Como material de construcción, la madera es hermosa, práctica y versátil. Su gran resistencia, ligereza y sus propiedades aislantes la hacen ideal para muchas aplicaciones, especialmente en un momento en que la madera está entregando eficientes soluciones a diferentes escalas. A pesar de estos beneficios, la madera es altamente susceptible a la descomposición, especialmente cuando se utiliza al aire libre.

Fuente: EkosNegocios

En el pasado, los constructores han abordado problemas de durabilidad utilizando maderas duras tropicales o aplicando tratamientos químicos. Pero los suministros cada vez más escasos de esas maderas han llevado a la tala ilegal y la deforestación, mientras que el procesamiento ha producido toxinas dañinas. Por este motivo, el interés en la madera acetilada comienza a crecer; un material sostenible que ofrece altos niveles de durabilidad y estabilidad.

Documentada por científicos hace más de 90 años, la madera acetilada se produjo comercialmente por primera vez en Japón en 1980. Hasta hace poco, los desafíos tecnológicos y el alto costo del procesamiento de la madera la hacían demasiado costosa para su producción a escala comercial. Si bien el gasto inicial sigue siendo más alto que los productos de madera convencionales, el ahorro es percibido por los usuarios finales al reducirse los costos de mantenimiento a largo plazo.

Habitualmente, la madera acetilada se produce a partir de pino radiata de rápido crecimiento procedente de bosques sostenibles. A través de una serie de reacciones químicas, el proceso de tratamiento protege toda la pieza de madera, a diferencia de otros métodos que solo tratan la superficie y dejan químicos que podrían filtrarse. 

Este proceso “hincha” permanentemente la madera, creando un material de una estabilidad dimensional superior, que mide su resistencia en los ciclos de estiramiento y contracción. Estos productos tienen una fuerte resistencia a los hongos que producen podredumbre y no son digeribles para los insectos (como las termitas) y los microorganismos.

Existen numerosas aplicaciones para la madera acetilada. En marcos de ventanas y persianas, entrega menos deformación que otras maderas y, según el ensamblaje, una mayor eficiencia energética y aislamiento térmico. Es ideal para fachadas y revestimientos tipo siding. En terrazas y pisos exteriores, resiste a las condiciones climáticas sin partirse ni pudrirse. Por su estabilidad dimensional, es recomendable para juntas externas, que se mantienen apretadas después de una larga exposición al clima. 

Para todos estos usos, existe una mayor variedad de recubrimientos y barnices que se pueden aplicar, requiriendo de menos retoques.La madera acetilada podría durar 25 años bajo tierra y 50 años sobre el nivel de suelo. Al finalizar su ciclo de vida, puede reciclarse o utilizarse como fuente de combustible limpia.

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