Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) (España) han analizado el rendimiento térmico de la fachada de una vivienda mediante el control de las temperaturas de la superficie antes y después de la renovación del edificio con sistemas de aislamiento térmico exterior (SATE).
Fuente: Noticiasdelaciencia
Los resultados, publicados en la revista Sustainable Cities and Society, indican que con este tipo de sistema se reduce un 57% la pérdida de energía de la vivienda comparada con su estado original.
En nuestro país, más de la mitad de la energía que se consume en las viviendas corresponde al uso para calefacción. Este alto consumo energético, unido al volumen de viviendas construidas antes de la entrada en vigor de la primera normativa térmica en España, hace que sea necesaria la renovación y maximización de la eficiencia energética de los edificios para alcanzar los objetivos en materia de ahorro energético planteados por la Comisión Europea.
Actualmente, uno de los métodos más utilizados en rehabilitación consiste en colocar este aislamiento térmico por el exterior: el sistema SATE. Esta medida incrementa la resistencia térmica de la envolvente, en la que la fachada juega un papel principal, y combina la mejora estética y funcional de los edificios.
Este método, además de resolver problemas técnicos como puentes térmicos o condensaciones en las viviendas, no reduce el espacio en su interior y es poco o nada invasivo en su colocación. Varios estudios de simulación estiman que el ahorro energético de una vivienda aislada por el exterior, en climas como Madrid, supone hasta un 18% de mejora.
Con el objetivo de conocer la influencia del sistema SATE en la rehabilitación –y las mejoras que produce en el comportamiento térmico−, los investigadores han realizado un estudio en una vivienda de un edificio situado en el sur de Madrid.
El método utilizado ha consistido principalmente en la adquisición de datos de temperaturas ambientales y superficiales en las fachadas de la vivienda norte y sur, tanto por el interior como por el exterior. Este proceso se llevó a cabo en la misma época del año en los dos estados de la vivienda: antes y después de ser rehabilitado con SATE. Se realizó una comparativa entre los dos casos, en cada una de las orientaciones, y se calculó el flujo de calor por metro cuadrado de la fachada.
Los resultados alcanzados muestran hasta qué punto se mejora el rendimiento térmico de la fachada con respecto a su estado original en este tipo de edificio en las condiciones climáticas que se encuentran en Madrid. Los datos indican que con el sistema SATE se reduce un 57% la pérdida de energía de la vivienda comparada con su estado original. Incluso se demuestra su influencia en la unificación de temperaturas dentro de la misma vivienda, reduciendo la diferencia entre las temperaturas del norte y del sur en un 66%.
Como señala Sheila Varela, una de las investigadoras UPM que ha llevado a cabo el estudio, “la investigación demuestra que la rehabilitación con sistemas de aislamiento térmico por el exterior ayuda a reducir las pérdidas de calor de las viviendas con características similares a la estudiada”.
El sistema SATE ayuda a que las temperaturas superficiales interiores sean más independientes de las temperaturas exteriores. Su colocación como método de rehabilitación influye positivamente en el mantenimiento de las temperaturas interiores ayudando a optimizar el consumo energético para mantener la temperatura de confort en las viviendas.