Enzo Langer, reconocido experto del mercado inmobiliario, explica sobre los cambios que han tenido los compradores de viviendas. Ahora prefieren inmuebles alejados del centro y con espacios más amplios.
Fuente: 24 Horas
Quienes trabajan en el sector inmobiliario están de acuerdo en algo: la pandemia del COVID─19 cambió varios hábitos de consumo en el mercado inmobiliario nacional.Así lo ilustra Enzo Langer, destacado del sector quien menciona la tendencia que se ha visto en quienes realizan su sueño de obtener la vivienda propia, producto del coronavirus. Hoy en día, los compradores buscan alejarse del centro de cada ciudad. También optan por espacios más amplios, ojalá con patio por las áreas verdes, aunque esto requiera mayores tiempos de traslados desde el hogar a otros destinos, como la oficina o el supermercado.
“El coronavirus transformó la vida familiar. Les dio mucho más valor a los espacios con aire libre, alejados del bullicio. Eso, sumado a la preocupación por no contagiarse de COVID─19, hizo que nuestros clientes se replantearan sus prioridades, a la hora de buscar el inmueble que necesitaban”, comenta Enzo Langer. Por lo mismo, en la actualidad, los proyectos inmobiliarios más solicitados en su empresa son aquellos que consideran viviendas más amplias, y en terrenos alejados del radio urbano.
Según Enzo Langer, este cambio en los hábitos de consumo de los futuros propietarios fue advertido en primera instancia en Europa y China que experimentaron la primera ola de la epidemia de COVID─19 meses antes que los chilenos. Comentó que, en esos países, los habitantes, preocupados por las altas tasas de contagio en el centro de las urbes, optaron por emigrar hacia el oriente y el poniente de las ciudades, e incluso, a otras localidades. “En nuestro país ese es un fenómeno que vemos a diario con los clientes. El interés por las viviendas en Providencia y Santiago centro, por ejemplo, bajó cerca del 30 %. La gente ahora prefiere comunas más alejadas del centro, e incluso fuera de Santiago”, enfatiza el experto.
A su vez, Enzo Langer menciona que producto de la crisis que provocó el coronavirus a nivel mundial, las compañías inmobiliarias en general se han visto forzadas a transformar sus propuestas de negocios, entregando a quienes los prefieren precios más flexibles y más facilidades de pago. En este sentido, el experto resaltó que estas medidas fueron de gran ayuda para enfrentar la caída en la demanda. “No es algo menor. Según un estudio de Yapo, entre enero y marzo de este año, los precios de los inmuebles en el gran Santiago registraron una caída de hasta un 44 % producto de la pandemia. Ese es un dato que no se puede obviar a la hora de planificar negocios”, asegura Enzo Langer.
Además, señaló que esta información se condice con el último reporte de la Cámara Chilena de la Construcción, que aseguró que la venta de viviendas, entre abril de 2019 y abril 2020, descendió en un 66,4 %.“Si lo piensas detenidamente, es un fenómeno lógico, dadas las condiciones extremas en las que estamos viviendo.
Tradicionalmente, en el rubro inmobiliario eran las visitas a las salas de venta, las que generaban rápidamente los cierres de negocio. Todo ello debió mutar hacia lo digital, y hay que reconocer que a las empresas inmobiliarias nos falta modernizarnos más en esa área. Estamos avanzando, pero a una velocidad menor de la que nos gustaría”, define Enzo Langer. Sobre los movimientos del mercado inmobiliario en los siguientes meses, Enzo Langer comentó que no se pueden hacer predicciones, pero la actual tendencia “nos invita a repensar nuestros proyectos y darles un sello mayor de compromiso con el desarrollo sostenible, económico y social”. A su juicio, sólo de esta forma el mercado alcanzará una meseta y podría iniciar su camino a la recuperación.
Comentarios
Interesante articulo, considero que vivir fuera de las ciudades es viable pero es mejor cambiar necesariamente los habitos del trabajo , de presencial a virtual. Así no hay que salir ocupando un auto por persona a las calles, se gana en salud mental y contribuye a bajar el nivel de estress diario.
Hay que evaluar la forma en que trabajamos ahora para lograr nuestros objetivos.