Las nuevas formas de trabajo y la apuesta por el desarrollo sostenible son los objetivos del nuevo edificio de las Naciones Unidas ubicado en Ginebra.

Fuente: Madera21

La nueva edificación, conocida como Edificio H, completó el plan de renovación de los edificios históricos del actual campus de la ONU. Las vigas de madera son las responsables del carácter interno del edificio, mientras que la calidez propia del material al natural le brinda una sensación acogedora. 

Un requisito fundamental del proyecto era el de garantizar salud, seguridad y accesibilidad total. El proyecto debía reflejar los objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU como institución promueve. Es decir, construir un bloque de oficinas saludables, altamente eficientes y económicas.

Nuevo edificio de la ONU usó estructuras de madera para potenciar el bienestar laboral y conexión con la naturaleza de sus trabajadores

Los responsables del proyecto, escogidos en  un concurso internacional, fueron dos firmas en colaboración: Skidmore Owings (SOM) y Merrill & Burckhardt. Juntos diseñaron un edificio con estructura híbrida de hormigón armado y madera maciza. La construcción se adapta al terreno en pendiente donde se inserta, una de las laderas del lago Lemán dentro del parque Ariana, en el cual se encuentra todo el complejo de la ONU.

En total fueron 24.000m2 destinados a estas oficinas con espacio para aproximadamente 1.500 estaciones de trabajo. El edificio consta de varios bloques de formas trapezoidales organizados en torno a dos patios interiores y cubiertos con techos verdes. De esta manera se adaptan a la topografía descendente en forma de terrazas, reduciendo el impacto visual de la gran superficie.

Madera maciza contralaminada 

La proximidad entre sí de las vigas permite salvar grandes luces sin apoyos intermedios, por lo que se genera una planta muy luminosa y flexible. Estas vigas son las responsables del carácter interno del edificio al quedar a la vista, permitiendo destacar de manera espontánea el sistema estructural de la construcción.  Mientras que la calidez propia del material al natural le brinda una sensación acogedora.

Las instalaciones se ocultan en el interior de piezas que reproducen la forma de las vigas aparentando ser una más. De este modo, el ritmo se mantiene y la solución evita la colocación de un falso techo. Esta solución se desarrolla en todo el perímetro, mientras que en las zonas más interiores sí aparece un cielo raso demarcando otro tipo de espacio de trabajo más cerrado, con mayor privacidad.

Skidmore Owings (SOM) y Merrill & Burckhardt son los responsables del proyecto/Dave Burk

La envolvente exterior está resuelta con un muro cortina de suelo a techo. El ritmo de carpinterías metálicas soportan los paños de vidrio. Se reproduce en el interior una subestructura de madera, alineada con cada una de las vigas. Así, y con gran sutileza, se suaviza la presencia de montantes de acero, mostrando al interior la cara amable de la madera.

Esta solución confiere una gran luminosidad, además de vistas panorámicas al hermoso paisaje alpino y al lago. También colabora en que, desde el exterior, el edificio refleje los árboles, la luz, mimetizándose con su entorno con gran discreción. Su gran superficie se transforma en escala humana, tanto para la vida de su interior, como para el que lo observa desde afuera.

“El gran beneficio de priorizar la naturaleza significa que todos los que trabajan en el nuevo edificio tienen acceso inmediato al aire fresco y se sienten conectados con el paisaje que los rodea. Era fundamental para nosotros diseñar un edificio que fuera respetuoso con el medio ambiente, tanto en términos de sostenibilidad como de impacto visual en relación al parque que lo rodea”, explica Kent Jackson, uno de los miembros de la firma SOM.

La sensación de horizontalidad acompaña la suave topografía que desciende hacia el lago. Al aprovechar el desnivel en la ubicación de los volúmenes, el edificio no se desarrolla en altura, sino en tan sólo dos y en algunos casos, tres plantas.

Las escaleras que proporcionan acceso a cada piso son de madera laminada de roble, con finas barandillas de metal. Con una sencilla pero cuidada estética, se colocan en zonas de doble altura lo que permite contemplar su belleza. Con ellas se define la circulación principal a través del edificio, promoviendo un alto bienestar.

De la misma forma destaca la escalera del hall, también con un carácter marcadamente escultórico, realizada íntegramente en madera. Además de su función de comunicación vertical, genera espacios de gradas para sentarse, un espacio semivertical de relajación. Los listones de madera de diferentes tonalidades que cubren los muros remarcan este espacio principal de acceso.

Altos estándares de sostenibilidad ambiental y bienestar 

En el 75 % de la construcción se usó material reciclado/ Dave Burk

“Swiss Minergie” es un estándar de construcción suizo que se aplica tanto en obras nuevas como modernizadas. Pone el foco en la comodidad de los ocupantes del edificio, además de la calidad y eficiencia energética.

Una de las exigencias de partida del proyecto era lograr los más altos estándares de sostenibilidad y bienestar. Para ello se adaptó también al  “LEED Gold Standard” cuyos principios de alta eficiencia energética están en sintonía con las propuestas del “Swiss Minergie”. 

Para ello utilizan diferentes estrategias. Por un lado, la materialidad: el 75% de la construcción se realizó con material reusado o reciclado y la mayor parte de la madera utilizada fue obtenida desde un radio de 350 kilómetros. Además, el uso de madera en su estructura redujo significativamente las emisiones de carbono.

El calefaccionado se realiza mediante losa radiante que funciona con agua del propio lago. Las losas se caracterizan por ser “activas”, lo que significa que reducen  las cargas máximas de energía necesarias tanto para calefacción como para refrigeración.

La capacidad pasiva de la fachada de vidrio en el aprovechamiento de la luz natural conlleva un importante ahorro energético al ver reducida significativamente la dependencia de sistemas eléctricos. A esto se suma la existencia de paneles solares en las cubiertas.

Nuevas estrategias para nuevos estándares en los lugares de trabajo 

La obra es parte del Plan Estratégico del Patrimonio de la ONU/Dave Burk

Según afirma Tatiana Valovaya, Secretaria General de la ONU, el edificio H es un hito de la Ginebra Internacional, una inversión importante que mejora la relación de la institución con la ciudad.

La obra es un cambio de paradigma en las formas de entender el ambiente laboral. Esto significa mirar al futuro y no sólo a las necesidades actuales de los funcionarios. Nuevas estrategias de inclusión de la discapacidad, lugares de trabajo flexibles que fomenten la colaboración e interactuación: esa es la apuesta de la ONU, establecer altos estándares para las nuevas formas de trabajo.

Todo ello se engloba en el Plan Estratégico del Patrimonio (SHP), proyecto de las Naciones Unidas que representa su compromiso hacia un mañana más verde y colaborativo. 

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