La startup Cmax Systems ha desarrollado unas viviendas temporales con un sistema de pliegue extremo para usarse en acampadas o emergencias.
Fuente: El Español
El siglo XXI está marcado por los avances tecnológicos, pero el ser humano aún no ha conseguido librarse de las guerras, las catástrofes naturales y las pandemias. Eso está provocando millones de personas desplazadas en busca de refugio, algo que arquitectos como Norman Foster, con su prototipo de vivienda de hormigón enrollable, o Shigeru Ban, con sus ingeniosas casas de papel, llevan tiempo intentando solucionar. ¿Y si la mejor solución fuera un híbrido entre estructura rígida y tienda campaña?
Eso es lo que pensó el diseñador industrial argentino Nicolás García Mayor, el responsable de Cmax System, un recurso habitacional con suelo macizo que, una vez desplegado, se puede usar como vivienda temporal para atender emergencias o como la minicasa más futurista de un camping de lujo. Todo su diseño responde a su facilidad de transporte en un remolque o apilado en camiones, y a la sencillez a la hora de instalarlo sin herramientas y de forma rápida incluso en terrenos desnivelados. Es algo que ya ha demostrado en países como Ucrania, Polonia o México, y que plantea ampliar gracias a sus nuevas fábricas en EEUU y Dubái.
“Me he enfrentado a muchos retos en este viaje: financieros, de confianza, vivir en soledad lejos de mi familia y amigos, pero he aprendido que mi familia ahora mismo está en todo el mundo, y este es mi propósito en la vida”, declaró García Mayor, residente en Washington D. C. (EEUU), en una entrevista para la cadena estadounidense NBC. Estas ‘viviendas en una caja’ se venden bajo pedido por unos 7.400 euros a través de un formulario en su página web. Para demostrar su compromiso solidario, con cada 10 unidades de Cmax vendidas la empresa dona otra a una organización humanitaria o gubernamental.
Una casa en 11 minutos
Para llegar hasta aquí, García Mayor ha pasado por numerosos prototipos y diseños. Tras su investigación inicial y su tesis universitaria dedicada a esta solución habitacional para crisis humanitarias, aparcó el proyecto durante años. Sin embargo, el COVID y la guerra de Ucrania plantearon la necesidad de contar con ambulatorios temporales cerca de los hospitales, almacenes para las vacunas y viviendas de urgencia para aquellos que habían perdido sus hogares.
Así consiguió relanzar su iniciativa este empresario y diseñador industrial, que presentó hace unos meses la última versión de Cmax (llamada CX20), pensada para una respuesta inmediata a las crisis y menores costes de envío y logística. Plegado, este refugio de 150 kg parece una caja plana que apenas ocupa un metro, pero una vez desplegado tiene 5,8 metros de largo por 2,25 de ancho, lo que permitiría una capacidad máxima para 8 personas, además de una altura 2,2 metros.
“Los techos altos crean sensación de amplitud, lo que facilita el movimiento y la realización de actividades dentro del contenedor”, y esa altura extra “puede utilizarse como almacén o como espacio habitable adicional”, indican sus responsables en la web. También hacen referencia a la posibilidad de conseguir ventilación cruzada gracias a las aberturas a ambos lados del refugio, lo que también reduce la necesidad de iluminación artificial y, por tanto, sus requisitos energéticos.
Los pasos para la instalación de las unidades Cmax no pueden ser más sencillos. Una vez elegido el lugar deseado, primero hay que instalar las 20 patas y ajustarlas al suelo para salvar desniveles de hasta 60 mm. Luego hay que retirar los cierres y bloqueos que la mantienen plegada, desplegar los laterales y ajustar las barras laterales interiores y el travesaño principal a la cubierta. En teoría, para montarlo en 11 minutos sólo hacen falta dos personas y no es necesaria ninguna herramienta ni conocimientos especializados.
Estructura rígida
Además, la estructura central de plástico rígido permite instalar en ella placas solares para generar energía, una unidad de aire acondicionado para climas cálidos y hasta una unidad de tratamiento de agua, todo ello con un coste adicional. Otra de sus ventajas frente a las tiendas de campaña convencionales es que cuenta con puerta con cerradura, para mantener a salvo las pertenencias de sus ocupantes y aumentar la privacidad.
La compañía está actualmente desarrollando la aplicación SmartCmax para Android e iOS, que se conectará con los dispositivos de los usuarios mediante Bluetooth para avisar de llamadas entrantes, correos electrónicos, mensajes y alertas sin necesidad de conexión a la red, algo especialmente útil en escenarios de catástrofe natural o en lugares remotos.
Todas estas características demuestran la gran versatilidad de Cmax, más allá de su objetivo inicial de servir como refugio de emergencia para ayuda humanitaria. Así, estos refugios pueden servir como tienda de campaña en un glamping, pero también como UCI móvil, laboratorio, espacio de almacenamiento temporal para compañías mineras y empresas de construcción… Su resistencia al viento y a las inclemencias meteorológicas amplían aún más sus casos de uso.
En cuanto a su precio, no aparece de forma explícita en la web, pero en el medio online New Atlas han hablado con el propio García Mayor, que situó el coste de una unidad Cmax en torno a los 7.400 euros para clientes particulares.