En la región de Queensland del Norte, Australia, se construirá el primer centro del mundo dedicado a la conservación de corales y para este desafío, los arquitectos a cargo del proyecto revelaron el diseño de un impresionante edificio en el que “aletas” de hormigón recrearán las formaciones que construyen estas especies, junto con brindar un sello único para esta importante instalación.

Fuente: Hormigón al Día

El aumento de la temperatura en las aguas -como consecuencia del fenómeno de cambio climático que afecta a nuestro planeta- está atacando particularmente a las grandes poblaciones de coral. De hecho, de acuerdo a un artículo publicado Marcia Creary, gestora de Datos Ambientales en el Centro de Ciencias Marinas de la Universidad de las Indias Occidentales (Jamaica), el incremento de la temperatura en el océano causa la decoloración de estas formaciones, debilitando y afectando al medio marino.

Por esta razón, en la ciudad de Port Douglas, en Australia, se levantará el primer centro de conservación dedicado especialmente a esta especie submarina, denominado “Living Coral Biobank”. Se trata de un gran espacio que albergará a más de 800 especies de corales.

Para esto, la organización que lidera este proyecto, Great Barrier Reef Legacy, pensó en un espacio semejante a un “arca viviente” y, bajo ese concepto, el estudio de arquitectura Contreras Earl Architecture decidió tomar el desafío y presentó los primeros diseños de este centro de estudios.

Para el diseño del centro de conservación, el estudio se inspiró en los corales Fungiidae, una especie clasificada en los “corales duros” cuyas distintivas formas, semejante a hongos, se construyen gracias a la disposición radial de sus aletas.

De esta forma, para la fachada de lo que será el centro de estudios y conservación de corales, los arquitectos replicaron esas formaciones mediante la colocación de una serie de losas de hormigón superpuestas y posicionadas de manera vertical.

Para ofrecer una mejor protección y generar un punto focal dentro de la planificación de la ciudad, la fachada tendrá una forma curva, que realzará su característica arquitectónica, al mismo tiempo que entregará una mejor protección a las instalaciones.

“Estas losas -explicaron desde el estudio de arquitectura- se colocarán alrededor del centro, agrupadas estrechamente a nivel de suelo para ofrecer protección frente a condiciones climáticas tropicales extremas, incluyendo la amenaza de inundaciones”.

En su parte más alta, las “aletas” de hormigón que forman la fachada estarán abiertas, “permitiendo el ingreso de luz natural y ventilación a los niveles superiores, al mismo tiempo que brindan sombra para protegerse del sol. Las aletas se separan de manera progresiva en el nivel 4 del centro para entregar una experiencia completa al visitante”, explicaron desde Contreras Earl Architecture.

“Pasé mi niñez creciendo en Cairns y explorando la belleza de nuestros océanos y las maravillas de la Gran Barrera de Coral tuvieron un impacto profundo en como arquitecta”, comentó Mónica Earl, de Contreras Earl Architecture, al sitio ArchitectureAU. “Fue una parte formativa de la práctica para hallar un camino en que la arquitectura interactúe de manera simbiótica y complementaria con la naturaleza, sin detrimento del medio ambiente”.

Un gran centro de investigación abierto al público

“Este proyecto trae consigo una profunda responsabilidad para considerar el impacto de la arquitectura y la industria de la construcción en el medio ambiente”, dijo en una entrevista Rafael Contreras, del estudio de arquitectura a cargo de diseñar este centro.

El centro de conservación para corales “Living Coral Biobank” estará formado de un edificio principal de 6.830 metros cuadrados dispuestos como un centro multi-funcional que albergará espacios para exhibiciones, un auditorio, salas de clases, como también laboratorios de investigación avanzados. Estas facilidades estarán distribuidas en los cuatro niveles del centro.

Para la pequeña ciudad de Port Douglas, el particular diseño de este centro “le recordará de inmediato a las personas que el edificio de encuentra en nuestra ciudad. Esta arquitectura única que presenta el diseño del centro tendrá un impacto global, al igual que un centro de conservación para los corales se ubique en Port Douglas”, destacó el alcalde de la localidad, Michael Kerr, en entrevista con ArchitectureAU.

Las instalaciones de este centro de conservación serán energéticamente autónomas y su construcción será carbono-neutral. “El ‘Living Coral Biobank’ es una oportunidad para fijar un estándar global para construcciones sostenibles y con metas como la carbononeutralidad. De la misma forma, nos permitirá crear un espacio para la educación y conservación de impacto global. La ambición para este proyecto es crear un faro para generar consciencia sobre nuestro medio ambiente”, subrayó Rafael Contreras.

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