Tras muchos años de estancamiento, la revolución de los materiales inteligentes finalmente está llegando al sector de la construcción. En esta nueva era de la construcción eficiente, el bambú podría reemplazar al vidrio mientras que este nuevo gel de aire podría reemplazar a todos los materiales de aislamiento que se emplean actualmente en las estructuras.
Fuente: Ecoticias
En búsqueda de materiales aislantes más sustentables y seguros se han probado una gran variedad de soluciones innovadoras que prometen marcar el rumbo que tomará la industria de la construcción en los próximos años. Los materiales tradicionales emiten una gran cantidad de gases de efecto invernadero a lo largo de su cadena de producción y, en muchos casos, pueden ser altamente tóxicos.
Es por eso que muchas empresas e instituciones trabajan a tiempo completo en el desarrollo de nuevos materiales que ofrezcan una mayor eficiencia y que puedan producirse de manera sostenible para reducir las emisiones de las que, en gran medida, este sector es responsable.
Esta búsqueda ha llevado al revolucionario gel de aire o aerogel. Se trata de un material con la consistencia de un gel, pero cuyo contenido de agua es reemplazado por aire, creando una sustancia que es catalogada por muchos como la más ligera conocida hasta ahora. Estas propiedades lo convierten en un material que ignífugo y con una eficiencia térmica que ronda el 90%.
¿Qué hace tan especial al aerogel? Los próximos edificios podrían ser semitransparentes
El gel de aire fue desarrollado hace setenta años, aunque en aquel entonces carecíamos de la tecnología para su aplicación práctica, por lo que se veía más como una curiosidad química y una fuente de estudios científicos sobre su particular composición. Es por eso que no ha sido sino hasta tiempos recientes cuando se pudo implementar exitosamente en el sector de la construcción.
Gracias a que se trata de una sustancia en estado gaseoso, el aerogel ofrece la más baja conductividad térmica entre cualquiera de los aislantes conocidos hasta el momento. Es completamente ignífugo, capaz de reducir temperaturas de 1000º a sólo 100º, y todo esto con una capa de apenas 6mm de espesor aplicada a cualquier tipo de edificación.
El gel de aire es capaz de rechazar el calor en cualquiera de las formas de transmisión, ya sea radiación, convección o conducción. Puede moldearse en cualquier tipo de forma y tamaño, lo que lo vuelve ideal para la aplicación en todo tipo de acabados, perfiles y tabiques. Ya se puede encontrar mezclado con otros materiales tradicionales como lana de roca y lana mineral.
¿Dónde se consigue? Lo que se sabe hasta ahora
El uso extendido del aerogel todavía es incipiente, por lo que se trabaja arduamente para reducir sus costes de fabricación con el objetivo de abaratar su producción a gran escala. Su aplicación más frecuente se encuentra en la industria aeroespacial para reducir las altas temperaturas a las que son sometidas las partes de las construcciones destinadas a orbitar nuestro planeta.
Se han realizado pruebas mezclando este material con vidrio para crear cristales aislantes para todo tipo de usos en la construcción. La mezcla de gel de aire con aislantes tradicionales ha dado resultados muy positivos incrementar su flexibilidad. Se espera que su aplicación se extienda rápidamente en los próximos años, gracias a los rápidos avances en las investigaciones más recientes.
Un nuevo aislante para la construcción
El aerogel nos permitiría reducir en gran medida la cantidad de materiales empleados en la construcción, ya que se requiere una capa muy delgada para conseguir resultados mucho más importantes. Ya sea este nuevo material de origen industrial o los balones aislantes de plástico reciclado, estos nuevos aislantes súper eficientes ayudarán a reducir costes y emisiones de CO2 y cuestión de pocos años.