Las 5 prioridades principales para lograr un balance cero en 2050 en el sector de la construcciónNo solemos pensar en los edificios como los principales responsables del cambio climático, pero son una parte importante del problema. Casi el 40% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con el uso de la energía proceden de los edificios y la construcción. Es decir, la calefacción, la refrigeración, la iluminación y todo lo que se necesita para fabricar y trasladar los materiales, construir las estructuras y, finalmente, derribarlas. 

Fuente: AZO Build

Las 5 prioridades principales para lograr un balance neto cero en 2050 en el sector de la construcciónNo solemos pensar en los edificios como los principales culpables del cambio climático, pero son una gran parte del problema. Casi el 40% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono relacionadas con el uso de la energía proceden de los edificios y la construcción. Es decir, la calefacción, la refrigeración, la iluminación y todo lo que se necesita para fabricar y mover los materiales, construir las estructuras y, finalmente, derribarlas.1 En términos generales, estas emisiones se dividen en dos categorías: carbono operativo (funcionamiento del edificio) y carbono incorporado (todo lo demás). Las emisiones operativas suponen alrededor del 70% del total, mientras que el carbono incorporado representa el 30% restante.1

Para cumplir el objetivo del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 ºC, el sector de la construcción debe reducir sus emisiones a la mitad para 2030 y alcanzar las emisiones netas cero para 2050. Es mucho pedir, y requerirá cambios importantes en la forma de diseñar, construir y suministrar energía a los espacios en los que vivimos y trabajamos.

1. La evaluación del carbono en el ciclo de vida: una visión de conjunto

Hasta hace poco, la mayor parte de la atención prestada a la descarbonización de la construcción se centraba en la energía operativa, es decir, en edificios más eficientes. Eso sigue siendo importante, pero a medida que las operaciones se hacen más limpias, el carbono incorporado se está convirtiendo en una porción mayor del pastel.

Pensemos en las emisiones derivadas de la producción de hormigón y acero, el transporte de materiales y la eventual demolición de una estructura. Todo eso suma. De hecho, materiales como el hormigón y el acero representan por sí solos casi una cuarta parte de las emisiones mundiales.2,3

Ahí es donde entran en juego las evaluaciones del Marco de Carbono a lo largo de toda la Vida (WLC). El marco del Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) ayuda a hacer un seguimiento de las emisiones de todo el ciclo de vida de un edificio, desde las materias primas hasta la demolición. Así, los equipos de proyecto pueden saber mejor dónde están los puntos calientes de carbono (spoiler: los sistemas estructurales y los acabados interiores suelen ser los más importantes). Y este planteamiento ya no es sólo un detalle. Los gobiernos se lo están tomando en serio. La Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios de la Unión Europea (UE) exige ahora que todos los edificios nuevos informen sobre el carbono durante su ciclo de vida y se espera que más jurisdicciones sigan su ejemplo.1-3

2. Limpieza de materiales de alto impacto

Si queremos reducir las emisiones de la construcción, tenemos que abordar las fuentes más importantes: el cemento, el acero y el aluminio. Juntos representan alrededor del 30% de las emisiones del sector de la construcción. Sin embargo, la buena noticia es que están surgiendo nuevas tecnologías y métodos de producción que reducen significativamente su huella de carbono, sin comprometer la calidad ni el rendimiento3 :

  • Cemento: El cemento Portland tradicional es increíblemente intensivo en carbono, principalmente debido al CO2 liberado durante la calcinación de la piedra caliza. Pero las alternativas están ganando terreno. El cemento geopolímero, fabricado a partir de subproductos industriales como cenizas volantes o escorias, evita por completo este proceso. Por su parte, el hormigón curado al carbono absorbe CO2 al fraguar, convirtiendo un importante emisor en un sumidero de carbono. Estas innovaciones pueden reducir las emisiones hasta un 80%.4
  • Steel: El abandono de los altos hornos de carbón está en marcha. Los hornos de arco eléctrico, especialmente cuando funcionan con energías renovables, permiten producir acero con menos emisiones. Otra opción prometedora es la reducción directa basada en el hidrógeno, que sustituye el carbono por hidrógeno en el proceso de reducción. Ambos enfoques también facilitan el reciclaje de la chatarra de acero, reduciendo el consumo de energía y permitiendo cadenas de suministro más circulares.5
  • Aluminio: Aunque se habla menos de ella, la producción de aluminio también consume mucha energía. Cambiar a una fundición con bajas emisiones de carbono alimentada por energías renovables y ampliar los sistemas de reciclaje de circuito cerrado puede reducir drásticamente su huella.

Más allá de los nuevos materiales, también deberíamos centrarnos en utilizar menos para empezar. Los diseños más inteligentes y ligeros y los sistemas de construcción modulares ayudan a minimizar el uso de materiales desde el principio. Las estrategias de reutilización -como la recuperación de madera, ladrillo o acero de edificios en ruinas- mantienen los recursos existentes y evitan las emisiones derivadas de la extracción y el procesamiento.

Tomemos el acero como ejemplo: el reciclado consume un 75 % menos de energía que su producción a partir del mineral en bruto. Es una gran mejora de la eficiencia. El National Blueprint for Buildings Sector Decarbonization (Plan nacional para la descarbonización del sector de la construcción) del Departamento de Energía (DOE) también hace hincapié en la circularidad como estrategia central y aboga por ampliar las políticas y los incentivos para apoyar los materiales reutilizados y reciclados.7

3. Retroadaptación y electrificación: La fruta al alcance de la mano

La modernización ofrece una vía directa y escalable para reducir las emisiones. Mejoras como un mejor aislamiento, ventanas de alto rendimiento y sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado más eficientes pueden reducir el consumo de energía entre un 50 y un 75%. La electrificación (sustitución de los sistemas de gas por otros eléctricos, como las bombas de calor) aumenta ese ahorro, sobre todo cuando la red se alimenta de fuentes de energía limpias, como la eólica o la solar.

San Diego está poniendo en práctica estas estrategias. La ciudad pretende reducir el consumo de gas natural en los edificios en un 90% para 2035. Como parte de ese esfuerzo, está poniendo a prueba microrredes a escala de barrio alimentadas por energía solar y respaldadas por baterías de almacenamiento, en colaboración con Schneider Electric y Shell Energy. Estos sistemas reducen las emisiones al tiempo que aumentan la resiliencia energética durante los cortes de suministro.8

No obstante, no es fácil ampliar las reconversiones. Los elevados costes iniciales, los desiguales programas de incentivos y las disparidades en el acceso -especialmente en comunidades de bajos ingresos o marginadas- siguen siendo obstáculos importantes. Para hacer frente a esta situación, el Departamento de Energía puso en marcha el programa Affordable Home Energy Shot, un esfuerzo nacional para reducir los costes de modernización a la mitad y ampliar el acceso a las mejoras en todo el país.7

4. Política, asociaciones y juego a largo plazo

Llegar a los edificios netos cero no es sólo cuestión de mejores materiales o tecnologías más inteligentes, también depende de marcos políticos adecuados, incentivos financieros y coordinación a largo plazo entre sectores. Sin estas ayudas, incluso las mejores soluciones tienen dificultades para ampliarse.

Establecer normas que impulsen el cambio

Una de las herramientas más eficaces que están utilizando los gobiernos son las normas de rendimiento de los edificios (BPS), que exigen que los edificios existentes cumplan objetivos específicos de energía o emisiones a lo largo del tiempo. Hasta ahora, más de 30 ciudades y estados de EE.UU. han adoptado políticas de BPS, entre ellos San Diego, donde la norma local establece como objetivo unas emisiones operativas netas cero para 2035. Estas políticas obligan a los propietarios y promotores a realizar mejoras y hacer un seguimiento de los avances, no sólo a hacer promesas.

En el ámbito empresarial, iniciativas como la Science-Based Targets Initiative (SBTi) están ganando adeptos. La SBTi ayuda a las empresas a alinear sus compromisos climáticos con las trayectorias de emisiones reales, garantizando que los objetivos se basen en la ciencia y no sólo en el marketing.8,9

Corregir las señales del mercado

La política también desempeña un papel fundamental en la configuración de los aspectos económicos de la descarbonización. Las subvenciones a los combustibles fósiles siguen inclinando el mercado hacia las opciones con altas emisiones de carbono, mientras que las tecnologías con bajas emisiones a menudo se enfrentan a dificultades financieras. La reorientación de las subvenciones y la introducción de precios del carbono pueden ayudar a nivelar el terreno de juego.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), aproximadamente el 70 % de las reducciones de emisiones necesarias para 2050 dependen de señales de precios e incentivos financieros más fuertes.10

Building Together

Ningún sector puede abordar este reto por sí solo. Las asociaciones público-privadas están interviniendo cada vez más para colmar las lagunas, reuniendo a gobiernos, empresas y organizaciones sin ánimo de lucro para compartir recursos y conocimientos. El programa Advancing Net Zero del World Green Building Council, por ejemplo, conecta a más de 100 consejos de construcción ecológica de todo el mundo para intercambiar herramientas, datos y buenas prácticas.

También crecen los esfuerzos por armonizar las normas. En el Reino Unido, el Estándar de Edificios de Carbono Neto Cero está creando un marco coherente para medir tanto el carbono operativo como el carbono incorporado, lo que ayuda a garantizar que todo el mundo trabaja por los mismos objetivos utilizando las mismas métricas.9,11

5. Innovación + mano de obra = impacto real

Entre las áreas prometedoras figuran:

  • Almacenamiento avanzado de energía (para cuando no brilla el sol o no sopla el viento).
  • Captura directa de aire (DAC) para extraer el CO2 residual de la atmósfera.
  • Redes inteligentes que facilitan la gestión de la energía distribuida y la demanda.

Pero ni siquiera las tecnologías más avanzadas pueden ampliarse sin una mano de obra cualificada que las respalde. La capacidad para diseñar, instalar y mantener sistemas de energía limpia determinará la rapidez y la equidad con que avanzamos.7,10

En San Diego, San Diego Gas & Electric (SDG&E) está adoptando un enfoque proactivo al asociarse con universidades locales para formar a trabajadores en instalación solar, electrificación de edificios y eficiencia energética. No se trata sólo de cubrir puestos de trabajo, sino también de ampliar el acceso. Al centrarse en la divulgación entre las comunidades menos representadas, SDG&E contribuye a garantizar que la transición a la energía limpia incluya vías para que todos puedan participar y beneficiarse.8

El camino hacia cero emisiones netas: construir de forma más inteligente, no sólo más

El camino hacia los edificios cero emisiones netas no consiste en una única solución, sino en adoptar un enfoque sistémico que aúne materiales más inteligentes, diseño eficiente, energía limpia y políticas integradoras.

Las evaluaciones del ciclo de vida del carbono nos ayudan a ver el panorama completo. Los materiales bajos en carbono, como el cemento geopolímero y el acero reciclado, ya están marcando la diferencia. La modernización y la electrificación pueden reducir drásticamente las emisiones operativas de los edificios que ya tenemos. Y unas políticas inteligentes y alineadas -desde las normas de rendimiento hasta la tarificación del carbono- pueden acelerar el cambio en todos los ámbitos.

La innovación y la formación de la mano de obra colmarán las lagunas, ayudándonos a ampliar las herramientas y el talento necesarios para hacer el trabajo.

Sí, hay obstáculos -coste, complejidad, acceso-, pero el proyecto está ahí. Y con una acción audaz y coordinada en toda la cadena de valor de la construcción, podemos pasar de ser uno de los mayores contribuyentes al cambio climático a ser una parte importante de la solución.


Referencias

  1. Built Environment Decarbonization. WBCSD. https://www.wbcsd.org/actions/built-environment-decarbonization/
  2. Ramachandran, A. (2024). The importance to decarbonize construction and achieve net zero. One Click LCA. https://oneclicklca.com/en/resources/articles/climate-emergency-and-the-need-to-reach-net-zero-carbon
  3. Call for action: Seizing the decarbonization opportunity in construction. (2021). McKinsey & Company. https://www.mckinsey.com/industries/engineering-construction-and-building-materials/our-insights/call-for-action-seizing-the-decarbonization-opportunity-in-construction
  4. Sharma, A. et al. (2022). Potential of geopolymer concrete as substitution for conventional concrete: A review. Materials Today: Proceedings57, 1539-1545. DOI:10.1016/j.matpr.2021.12.159. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2214785321078834
  5. Pimm, A. J., Cockerill, T. T., & Gale, W. F. (2021). Energy system requirements of fossil-free steelmaking using hydrogen direct reduction. Journal of Cleaner Production312, 127665. DOI:10.1016/j.jclepro.2021.127665. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959652621018837
  6. Steel Recycling: Processes, Benefits, and Business Solutions. Rubiconhttps://www.rubicon.com/blog/steel-recycling/
  7. DOE Releases First Ever Federal Blueprint to Decarbonize America’s Buildings Sector. Energy.govhttps://www.energy.gov/articles/doe-releases-first-ever-federal-blueprint-decarbonize-americas-buildings-sector
  8. 4 strategies to decarbonize existing buildings. World Economic Forum. https://www.weforum.org/stories/2024/05/4-strategies-to-decarbonize-existing-buildings/
  9. Net-Zero Buildings: How to Decarbonize a Portfolio. (2023). WSP. https://www.wsp.com/en-us/insights/how-to-decarbonize-a-portfolio
  10. Net Zero by 2050 – Analysis. IEA. https://www.iea.org/reports/net-zero-by-2050
  11. Climate Action. World Green Building Council. https://worldgbc.org/climate-action/

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