Los nuevos aislamientos de alta tecnología, el uso de materiales de construcción elaborado con plásticos marinos reciclados o apostar por un urbanismo de baja altura y “más verde”.

Fuente: Diario Siglo XXI

En los últimos años, la construcción sostenible ha emergido como una fuerza transformadora en el sector inmobiliario y de la construcción, ganando protagonismo a medida que la conciencia sobre el cambio climático, la escasez de recursos naturales y la necesidad de desarrollar espacios más saludables se ha intensificado.

Según el último Informe de Naciones Unidas sobre el Estado Mundial de los Edificios y la Construcción, el sector de la construcción es responsable de más del 34% de la demanda energética mundial y el 37% de las emisiones de CO2 relacionadas con el consumo de energía. En 2022, estas cifras alcanzaron un récord histórico con 10 gigatoneladas de CO2 emitidas. Por este motivo, la inversión en construcción sostenible está en aumento, destinándose 285.000 millones de dólares a la eficiencia energética en edificios en 2022 en el mundo -según la ONU-, un 14% más que el año anterior, con el objetivo de cumplir con los objetivos de la agenda global y descarbonizar significativamente el sector para 2050. Además, a nivel europeo, en 2022 y 2023, los fondos NextGenerationEU destinaron una inversión común de 800.000 millones de euros para el impulso de proyectos tangibles sobre el terreno, con el fin de construir una Europa que sea verde, resiliente y competitiva.

Para lograr estos ambiciosos objetivos, además de aumentar la inversión y adaptar las normativas nacionales a los requerimientos europeos y mundiales, es fundamental adaptarse a la evolución constante del sector. Con esta meta en mente, los expertos de Sto han identificado 10 tendencias claves que caracterizarán la construcción sostenible a finales de este año y en 2025 hacia la búsqueda de la descarbonización:

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1. Apostar por nuevos aislamientos de alta tecnología: Los avances en materiales de aislamiento están revolucionando la construcción sostenible, con un enfoque en mejorar la eficiencia energética y reducir la huella ecológica. Los aerogeles, por ejemplo, son un tipo de aislamiento que ofrece una capacidad térmica excepcional con un grosor mínimo, permitiendo diseños arquitectónicos más flexibles. Estos materiales son extremadamente livianos y delgados, pero proporcionan un aislamiento superior, lo que reduce la necesidad de recursos y espacio. Además, a diferencia de los aislamientos tradicionales, los nuevos aislamientos de alta tecnología pueden producirse de manera más sostenible, utilizando procesos y materiales que generan menos residuos y tienen una menor demanda energética. Este avance además de contribuir a la eficiencia energética de los edificios también impulsa la sostenibilidad en el proceso de construcción.

2. Más modelos de economía circular: La economía circular está emergiendo como un pilar fundamental en la construcción sostenible, buscando maximizar la eficiencia de los recursos y minimizar los desechos a lo largo de todo el ciclo de vida de los edificios. Este enfoque comienza desde la etapa de diseño, donde los arquitectos planifican la reutilización de materiales y la facilidad de desmontaje. Durante la construcción, se promueve el uso de materiales reciclados o reciclables, como ladrillos y estructuras metálicas recuperadas de demoliciones previas. Incluso al final de la vida útil de un edificio, los materiales se reutilizan o reciclan, evitando que terminen en vertederos. Esta tendencia genera más beneficios y optimiza los recursos a largo plazo, fomentando un ciclo continuo de uso y reutilización en lugar de un modelo lineal de producción y desecho.

3. Descarbonización en el proceso de construcción: La descarbonización del proceso de construcción se ha convertido en una prioridad en la lucha contra el cambio climático. Este esfuerzo va más allá de mejorar la eficiencia energética de los edificios, centrándose en reducir las emisiones en todas las fases del proceso de construcción. Innovaciones como la impresión 3D de estructuras permiten construir con precisión, minimizando el desperdicio de materiales. Al mismo tiempo, se está impulsando el uso de maquinaria eléctrica en el lugar de construcción para reemplazar los equipos que funcionan con combustibles fósiles, reduciendo así las emisiones directas de CO2.

Además, se están desarrollando materiales de construcción que capturan carbono, como el concreto que incorpora dióxido de carbono en su proceso de curado. Estos materiales reducen las emisiones de carbono durante su producción, a la par que contribuyen activamente a capturar y almacenar carbono, ayudando a mitigar el cambio climático a largo plazo.

4. Un urbanismo “más verde” y regeneración urbana: El urbanismo sostenible está evolucionando para incluir no solo la construcción de edificios individuales, sino también la regeneración de áreas urbanas enteras. Los proyectos de regeneración urbana están transformando zonas industriales abandonadas y degradadas en comunidades llenas de vida y sostenibles. Estos proyectos suelen integrar infraestructura verde, como parques y jardines urbanos, junto con soluciones de transporte público eficientes y accesibles. Además, se enfocan en proporcionar viviendas asequibles que estén diseñadas bajo principios de sostenibilidad, reduciendo la huella ecológica de las ciudades y mejorando la calidad de vida de sus habitantes. De la misma manera, la arquitectura regenerativa, que busca minimizar el impacto ambiental, así como restaurar los ecosistemas, está ganando popularidad en estos proyectos. Al integrar hábitats naturales y mejorar los ciclos del agua y la biodiversidad, estas iniciativas están redefiniendo la forma en la que concebimos las ciudades del futuro.

5. Edificios multigeneracionales y flexibles: En respuesta a los cambios demográficos y en las estructuras familiares, los edificios multigeneracionales están ganando terreno en la construcción sostenible. Estos edificios están diseñados para ser altamente flexibles, con capacidad de adaptarse a diferentes necesidades a lo largo del tiempo. Por ejemplo, pueden incluir espacios modulares que se reconfiguren fácilmente para acomodar a las diferentes generaciones de una familia o, por otro lado, para modificar el uso del espacio a medida que las necesidades cambien. Esta flexibilidad no solo extiende la vida útil de los edificios, reduciendo la necesidad de nuevas construcciones, sino que también responde a la creciente demanda de viviendas adaptables y resilientes que puedan evolucionar junto con sus habitantes.

6. Certificaciones y evaluaciones de impacto social: El enfoque sostenible en construcción está evolucionando para incluir tanto el impacto ambiental, como el impacto social de los proyectos. Están surgiendo nuevas certificaciones que van más allá de los estándares tradicionales como LEED o BREEAM, incorporando criterios relacionados con la equidad social, el acceso a servicios y la contribución a las comunidades locales. Estas evaluaciones buscan garantizar que los proyectos de construcción sostenible sean beneficiosos para el medio ambiente y tengan un impacto positivo en la sociedad, lo que incluye la creación de empleos locales, el fomento de la inclusión social y la mejora de la calidad de vida en las comunidades en las que se desarrollan estos proyectos.

7. Tecnología blockchain para trazabilidad en la cadena de suministro: La tecnología blockchain es un sistema de registro descentralizado y distribuido que permite almacenar información de manera segura, transparente e inmutable, que está emergiendo como una herramienta clave en la construcción sostenible, proporcionando trazabilidad y transparencia en la cadena de suministro de materiales. Al utilizar blockchain, las empresas de construcción pueden verificar que los materiales utilizados en sus proyectos cumplen con estándares de sostenibilidad y ética desde su origen hasta su instalación. Esto es crucial para asegurar que los materiales provienen de fuentes responsables y para combatir el fraude, garantizando que las prácticas sostenibles se mantengan a lo largo de toda la cadena de suministro. Además, la transparencia que proporciona blockchain puede aumentar la confianza entre todas las partes involucradas en un proyecto, desde los proveedores hasta los consumidores finales.

8. Construcción con residuos plásticos marinos: Una innovación significativa en la construcción sostenible es la utilización de residuos plásticos marinos reciclados como materia prima para materiales de construcción. Este enfoque no solo ayuda a reducir la contaminación por plásticos en los océanos, sino que también crea materiales de construcción duraderos y resistentes. Los plásticos recuperados se transforman en productos como ladrillos, pavimentos y otros componentes de construcción, que tienen una vida útil prolongada y son menos propensos a la degradación. Al integrar estos materiales en la construcción se aborda el problema de los residuos plásticos, a la vez que se fomenta la creación de una economía circular, donde los desechos se convierten en recursos valiosos.

9. Nanotecnología para materiales autorreparables: La nanotecnología está impulsando una revolución en los materiales de construcción, especialmente a través del desarrollo de materiales autorreparables. Estos materiales, como el hormigón con nanocápsulas que liberan sustancias reparadoras cuando detectan grietas, pueden prolongar de manera significativa la durabilidad de las estructuras. Esto reduce la necesidad de reparaciones de precio elevado y minimiza el desperdicio de recursos, ya que las estructuras se mantienen en buen estado por más tiempo. Al mejorar la durabilidad y reducir los costes de mantenimiento, los materiales autorreparables contribuyen tanto a la sostenibilidad de las construcciones como a la obtención de beneficios económicos y funcionales a largo plazo.

10. Urbanismo de baja altura con alta densidad: Otra tendencia emergente en la planificación urbana es el desarrollo de comunidades de baja altura, pero con alta densidad. Este enfoque prioriza la creación de vecindarios más humanos y accesibles, donde la proximidad a servicios y la facilidad para caminar son fundamentales. En lugar de construir rascacielos, se opta por edificaciones más bajas que pueden acomodar a muchas personas sin sacrificar la calidad de vida ni el sentido de comunidad. Estos vecindarios están diseñados para ser sostenibles, optimizando el uso del suelo y reduciendo el impacto ambiental al fomentar el transporte público y la interacción social. Además, la densidad alta, pero de baja altura permite un uso más eficiente de los recursos energéticos y promueve un entorno urbano más cohesionado y sostenible.

La construcción sostenible sigue evolucionando con nuevas tecnologías y enfoques que promueven edificaciones sostenibles y ecológicas. Las tendencias de 2024 subrayan la importancia de una integración armónica entre la arquitectura y el medio ambiente, así como el papel crucial de la rehabilitación de viviendas a través de las ayudas para mejorar su sostenibilidad. Al adoptar estas prácticas y tecnologías, la industria avanza hacia un futuro más verde y eficiente.

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