CDT Robots trazadores, pintores y hasta algunos en faenas de alto riesgo humano. Esa es una de las tendencias que irrumpe con fuerza en el sector, de la mano de emprendimientos de base tecnológica y apuestas decididas de grandes empresas. Hay casos de éxito en España, Estados Unidos, Japón, Australia. Y Chile no se queda atrás.
Fuente: Diario Financiero
La resiliencia y la capacidad de adaptarse siempre han sido características claves en la construcción.
Hoy, esos factores son más relevantes que nunca, ante un panorama que es similar en todo el mundo, y que en Chile está particularmente marcado por una variación anual de 40% en algunos de los insumos, una demanda que comienza a desacelerarse, un déficit habitacional que oscila entre 600 y 800 mil viviendas, según datos de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), una creciente escasez de mano de obra y un desafío ambiental no menor: el 35% de los residuos sólidos proviene de la construcción y la demolición y, según el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, se proyecta que a 2025 estos lleguen a 7,4 millones de toneladas al año, con las que se podría llenar más de 15 veces el Estadio Nacional.
Hay muchas estrategias para enfrentar ese complejo escenario. Y en todas, la innovación es la llave que abrirá las puertas, advierten los expertos.
‘Una ágil interacción entre el sector I+D+I y la industria de la construcción producirá un incremento notable en la creación de valor’, dice Milton Vicentelo, vicepresidente del Consejo de Construcción Industrializada (CCI), mientras subraya que un primer paso hacia soluciones permanentes es entender que no existen respuestas aisladas sino sistémicas: ‘Es decir, capacidades conjuntas al servicio de objetivos comunes’.
Los impulsos
Vincular a las startups para pensar en cómo resolver los desafíos sectoriales puede dar buenos resultados.
Es un trabajo que Chile ya está adelantando, sostiene Ignacio Peña, coordinador de Innovación y Desarrollo Tecnológico de Construye2025, al destacar iniciativas como la comunidad ‘Construir Innovando’ de la CChC, donde un grupo de empresas trabaja para conectar al emprendimiento de base tecnológica con los desafíos del mundo privado. También releva el trabajo del Mapa Contech, plataforma online que da visibilidad a las 50 startups mejor evaluadas del sector construcción, o los objetivos que persigue Edifica, la feria más importante de la CChC que este año se realizará en octubre y contará con la Plaza de la Innovación, junto a las rondas de negocios Conectando Construcción, de Construye2025, para generar ‘match’ entre empresas y proveedores de soluciones digitales, industrializadas y sustentables.
Todo esto convive en el marco del impulso del concepto Corporate Venturing, que apunta al trabajo estratégico de empresas establecidas con startups. ‘Ese es el camino para la construcción’, asegura Peña.
Acciona tiene una visión similar de la ruta a seguir, y por eso cada año impulsan un programa de innovación abierta llamado Imnovation, que considera el levantamiento de desafíos internos de la compañía en todas sus unidades de negocios, y que luego se muestran al ecosistema para atraer a startups y a los mejores talentos para resolverlos de manera conjunta, cuenta Flavio Rodríguez, gerente de Calidad de Infraestructuras de la firma. El rubro de la construcción no es la excepción.
‘Es una manera de acelerar la implementación a nuestros desafíos internos, pero también de activar a las startups y desarrolladores para que puedan ajustar sus soluciones a los problemas reales de la industria’, señala el ejecutivo.
Por ejemplo, ante problemas como la escasez de mano de obra, que es global y no exclusivamente de Chile, Peña dice que la respuesta parece ser la robotización.
‘Esto ya lo podemos ver en países como Japón, Australia o Estados Unidos’, ejemplifica, mientras destaca la experiencia reciente de Construye2025 en un viaje a la Misión Silicon Valley organizada por la CChC, donde visitaron las instalaciones de DPR Construction y conocieron cómo funciona un área que tienen dedicada específicamente a esta tecnología.
‘Mediante el trabajo con startups, están implementando robots trazadores y hasta pintores. Y si bien los costos de la robótica están por sobre la mano de obra tradicional por un 10%, esta brecha podría disminuir, dado que la digitalización con la robótica podría ayudar a medir de forma cada vez más precisa los procesos de las obras, y con ello optimizar y mejorar la productividad’, agrega.
Esta tendencia también está en estudio y seguimiento desde el Centro Tecnológico de Construcción de Acciona, que opera en Madrid como un gran laboratorio de innovación donde la firma diseña infraestructuras sostenibles preparadas para los peores efectos del cambio climático, dice Rodríguez.
‘Aquí se conciben soluciones digitales que optimizan los procesos constructivos, nuevas tecnologías y materiales más eficientes en obras, que reduzcan el potencial impacto en el entorno natural. Pero en Chile, por ejemplo, estamos promoviendo la incorporación de robótica en faenas de alto riesgo para los trabajadores, así como la promoción de impresión 3D con hormigón para el desarrollo de soluciones habitacionales’, detalla.
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