El tiempo lo cambia todo, especialmente en lo que se refiere a los elementos. Esto pone a casi todas las estructuras y objetos conocidos, artificiales y naturales, a merced destructiva de la corrosión. Con todo un campo de la ingeniería dedicado a controlar y prevenir la corrosión, la cantidad de tiempo y dinero que se dedica a combatir lo inevitable es costosa.
Fuente: AZO Materials
Se calcula que los países de todo el mundo invierten cada año un total de 2,5 billones de dólares (USD) para prevenir la corrosión, lo que equivale aproximadamente al 3,5% del producto interior bruto (PIB) mundial. En Estados Unidos, el coste asciende a la escalofriante cifra de 4000.000 millones de USD anuales.
Ahora, un equipo de investigadores de la ETH de Zúrich ha desarrollado un material excepcional que ofrece protección contra los efectos destructivos de la corrosión. Se trata del PPM, siglas de Poly (phenylene methylene), un polímero fluorescente con excepcionales propiedades térmicas e hidrófobas. El equipo ha publicado sus hallazgos en la revista Polymers.
Autorreparación PPM
Este innovador polímero anticorrosivo presenta múltiples ventajas. En primer lugar, el PPM puede combinarse con pintura y calentarse para pulverizar sobre la superficie. Una vez aplicado, el PPM se solidifica, dejando al descubierto las grietas y agujeros de la capa protectora en las zonas que no presentan fluorescencia.
Sin embargo, lo que realmente destaca de este material anticorrosión es su capacidad de autorreparación y que, al final de la vida útil de un producto, el polímero puede retirarse por completo y reciclarse con una pérdida mínima de material.
Sorprendentemente, el potencial de todas estas notables características en aplicaciones anticorrosión surgió por pura casualidad.
Markus Niederberger, autor principal del artículo, estaba trabajando en la producción de nanopartículas para disolventes con un grupo de investigadores de su laboratorio en el momento del descubrimiento. Los disolventes con los que trabajaban se solidificaban al exponerlos a determinadas condiciones.
Anteriormente, los revestimientos anticorrosión desarrollados con PPM eran propensos a agrietarse, lo que limitaba su aplicación en escenarios reales. Sin embargo, este descubrimiento fortuito ayudó a los investigadores a darse cuenta de que, con la adición de plastificantes, una mezcla de PPM podría ser un material eficaz para combatir la corrosión en diversas aplicaciones.
Innovación duradera
Al probar la mezcla de PPM, el equipo descubrió que el revestimiento protegía eficazmente los metales, sobre todo el aluminio, contra la corrosión. Además, el revestimiento protector a base de PPM puede aplicarse en capas finas, hasta diez veces más finas que los agentes protectores tradicionales, incluida la resina epoxi, al tiempo que demuestra una excelente durabilidad.
Esta durabilidad es aún mayor, dada la naturaleza autorreparadora del innovador material a base de PPM.
Para conseguir estas capacidades autorreparadoras, los materiales suelen requerir la adición de aditivos químicos que, con el uso prolongado, pueden migrar a través del polímero al medio ambiente.
Sin embargo, como explica Caseri, este material no requiere ningún aditivo, por lo que es mucho más compatible con el medio ambiente, lo que se ve reforzado por el hecho de que el material puede reciclarse o reutilizarse, como se ha mencionado anteriormente.
Sin embargo, siempre hay que tener cuidado con los materiales sintéticos, ya que pueden suponer un riesgo para el medio ambiente. Por ello, el equipo trabajará en la mejora del material para maximizar aún más su potencial de aplicación.
El equipo ha solicitado la patente de su descubrimiento y busca socios en la industria para llevar este material milagroso al siguiente nivel y ampliarlo para su fabricación. Creen que su material sería una alternativa viable a las resinas termoendurecibles que se utilizan hoy en día en los entornos anticorrosión.