CDT La salud arquitectónica del emblemático edificio es mejor de lo esperado tras los trabajos de estabilización que concluyeron en 2001.
Fuente: Muy Interesante
La torre de Pisa estaba cada vez más inclinada; tanto que en 1990 se consideró que la situación ya rozaba lo inseguro y fue cerrada al público. Tras 11 años de trabajos de estabilización de la torre y lucha contra la gravedad, han transcurrido 20 años y, desde entonces, han conseguido que la icónica torre se enderece hasta 4 centímetros.
Mejor de lo esperado
Los ingenieros idearon un sistema para devolver la estructura a una posición más vertical. La torre es de estilo románico y está situada en la Plaza de los Milagros (un recinto que reúne cuatro edificios religiosos clave: el Baptisterio, destinado a los bautizos, el Cementerio, la Catedral y el campanario, que es la torre de Pisa). Y, según el último estudio realizado por un equipo de ingenieros geotécnicos y financiado por Opera Primaziale Pisana (O₽A), una organización sin fines de lucro establecida para supervisar los trabajos de construcción para preservar el sitio histórico, la torre goza de buena salud.
“Teniendo en cuenta que se trata de un paciente de 850 años con una inclinación de unos cinco metros y un hundimiento de más de tres metros, el estado de salud de la Torre Inclinada de Pisa es excelente”, dijo un portavoz de Opera Primaziale della Pisana (O₽A) a National Associated Press de Italia (ANSA).
El campanario medieval, símbolo del poder de la república marítima de Pisa en la Edad Media, ha logrado sobrevivir, intacto, al menos a cuatro fuertes terremotos que han golpeado la región desde 1280. Y las teorías sugieren que la torre de 57 metros de alto comenzó a hundirse poco después de haber finalizado su construcción que arrancó en 1173 a causa de un diseño defectuoso que no tuvo en cuenta que se asentaba en un subsuelo débil e inestable (la construcción no se completó hasta 1319). Sus cimientos poco profundos se construyeron sobre una base inestable de lodo, arena y arcilla que era más blanda en el lado sur. A medida que avanzaban en los pisos, trataron de solucionar este entuerto -descubierto nada más iniciar su obra-, de ahí que los pisos superiores sean más altos de un lado que otro.
¿Se acabó el problema?
La torre, que pesa unas 14.500 toneladas métricas, es azotada con frecuencia por tormentas que la han erosionado y decolorado tiñéndolo de una tonalidad amarillenta. A pesar de esta buena noticia, la torre se balance a un promedio de 0,5 milímetros al año, según el geotécnico Nunziante Squeglia, profesor de geotecnia en la Universidad de Pisa, que forma parte del grupo de monitoreo. Su destino es inexorable, pero los expertos han expuesto que la torre sería segura durante los próximos 300 años al menos.
La torre de Pisa no es la única figura histórica italiana bajo estrecha vigilancia por temor a que se derrumbe. También se han observado grietas en los tobillos del David de Miguel Ángel situada en la galería de la Academia en Florencia, que podrían derribar la estatua más perfecta del mundo.
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