Desde catedrales góticas hasta galerías de arte o centros comerciales, estos elementos arquitectónicos convierten los espacios en algo único.
Fuente: Revista AD
Las vidrieras han embellecido edificios desde la Edad Media y siguen cautivando hoy a arquitectos y amantes del diseño. Están construidas con piezas de cristal de colores unidas y perfiladas por tiras de plomo. Es habitual ver estos impresionantes detalles en edificios religiosos, como catedrales y mezquitas, aunque también se popularizaron en espacios seculares a partir del siglo XIX y ahora adornan casas particulares, centros culturales y grandes almacenes.
Desde una capilla gótica en París hasta un hotel en Ciudad de México, estas son algunas de las más bellas del mundo, además de la prueba de que arquitectos prestigiosos –Philip Johnson, Oscar Niemeyer o Antoni Gaudí– han utilizado esta forma de arte en sus diseños más icónicos.
Catedral de Brasilia (Brasilia, Brasil)
Las características vidrieras de la catedral diseñada por Oscar Niemeyer fueron creadas por la artista Marianne Peretti en 1990. La obra, de 22.000 metros cuadrados, presenta ondas de vidrio azul, verde, blanco y marrón.
Catedral de Aquisgrán (Aquisgrán, Alemania)
Este santuario gótico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, comenzó a construirse en el año 796 bajo el mandato del emperador Carlomagno y se amplió durante la Edad Media. Está revestido de vidrieras de casi 20 metros de altura, diseñadas por Walther Benner y Anton Wendling después de que el acristalamiento original fuera destruido durante la Segunda Guerra Mundial.
Iglesia de San José (Le Havre, Francia)
La iglesia neogótica se construyó en la década de 1950 en la ciudad portuaria francesa como homenaje a los 5.000 ciudadanos que murieron durante la II Guerra Mundial, cuando la localidad quedó casi completamente destruida. El arquitecto Auguste Perret desempeñó un papel decisivo en el plan de reconstrucción de la ciudad y diseñó la iglesia, que cuenta con una aguja de más de 100 metros revestida de vidrieras.
Sainte-Chapelle (París, Francia)
Encargada en el siglo XIII por el rey Luis IX, esta capilla gótica cuenta con 15 vidrieras en la nave y el ábside que representan más de mil figuras bíblicas. Han sido restauradas recientemente con un coste de unos 10 millones de euros y unas obras que han tardado siete años en ejecutarse.
Plaza de Acción de Gracias (Dallas, Texas)
En 1977, Philip Johnson diseñó una capilla blanca en delicada espiral. La ornamentada estructura está coronada por la Ventana de la Gloria, compuesta por 73 vidrieras del artista francés Gabriel Loire.
Catedral Metropolitana de San Sebastián (Río de Janeiro, Brasil)
Cuatro vidrieras rectilíneas que se extienden unos 60 metros hasta el techo de esta catedral en forma de colmena, terminada en 1976, añaden calidez a un lugar religioso por lo demás austero. Hasta 20.000 personas pueden llenar la iglesia diseñada por Edgar Fonseca, que alberga el Museo de Arte Sacro en su espacio subterráneo.
Centro Cultural de Chicago (Chicago, Illinois)
La cúpula Louis Comfort Tiffany del Centro Cultural de Chicago mide 18 metros de diámetro, lo que la convierte en una de las mayores cúpulas de vidrieras del mundo. Se terminó de construir en 1897, el mismo año en que se inauguró el edificio como primera biblioteca pública de la ciudad. Se sometió a una meticulosa restauración en 2008 y ahora se ilumina electrónicamente.
Mezquita Nasir al-Mulk (Shiraz, Irán)
Terminada a finales del siglo XIX, esta mezquita del sur de Irán deslumbra con intrincadas vidrieras, azulejos de ricos colores, pilares tallados y alfombras tejidas. Debido a su posición estratégica, la luz de primera hora de la mañana produce un efecto caleidoscópico en el interior de la estructura, que ha sobrevivido a numerosos terremotos gracias a los flexibles puntales de madera de sus muros.
Capilla del King’s College (Cambridge, Inglaterra)
En 1446, el rey Enrique VI colocó la primera piedra de esta monumental capilla gótica inglesa, que cuenta con la bóveda de abanico más grande del mundo. Las 26 vidrieras se instalaron más de un siglo después bajo la autoridad del rey Enrique VIII, que las utilizó para reforzar su posición como jefe supremo de la Iglesia inglesa tras romper con Roma.
La Sagrada Familia (Barcelona, España)
Quizás la obra más emblemática del arquitecto Antoni Gaudí, esta catedral del Modernismo catalán domina el perfil de Barcelona y contiene un impresionante arcoíris de vidrieras abstractas. Aunque las obras se iniciaron en 1882, Gaudí nunca llegó a ver las vidrieras instaladas, pero dejó varias directrices sobre sus deseos al respecto. El edificio, aún incompleto, está ahora dirigido por el arquitecto Jordi Faulí, quien anunció recientemente que la fase final de la construcción está en camino de completarse en 2026, exactamente un siglo después de la muerte de Gaudí.
Gran Hotel Ciudad de México (Ciudad de México, México)
Estos grandes almacenes de lujo de 1899, con un altísimo techo de vidrieras en el vestíbulo, se transformaron en un hotel de cinco estrellas para los Juegos Olímpicos de 1968. El techo, que evoca la herencia mesoamericana del país con una viva paleta de turquesas y dorados, fue diseñado por el artesano francés Jacques Gruber y cuenta también con una lámpara de araña de estilo Luis XV.
Galerías Lafayette (París, Francia)
Este lujoso centro comercial del distrito 9, uno de los destinos de compras más populares de la ciudad, se terminó de construir en 1912. Quizá su característica más emblemática sea la cúpula neobizantina de 43 metros de altura, diseñada por el vidriero francés Jacques Gruber para canalizar la luz dorada hacia los compradores, que gastan más de 1.500 millones de euros al año en este emporio de la moda.
Galería Nacional de Victoria (Melbourne, Australia)
Encargada por el gobierno australiano, esta inmensa galería de arte proyectada por el arquitecto Roy Grounds abrió sus puertas en agosto de 1968. En aquel momento, el techo de vidrieras del Gran Salón, instalado durante cinco años por el artista australiano Leonard French, era el mayor del mundo e incluía piezas importadas de Bélgica y Francia.
Sala Capitular de la Catedral de York (York, Inglaterra)
La Sala Capitular de una de las mayores catedrales góticas del norte de Europa alberga una impresionante colección de vidrieras medievales, entre las que se incluyen ventanas con algunas de las primeras representaciones arquitectónicas de las que se tiene constancia. Construida a finales del siglo XIII, la vidriera geométrica muestra una escena del martirio de Tomás Becket bajo un dosel eclesiástico.
Palau de la Música Catalana (Barcelona, España)
Terminada por el arquitecto modernista catalán Lluís Domènech i Montaner en 1908, esta sala de conciertos con estructura de acero cuenta con una claraboya de vidrieras con una representación tridimensional del sol. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, alberga innumerables obras de arte, como los bustos de Anselm Clavé y Beethoven que flanquean el escenario.
Basílica de la Santissima Annunziata del Vastato (Génova, Italia)
La fastuosa Basilica della Santissima Annunziata del Vastato, en Génova, encargó a algunos de los artistas barrocos más importantes del siglo XVII que trabajaran en su estructura. La iglesia resultó gravemente dañada por los bombardeos aliados durante la Segunda Guerra Mundial y tuvo que ser restaurada.
Abadía de Melk (Melk, Austria)
Los frescos del siglo XVII del techo de la abadía austriaca de Melk fueron realizados por el prestigioso pintor barroco Johann Michael Rottmayr. La abadía está situada en un promontorio rocoso que domina el río Danubio.
Catedral de Salzburgo (Salzburgo, Austria)
Diseñada por el arquitecto italiano Santino Solari, destaca en una ciudad ya de por sí repleta de impresionante arquitectura. Construida en el siglo XVII, fue el lugar del bautismo de Wolfgang Amadeus Mozart.
Notre Dame (París, Francia)
Además de su famosa arquitectura gótica, esta venerable catedral contiene algunas de las vidrieras más emblemáticas del mundo. En la imagen, el rosetón sur, regalo del rey Luis IX de Francia, diseñado por Jean de Chelles y Pierre de Montreuil. Instalado en 1260, mide 12 metros de diámetro y contiene 84 vidrios divididos en cuatro círculos. Sirve de contrapunto a la ventana del lado norte, terminada una década antes.
Casa Nautilus (Naucalpan, México)
Diseñada por Javier Senosian, es un increíble ejemplo de arquitectura orgánica. El exterior toma su nombre del nautilo, un molusco marino, y tiene la forma de la concha de este animal. En el interior hay un montón de detalles caprichosos, como un pozo de conversación en forma de flor o jardines interiores, aunque la pared de vidrieras arcoíris es una de sus características más increíbles.
Santuário Dom Bosco (Brasilia, Brasil)
Su exterior está en consonancia con las estructuras modernistas que han llegado a definir Brasilia. Pero es el interior azul y púrpura, posible gracias a las vidrieras del suelo al techo, lo que hace que la iglesia destaque. Diseñado por Carlos Alberto Naves, el templo lleva el nombre de Juan Bosco, sacerdote católico italiano del siglo XIX.
Catedral de Coventry (Coventry, Inglaterra)
La ventana del baptisterio, que se ve aquí, se encuentra en el interior de la catedral de Coventry. Diseñada por el artista John Piper, este pensó que el uso del color y el dibujo abstracto era la única forma de unir las 198 pequeñas aberturas del muro que necesitaban ser rellenadas. La pieza mide 26 metros de altura y fue creada en colaboración con el vidriero Patrick Reyntiens.
Mezquita Azul (Estambul, Turquía)
Oficialmente llamada Mezquita del Sultán Ahmed, en su interior no faltan detalles asombrosos. Como los más de 20.000 azulejos de cerámica hechos a mano o las más de 200 vidrieras que presentan un intrincado tapiz de luz dispersa.
Iglesia Anglicana de Luoyuan (Ciudad de Fuzhou, China)
Diseñada por la empresa suiza de arquitectura y desarrollo INUCE, se inspira en las plantaciones de té en terrazas de la región. En una zona en rápida urbanización, la congregación anglicana esperaba crear un nuevo santuario para una población en crecimiento. Diseñada por el arquitecto Dirk U. Moench, la fachada de vidrieras está formada por 107.707 piezas individuales y ocupa una superficie de 4.600 mestros cuadrados (la mayor de China). El color azul profundo pretende emular el fondo del océano, donde “la desalentadora oscuridad se dispersa por un aura de luz divina”, según la descripción del proyecto
Basílica de San Nazario y Celso (Carcasona, Francia)
La vidriera central de la Basílica de los santos Nazaire y Celso data de 1280 y es una de las más antiguas del sur de Francia. Como muchas vidrieras religiosas, las de esta basílica menor cuentan una historia. En este caso, es la vida y muerte de Jesús presentada en 16 escenas.