El brote de COVID-19 tiene al mundo pendiente de frenar su expansión y encontrar cura. En el intertanto, se han desarrollado una serie de iniciativas para enfrentar la crisis sanitaria que ha puesto en jaque a varios países. Ente estos desarrollos, destaca el uso de la construcción aditiva para levantar salas de aislamiento para los pacientes críticos afectados por el virus.
Una empresa china ejecutó una serie de casas que, en un principio estaban pensadas para el turismo, pero que fueron acondicionas para enfrentar la pandemia. Solo le bastaron 24 horas para que pudiese imprimir en 3D las paredes de 15 casas en la ciudad de Xianning; es decir, un tiempo de impresión de menos de 2 horas para cada casa. Para realizarlas, se empleó un proceso de extrusión, en el que un brazo robótico, montado sobre rieles instalados alrededor del sitio de construcción, deposita capas sucesivas de hormigón que se endurecen rápidamente para garantizar la estabilidad.
La casa tiene una superficie de 10 metros cuadrados, una altura de 2,8 metros y fue diseñada para alojar a las personas en cuarentena por el coronavirus, y así aliviar la sobrecarga de los hospitales, pero también del personal médico. Según explican en la compañía, todas las instalaciones tienen duchas, aire acondicionado e inodoros, cumplen con los estándares de aislamiento requeridos y pueden acomodar a dos personas.
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www.winsun3d.com/En / www.3dnatives.com