Estudios han demostrado que la implementación del LPS puede reducir los retrasos en los cronogramas en un 30% y mejorar el rendimiento del proyecto en hasta un 20%.

Fuente: Constructivo

El Last Planner System (LPS) ha revolucionado la gestión de proyectos en la construcción, particularmente en aquellos de gran escala y alta complejidad. Este sistema, parte esencial del Lean Construction, es una metodología que busca minimizar la variabilidad en la planificación y mejorar la fiabilidad de las promesas de producción.

A nivel global, estudios han demostrado que la implementación del LPS puede reducir los retrasos en los cronogramas en un 30% y mejorar el rendimiento del proyecto en hasta un 20%, al eliminar desperdicios, optimizar el flujo de trabajo y fomentar una mayor colaboración entre todos los actores involucrados en el proyecto.

En el Perú, grandes proyectos de infraestructura, como el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez y las Líneas del Metro de Lima, han adoptado esta metodología para controlar el cumplimiento de los planes semanales, asegurando que los equipos de trabajo en campo ejecuten tareas críticas en plazos ajustados. Además, el enfoque en la planificación colaborativa ayuda a anticipar posibles problemas de ejecución y reduce la improvisación en obra.

Un análisis reciente de proyectos implementados con LPS en el país demostró que el 75% de los compromisos de trabajo diarios y semanales fueron cumplidos según lo planificado, mejorando la eficiencia general del proyecto. Esto, comparado con métodos tradicionales de planificación, ha generado una reducción significativa de costos por ineficiencias y aumentos en la productividad de la mano de obra.

Implementación técnica:

El éxito de la metodología radica en su enfoque basado en cinco fases clave:

  1. Planificación maestra: Definir hitos principales del proyecto.
  2. Planificación intermedia: Establecer las fases clave de trabajo a mediano plazo.
  3. Planificación de seis semanas: Evaluar restricciones y liberar trabajos en ese plazo.
  4. Planificación semanal: Coordinar y asegurar la viabilidad de los compromisos.
  5. Revisión diaria: Monitorear el cumplimiento y ajustar el trabajo según sea necesario.

El Last Planner System no solo mejora la eficiencia de los proyectos, sino que también cambia la dinámica de las relaciones laborales en obra, promoviendo la transparencia y la responsabilidad compartida. Su adopción en el Perú está creciendo, a medida que más ingenieros civiles reconocen los beneficios de un sistema que prioriza la planificación colaborativa y la reducción de desperdicios.

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