El Grupo de Innovación en Construcción con Hormigón de la Pontificia Universidad Católica, en conjunto con grandes hormigoneras del país, desarrolló un nuevo sistema constructivo que reemplaza la malla de refuerzo en muros de hormigón para casas de hasta 2 pisos, reemplazándola por fibras y optimizando el proceso constructivo de la vivienda.

Fuente: Diario Concepción

Uno de los aspectos que distinguen a las construcciones en Chile es, sin duda, la capacidad sismorresistente de sus construcciones, particularmente la de sus edificios. Esto se debe a que los requisitos constructivos de estos elementos deben cumplir con una serie de requisitos, los que están plasmados en el Código ACI 318, documento basal para la normativa nacional.

Sin embargo, de acuerdo a lo que explica el ingeniero civil Matías Hube, director de pregrado en la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y Ph.D en Ingeniería Estructural de la Universidad de California, los requisitos y exigencias que se consideran en el ACI 318 “están principalmente a la construcción de pilares y muros de edificios”, principalmente, aquellos que sobrepasan los 5 pisos de elevación.

Estos parámetros, apunta el académico, que están pensados para el diseño de edificaciones en altura, pueden ser demasiado altos y muy exigentes para la construcción de casas. Asimismo, explica que en nuestro país -a diferencia de Estados Unidos- existen diversos tipos de materialidad con la que se construyen viviendas de 1 o 2 pisos, siendo el hormigón una de estas.

“En casas de hormigón -explica- no se construyen pilares, pero sí muros de hormigón y son muros completos. Entonces, utilizar los requisitos de construcción de un muro de un edificio para una casa es sumamente sobredimensionado”.

Por este motivo, el Grupo de Innovación en Construcción de la Universidad Católica presentó un proyecto denominado “Desarrollo de un sistema constructivo para casas de hormigón con uso de fibras como reemplazo de las armaduras”, con el que se pretende innovar en un sistema constructivo que permita, mediante el uso de fibra como refuerzo, incrementar la productividad en obra en la construcción de casas de hasta dos pisos, manteniendo la resistencia estructural de la vivienda.

La tesis de esta investigación, explica el académico, es la siguiente: al estar construida con varios muros, una casa de hormigón de hasta dos pisos presenta valores de resistencia, ya sea para sismos u otras fuerzas, altos.

“Por lo tanto, cuando uno fabrica una vivienda con este material, ya está sobredimensionada en cuanto a la resistencia. Entonces, surge la pregunta de si podremos colocarle menos armadura, dado que se construyó la casa con hormigón”.

Por disposición del ACI 318, las construcciones de viviendas de hasta 5 pisos consideran el uso de armadura mínima para muros de hormigón. Por ello, subraya el académico, ésta se utiliza para para el control del agrietamiento del material “pero no de la resistencia. La casa, en este caso, no necesita más resistencia porque tiene suficientes muros”, dice.

¿Cómo se llega a utilizar fibras para esta investigación? Este material está más asociado al sostenimiento o al refuerzo que a muros de casas.

hormigón

-La fibra se usa principalmente para dos cosas: se usa para controlar agrietamiento y también se usa para proveer resistencia a la tracción. Para proveer resistencia a la tracción importante, se necesitan cantidades elevadas de fibra, por lo tanto, si se quisiera hacer esto para un edificio, habría que colocar mucha fibra. En una casa, no necesitamos resistencia, lo que necesitamos es, por serviciabilidad, controlar el agrietamiento, por lo tanto, en este proyecto lo que se pensó fue reemplazar una armadura que es mínima, por una fibra, de tal modo que la fibra provea la resistencia que provee una malla de refuerzo que es mínima, que lo que hace es controlar el agrietamiento y controlar la retracción del hormigón.

“Si se verifica el diseño de una casa -agrega el ingeniero civil- puedes darte cuenta de que tienes infinita resistencia. Es más, te sobra resistencia. Entonces, uno podría tomar la decisión de eliminar uno de los muros de la casa, pero obviamente no se hace esto, porque es una pared de la estructura y no se reemplaza el muro de hormigón por un tabique porque se quiere que la casa sea sólida”.

Por ello, explica Matías Hube, la investigación desarrollada por el Grupo de Innovación en Construcción de la PUC pensó en el reemplazo de la malla de refuerzo –“que es una armadura mínima”, subraya- por fibras que van en el hormigón. Con esto, se prescinde de la armadura para controlar las grietas sin afectar la resistencia de la vivienda.

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