De acuerdo a la estética que se busque brindarle a un espacio, la economía de los materiales o mismo su mantenimiento a largo plazo, existen diversos tipos de cielorrasos que son capaces de resolver las necesidades técnicas y funcionales de los proyectos de arquitectura. Independientemente de su método de fabricación, sea industrializado o artesanal, los cielorrasos, o también llamados falsos techos, representan un elemento constructivo que constituye el acabado o revestimiento interior de las cubiertas.
Fuente: Plataforma Arquitectura
Más allá de generar una terminación interior, los cielorrasos también cumplen otras funciones que involucran desde el acondicionamiento acústico o la aislación térmica hasta la reducción en la escala de los ambientes y el ocultamiento de elementos estructurales, desniveles o instalaciones para disimular las irregularidades de los techos.
A continuación, proponemos clasificarlos según su forma de colocación, su materialidad y a su vez, su uso entendiendo que ninguna de estas clasificaciones es excluyente entre ellas, pudiendo un mismo cielorraso cumplir con todas las finalidades independientemente de sus características constructivas.
Según el uso que se les brindará a los espacios, es posible definir a los cielorrasos a partir de tres conceptos:
Cielorrasos decorativos
Se busca lograr una estética a través de su materialidad, forma, textura, color, etc.
Cielorrasos constructivos
Se encargan de disimular algunas imperfecciones o irregularidades que puedan producir determinados desniveles, cañerías, etc.
Cielorrasos acústicos
Son capaces de absorber o reflejar las ondas sonoras que se producen en el interior o exterior de los locales.
Según su método constructivo, pueden ser:
Cielorrasos armados
aquellos que son independientes al tipo de cubierta proyectada. Su estructura se toma de las paredes de los espacios sin quedar suspendida del techo. En la mayoría de las viviendas, predomina el uso de este tipo de cielorrasos materializados con yeso.
Cielorrasos aplicados
Se aplican sobre las losas de hormigón armado a imagen y semejanza, por ejemplo, de la colocación de un revoque con yeso sobre el techo.
Cielorrasos suspendidos
Su estructura principal se encuentra suspendida del techo, es decir, colgada a través de perfiles o alambre. De esta manera, se genera un espacio entre la estructura y la propia cubierta de la construcción que puede utilizarse para el paso de instalaciones o canalizaciones, ya sea eléctricas, de aire acondicionado, entre otras. Dentro de este tipo de cielorrasos, se incluyen aquellos de placa de yeso, PVC, fibra de vidrio y demás cielorrasos desmontables.
Por otro lado, puede establecerse una clasificación de cielorrasos de acuerdo a la materialidad que se emplee. Mencionaremos algunos de ellos:
Cielorrasos de yeso
Los cielorrasos armados de yeso tienen la particularidad de combinar una estructura de madera que es independiente del techo, a través de un tejido o malla metálica (metal desplegado) desde donde se agarra el yeso, que se aplica en sucesivas capas. Los listones principales (vigas madre) se toman del perímetro de las paredes y a ellos, se clavan otros más chicos en forma perpendicular y a determinada distancia conformando así la estructura.
Los cielorrasos aplicados de yeso se utilizan para revocar las losas a través de una mezcla de cal reforzada o yeso mientras que aquellos de placas de roca de yeso son sistemas industrializados que se utilizan suspendidos y se conocen por varios nombres como cartón yeso, drop ceiling, etc o por sus marcas más conocidas como Durlock, Knauf o Pladur. En este último caso, todo el sistema se monta sobre una estructura de perfilería galvanizada sobre la que se fijan las placas de roca de yeso y cuyas uniones, al ser junta tomada, se masillan y lijan dejando como resultado un cielorraso liso y sin juntas. Por otro lado, los cielorrasos de placas de roca de yeso cerámico también se montan sobre una estructura colgante, pero constan de una estructura metálica junto a placas cuadradas de yeso con fibras sintéticas y su terminación deja las juntas a la vista debido a su configuración desmontable como los de fibra de vidrio.
Cielorrasos de madera
Estos tipos de cielorrasos pueden implementarse tanto suspendidos como no. En el caso de los de machimbre, se utilizan listones, tablones o tablas de madera individuales que se ensamblan o encastran a través de sus molduras y se mantienen las mismas propiedades de la madera, que son resistencia, flexibilidad, elasticidad y durabilidad. En la actualidad, existen otros materiales como las planchas de MDF, tablas contrachapadas, maderas laminadas o maderas sintéticas, entre otros, que se colocan sobre placas desmontables y están sujetas por un entramado metálico.
Cielorrasos de PVC
Incluyendo diferentes texturas, terminaciones, colores y formas, este tipo de cielorrasos de plástico (policloruro de vinilo) resulta ser bastante liviano y suele utilizarse suspendido, montado sobre una estructura metálica de perfiles galvanizados desde donde se toman las terminaciones plásticas.
Cielorrasos metálicos
A través de paneles de aluminio o chapa, estos cielorrasos por lo general son desmontables y se utilizan suspendidos.
Cielorrasos de tela tensada
Se conforman por una estructura perimetral sobre la que se estira y amarra una tela de PVC permitiendo contar con una superficie tensa y lisa. Generalmente, su uso no se aplica en viviendas pero cabe destacar que pueden utilizarse en baños y cocinas.