CDT Probablemente hayas visto baldosas de colores brillantes en las aceras del metro, estaciones de autobús, tranvía y otros lugares públicos. Estas baldosas que están marcadas con pequeños relieves y se instalan en lugares que buscan ser accesibles para personas con discapacidad visual. La integración de estas superficies podotáctiles en Arquitectura está diseñada para aumentar la accesibilidad.
Fuente: Inarquia
Sin embargo, las personas videntes no conocen el significado detrás de estos diseños de baldosas podotáctiles. La mayoría piensa que se utilizan con fines decorativos. La realidad es que sirven como guía para personas con discapacidad visual.
La accesibilidad no es solo una característica propia de los espacios exteriores, también es obligatoria en los edificios desde diciembre de 2017.
La accesibilidad es una cualidad del entorno considerada para calificar las urbes como ciudades inteligentes. Aplicar los conceptos de accesibilidad en la arquitectura urbana significa lograr que todas las personas, con discapacidad o sin ella, puedan acceder a los espacios públicos urbanos.
La movilidad en el entorno urbano, su percepción y comprensión son tareas más difíciles para aquellas personas con alguna discapacidad física o sensorial. Existen muchos obstáculos que obligan al peatón a modificar su recorrido, en muchos casos poniendo en peligro su seguridad.
Desafortunadamente, en la mayoría de los casos la accesibilidad en las ciudades se ve limitada a personas con discapacidad física. En este caso las personas con discapacidad visual necesitan la incorporación de elementos táctiles en el diseño urbano para mejorar su desplazamiento. Así es como surgen las superficies podotáctiles.
¿Qué son las Superficies o Baldosas Podotáctiles?
Estas baldosas podotáctiles se definen como superficies con relieves para que los peatones puedan advertir o reconocer los posibles peligros del camino.
También sirven como guías para indicar el camino correcto a seguir. Se perciben al caminar o con el uso de un bastón en el caso de una persona con discapacidad visual. Pueden además ser utilizados por perros guía.
Incluso aquellos que desconocen su funcionalidad pueden sentir estos cambios en la textura del suelo. Un cambio lo suficientemente notable para llamar la atención del peatón sobre su alrededor.
Historia de las Baldosas Podotáctiles
La pavimentación táctil es una creación japonesa. Fue diseñado en 1965 por el inventor Seiichi Miyake. Este quería ayudar a las personas con discapacidad visual a moverse con seguridad en el exterior. Seiichi incluso invirtió su propio dinero en la creación del diseño.
Se utilizaron por primera vez en 1967, en una calle cercana a una escuela para niños ciegos en la ciudad de Okayama. Sin embargo, su uso fue popularizado por la empresa de ferrocarriles Japan Railway gracias a su instalación en plataformas de trenes en la década de los 70. El sistema no se convirtió en un requisito común en el país hasta la década de 1990.
Japón, Reino Unido y Australia fueron algunos de los primeros países que adoptaron el uso de superficies podotáctiles en su diseño urbano. En Estados Unidos y Canadá adoptaron la invención durante la década de 1990.
¿Qué tipos de Superficies Podotáctiles existen?
Existe una gran variedad de baldosas podotáctiles con diferentes colores, formas y significados que siguen un código específico según el país. Por su forma podemos clasificarlas como señales de advertencia para las zonas peligrosas o señales de guiado para marcar el camino accesible.
Por un lado las señales de advertencia tienen una superficies de botones o domos que transmiten incomodidad cuando se camina sobre ellas. Estas baldosas advierten de peligros específicos como escalones o rampas.
Por otro lado, las que tienen líneas o rodones son las señales de guiado. Su función es indicar la transición desde la vereda a la calle, es decir, guiar el desplazamiento de los peatones.
En general las superficies podotáctiles se pintan con colores llamativos para hacerlas más localizables. El color amarillo brillante es el mas usado, dado su elevado contraste con el entorno urbano. Además se asocia con peligro y es el último color que el ojo humano deja de ver. De esta manera algunas personas con visión residual pueden también distinguirlo.
Estas superficies podotáctiles pueden estar hechas con diferentes materiales. El caucho es uno de los más comunes. Otras baldosas táctiles pueden estar hechas con acero inoxidable.
A continuación, presentaremos las superficies podotáctiles más comunes y sus significados.
Baldosas Podotáctiles con círculos en paralelo
Las baldosas con relieves en la parte superior plana que siguen un patrón cuadrado se utilizan para indicar que hay un cruce de carretera.
Baldosas Podotáctiles con círculos sobre resaltos
Indican que hay una plataforma de tren más adelante. También se pueden utilizar para indicar un cambio de nivel repentino.
Baldosas Podotáctiles con líneas transversales
El uso de estas baldosas señala que hay escaleras o algún otro obstáculo más adelante. Pueden estar al pie de una rampa, en un paso a nivel o sobre el andén de una estación de tren.
Baldosas Podotáctiles con líneas en paralelo
Sirven de guía para indicar que es seguro seguir adelante. El camino no tiene obstáculos y es seguro.
Baldosas Podotáctiles con relieves en forma de óvalos
Advierten de que se está acercando al borde de una línea de tránsito en la calle. Por ejemplo, una línea de parada de autobús.
La Integración de Superficies Podotáctiles en el Diseño Urbano
Es esencial el correcto uso de los distintos pavimentos existentes, lisos o podotáctiles, dado que aportan información importante sobre lo que sucede en las zonas urbanas públicas. No se puede usar pavimentos de manera aleatoria o simplemente siguiendo un criterio estético.
Para las personas con discapacidad visual, encontrar estas superficies podotáctiles supone una enorme ayuda para orientarse dentro de cualquier espacio. Les proporcionan accesibilidad y seguridad, lo cual podría suponer la diferencia entre ser capaz o no de usar un servicio público.
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