Paneles solares autolimpiables, capaces de eliminar la suciedad «pasivamente» con la sola ayuda de la luz. Esta es una de las posibilidades que abre el vidrio diseñado y desarrollado por el Instituto Fraunhofer de Electrónica Orgánica, Tecnología de Haz de Electrones y Plasma FEP, Alemania, para el proyecto NewSkin.
Fuente: Ecoinventos
El nuevo material posee la capacidad de cambiar su afinidad superficial por las moléculas de agua de hidrófila a hidrófoba y viceversa con sólo exponerlo a la luz ultravioleta.
Importancia de limpiar los sistemas fotovoltaicos
Para mantener su eficiencia, los paneles fotovoltaicos deben limpiarse. Elementos como el polvo, la arena o la suciedad en general pueden reducir considerablemente el rendimiento, llegando incluso a reducir la producción en un 30% en pocas semanas.
Pero la limpieza, en función del lugar de instalación, puede tener una incidencia nada desdeñable en los costes de mantenimiento. Podría echar una mano a la industria el nuevo vidrio hidrófobo/hidrófilo creado por el Instituto Alemán.
El material debe sus propiedades cambiantes a un ingrediente en particular: el óxido de titanio cristalino. Cuando se activa con la luz solar, este compuesto, repelente al agua por naturaleza, se convierte automáticamente en superhidrófilo al tiempo que ayuda a descomponer las moléculas orgánicas de la superficie mediante fotocatálisis.
Producción rollo a rollo
Los investigadores consiguieron añadirlo a un vidrio de sólo 100 micrómetros de grosor en un proceso de impresión de rollo a rollo, encontrando un compromiso técnico entre los requisitos de producción del óxido de titanio cristalino y la resistencia del vidrio.
El resultado del trabajo es sorprendente. «El vidrio ligero y ultrafino puede adaptarse a fachadas o incorporarse directamente a paneles solares como compuesto, incluso en superficies curvas«, explica Valentin Heiser, investigador del Fraunhofer FEP.
Los científicos del Instituto trabajan ahora en una combinación óptima y rentable de estos elementos para sacar al mercado productos innovadores, como los nuevos paneles solares autolimpiables. El funcionamiento sería sencillo: durante el día, gracias a la luz ultravioleta, el revestimiento se volvería altamente hidrófilo, atrayendo la humedad y manteniendo la superficie mojada con una fina capa de agua. Si se depositara smog, arena u otro tipo de suciedad en la superficie de los módulos, sería arrastrada por las gotas de agua que se desprenderían de la superficie durante la noche, una vez reactivada la hidrofobicidad con la oscuridad.