El padre de una niña de 12 años quiso cumplirle el deseo de tener un refugio en mitad de un bosque de Hungría. Para diseñar el sueño, contactó a Hello Wood, empresa de arquitectura  que se tomó en serio la fantasía de la niña y creó una casa de juegos sin igual. 

Fuente: Madera21

Cuando Lujzi, una niña húngara de 12 años, pidió una casa de juegos donde pudiera descansar y dormir o pasar el rato con sus amigos, el estudio de arquitectura Hello Wood decidió hacer realidad su sueño. Su afición por jugar a viajar, especialmente en aviones, fue el punto clave que llevó a los arquitectos a una cabaña en forma de jet. Desde las primeras reuniones, la intrépida niña participó con detalladas ideas y planes en papel. Con el apoyo de su padre, siguió el proceso de diseño hasta el final, lo que representa una perspectiva diferente a la de los desarrolladores inmobiliarios típicos.

El sueño de una casa avión

La idea inicial de la joven cliente se amplió. El espacio aislado para jugar podría luego convertirse en un refugio. Así el equipo de diseño construyó una pequeña cabañacompletamente funcional, más parecida a un juguete íntimo que a un edificio.

Escondida entre bosques en las colinas del condado de Zala, esta pequeña casa con forma de avión fue llamada “Jet House”. En ella se revela el reino de la niñez: acogedores arcos y curvas, ventanas redondas, revestimiento de madera azul pastel y una escalera que imita la escalera de un avión. Si bien puede parecer un juguete gigante que “salió volando de una caricatura y aterrizó en el prado”, el jet de Lujzi puede usarse como una cabaña completamente funcional.

Función y fantasía 

Esta joven soñadora ha sido la cliente más joven de Hello Wood. Su encargo se convirtió en un divertido desafío para el equipo: poder pensar fuera de la caja y sacar a la luz a su niño interior. Fusionando la utilidad con la ficción, el diseño rereinterpretó las características de un avión como elemento arquitectónico. Toda la estructura se elevó sobre una serie de soportes metálicos que la separan del suelo para dar la sensación de estar flotando. Para ingresar a la casa, un corto tramo de escaleras de avión conduce a la puerta principal. Además, a través de las alas se ingresa a una amplia terraza. Y una ventana circular hace las veces de nariz del avión.

“Estábamos felices de aceptar el  inusual trabajo. Como arquitecto, es una tarea inspiradora diseñar una estructura que tiene que ser adorable. También fue un desafío incorporar elementos arquitectónicos tradicionales en la forma escultórica, como impermeabilizar, poner una barrera de vapor y aislar térmicamente’, dijo Tamás Fülöp, arquitectodel proyecto Jet House.

El interior del jet está equipado con dos asientos de avión reales y otras reliquias de la aviación coleccionadas por Lujzi y su padre, mientras que sus formas redondeadas y atractivos elementos de madera adoptan un ambiente retro al avión. En su totalidad, la casa se ensambla a partir de más de mil piezas estructurales diferentes. Para mantener una silueta clara, sin junturas ni desaguaderos, se utilizó un recubrimiento protector impermeable, lo que aseguró la durabilidad de la pequeña casa jet.

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