Equipos multidisciplinarios -entre los que participaron académicos de la Universidad de Miami- desarrollaron un nuevo elemento prefabricado de hormigón que busca dos objetivos: mejorar la actual infraestructura costera que tiene esa ciudad, al tiempo que pretende generar microhábitats marinos estables para la biodiversidad del lugar.

Fuente: Hormigón al Día

El informe preliminar del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas resultó categórico para los asentamientos urbanos -grandes metrópolis, pequeñas caletas y otros- que se ubiquen en las zonas costeras: serían los primeros afectados por la subida de las aguas. “Se deberán tomar decisiones difíciles a medida que el mar sube, la frecuencia e intensidad de inundaciones y tormentas aumenta, la acidificación de los océanos se incrementa y las olas de calor se intensifican”, dice el borrador.

Seahive: Un nuevo desarrollo con hormigón para infraestructura costera sostenible

Respecto a algunos puntos, ya se vislumbran posibles soluciones que colaboren a mitigar los efectos del cambio climático, especialmente en las zonas costera. La start-up ECOncrete, por ejemplo, con su desarrollo de prefabricados de hormigón para impulsar la creación de ecosistemas submarinos.

Sin embargo, hasta ahora, la infraestructura ubicada sobre el nivel del mar -muros rompeolas, en este caso- aún no se adapta para enfrentar los desafíos de la subida de las aguas. Esto, no obstante, podría cambiar gracias a una interesante aplicación creada por investigadores de la Universidad de Miami, que tiene al hormigón como elemento clave para su desarrollo.

Buscando nuevas maneras de generar infraestructura sostenible

Para el año 2060, se espera que el nivel de las aguas en la costa crezca peligrosamente poco más de medio metro. Esto es particularmente peligroso para una ciudad como Miami, como también, para aquellas grandes urbes emplazadas frente a la línea costera.

Para ello, la construcción de nueva infraestructura es necesaria y los muros rompeolas son una alternativa viable. Por un lado, son instalaciones ya existentes -que requieren mantención en muchos casos- y que, con las proyecciones de crecimiento de las aguas, su diseño implica que estas protecciones aumenten su altura.

Foto: Ilustración de un proyecto de “parque hundido” que contará con la tecnología Seahive

“Tenemos que parar de hacer las cosas de la forma en que lo hemos venido en los último años”, dijo al Miami Herald Esber Andiroglu, profesor asociado de la Universidad de Miami e integrante de un equipo que busca transformar la manera de construir protecciones costeras, desarrollando nueva tecnología para ello.

El equipo desarrolló un nuevo dique de pruebas con esta innovación -que denominaron como “Seahive”- y que, en un primer análisis, resultó una alternativa viable y eficiente para mejorar este tipo de infraestructura costera.

Buscando mejoras para hormigones más sostenibles

El material principal de “Seahive” es hormigón desarrollado especialmente para ambientes marinos. “Es, prácticamente, el material más utilizado en el mundo”, subrayó al Miami Herald Prannoy Suraneni, profesor adjunto de la Universidad de Miami, quien investigó la forma de desarrollar un material que fuese amigable con el hábitat submarino.

En ese sentido, el equipo que lidera Suraneni utilizó agua salada para la mezcla del hormigón. De esta forma, comentó, las investigaciones mostraron que el hormigón hidratado de esa forma favorece la formación de corales.

Foto: Distintas muestras de hormigón, con diferentes niveles de acidez, en las que se cultivaron distintas especies de flora marina para ver la diferencia entre los bloques. Crédito: Gentileza Universidad de Miami.

La otra innovación que plantea el sistema es su estructura. En general, los muros rompeolas son, valga la redundancia, muros de hormigón armado, lo que favorece la corrosión por lo corrosivo del ambiente, o son bloques colocados de forma dispersa. En ese aspecto, el equipo liderado por el profesor Andiroglu diseñó una forma más eficiente para la colocación del rompeolas: formas tipo LEGO que, en el caso de “Seahive”, se tratan de piezas modulares que podrían agregarse cuando se necesiten o desmontarse fácilmente.

La idea con “Seahive”, comentaron los involucrados en este proyecto, es ejecutar un reemplazo efectivo para la pila de rocas que sirven de base a los diques rompeolas. Esta base, denominada escollera, en ocasiones puede asomarse fuera del agua y albergar biodiversidad marina, como plantas o manglares.

De esta forma, estos bloques -que juntos asemejan a un panal de abejas, de ahí su nombre- servirían para mejorar la infraestructura costera de Miami, al tiempo que promoverían la formación de ecosistemas costeros. Por ahora, los ensayos se llevan a cabo en un dique en North Bay Village, mientras que otro estará en Miami Beach como arrecife de coral. En ambos, se realizarán mediciones para probar su resistencia ante el embate de las olas, como también, las tasas de crecimiento de plantas y el arribo de peces a este hábitat artificial.

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