las que superan a los materiales que se usan tradicionalmente.
¿En qué consiste esta pintura autolimpiante?
Esta pintura es un recubrimiento microscópico hecho a base de nanopartículas de un material llamado dióxido de titanio, el cual soporta las más severas condiciones de humedad y es el mejor aislante. De hecho, la superficie pintada con este elemento muestra un efecto perlado.
Un dato interesante es que se escogió este elemento, el dióxido de titanio, por ser muy estable ante los medios acuosos y es inocuo, por lo que no es tóxico. Por la primera razón, rechaza líquidos como aceite y agua y los aprovecha para limpiarse solo.
Para ello sigue un proceso que se da en algunas plantas acuáticas en la naturaleza que se denomina “efecto loto”. Este consiste en que, al caer agua en la superficie tratada con este compuesto, la misma forma gotas que se deslizan por ella.
Mientras la gota va recorriendo el área para caer al suelo, va arrastrando la suciedad que encuentra en su camino, como polvo y tierra. Aquí hacemos un paréntesis para agregar que, por las características de esta pintura, estos elementos que ensucian no se fijan a la superficie.
Si multiplicamos este efecto de una gota a muchas gotas, se obtiene una superficie que permanentemente está limpia como el primer día de su aplicación. Para que se produzca este efecto, el área debe ser cerosa, áspera, blanda y desigual.
Por lo que el desafío era crear un compuesto que no solo fuera capaz de imitar este efecto loto, sino que además lo hiciera en una superficie dura y lisa. Adicionalmente, debía contener adhesivos que la fijaran de manera eficiente sin que se descascarara o dañara.
Se hicieron diferentes pruebas con varias combinaciones sobre diversos materiales como acero, vidrio, papel, etc., dando con una mezcla que fue adecuada para todos ellos. Aunque las pruebas fueron hechas sobre muestras de 20 cm², se comprobó que funciona para superficies grandes.
Asimismo, se probó simulando condiciones de alta contaminación, en áreas interiores y exteriores, fachadas, entre otros, y los resultados fueron satisfactorios. Por otra parte, su proceso de elaboración y aplicación es sostenible y no produce emisiones de CO2.
Otras aplicaciones y el futuro de esta pintura autolimpiante
Además de las aplicaciones convencionales en la construcción, también se le han dado otras como el recubrimiento de interiores de hospitales, instalaciones docentes, centros sanitarios, entre otros. Esto debido a que durante la autolimpieza también se eliminan bacterias y virus.
En referencia a su futuro, el mismo luce muy bueno. Un estudio cuyo título es «Markets for Self-Cleaning Coatings and Surfaces: 2015 to 2022», concluye que para los autolimpiables, el mercado aumentará en unos 3,3 mil millones de dólares en los próximos tres años.
Concluyendo, la pintura autolimpiante parece ser un material que revolucionará la construcción. Esto si supera todas las pruebas antes de que salga a la venta, y por lo que hemos visto aquí, de seguro que sí. Esperemos verla en tiendas en un futuro.