El proyecto del Centro Tecnológico Laufenburg, en la frontera entre Suiza y Alemania, acogerá una batería de flujo redox de 800 MW/1,6 GWh, la más grande de estas características.
Fuente: El Periódico de la Energía
El grupo Erne ha iniciado la construcción del mayor proyecto de baterías de Europa y uno de los más grandes del mundo en Suiza. En la ciudad renana de Laufenburg, en el cantón suizo de Argovia, junto a la frontera con Alemania, se ha iniciado la construcción del mayor proyecto de almacenamiento con baterías de flujo redox del mundo.
En los terrenos de la antigua sede de Swissgrid se va a construir el nuevo Centro Tecnológico de Laufenburg con la compañía FlexBase a los mandos. En esos 20.000 metros cuadrados además del proyecto de baterías construirán uno de los mayores centros de datos de Inteligencia Artificial del continente.

El proyecto de almacenamiento consta de una potencia de 800 MW con una duración de dos horas capaz de almacenar 1,6 GWh y es el más grande de sus características. La batería de flujo redox más grande del mundo hasta la fecha se encuentra en China y tiene una capacidad de almacenamiento de 400 MWh y una potencia de 100 MW, según cuenta el portal Heise.
Ventajas del vanadio
Las baterías de flujo de vanadio permiten a industrias y grandes instalaciones enfrentar varios problemas que presentan otros sistemas de almacenamiento. Su diseño robusto y seguro incluye las siguientes ventajas:
– Durabilidad: Su capacidad de operar en ciclos de carga y descarga ilimitados sin degradación las hace idóneas para aplicaciones de larga duración, como el respaldo de redes eléctricas y la integración con energías renovables.
– Escalabilidad y almacenamiento de gran capacidad: Estas baterías son fácilmente escalables y pueden manejar grandes cantidades de energía, siendo adecuadas para instalaciones de almacenamiento a nivel de megavatios. Esto las convierte en una opción óptima para garantizar la estabilidad energética en aeropuertos, puertos y otras grandes infraestructuras.
– Estabilidad y seguridad: Al ser ignífugas y tener un bajo riesgo de sobrecalentamiento, estas baterías proporcionan una opción de almacenamiento más segura que el litio, ideal para entornos que requieren una operación continua y sin riesgos de incendio.
– Flexibilidad operativa: Pueden descargarse completamente sin dañar la celda ni sufrir pérdida de rendimiento, lo cual es una ventaja significativa frente a las baterías de litio, que requieren un mantenimiento específico para preservar su vida útil. Además, al no tener autodescarga, estas baterías no consumen energía cuando no están en uso.
– Sostenibilidad: El vanadio, un metal no tóxico y reciclable en casi su totalidad, resulta en una solución energética con un impacto ambiental reducido, ideal para empresas y sectores comprometidos con la sostenibilidad.