El sistema de gestión sanitario que ha implementado la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con sus empresas socias ha permitido establecer protocolos para proteger a los trabajadores durante la pandemia, mantener bajos los contagios y adaptarse a los nuevos estándares laborales.
Fuente: El Sur
La construcción es uno de los sectores que con mayor fuerza ha sentido el impacto de la crisis sanitaria y el deterioro de la economía este año. A esto se suma el golpe recibido por el estallido social a fines de 2019.
Como consecuencia de la pandemia, en la Provincia de Concepción son cerca de 120 obras las que están paralizadas, lo que afecta a más de 16 mil trabajadores.
A nivel regional, se proyecta la pérdida de entre 5 mil a 6 mil puestos de trabajo, lo que sugiere un fuerte efecto social y económico, ya que la construcción es clave en la generación de empleo, al que acceden especialmente personas más vulnerables.
Helen Martin, presidenta de la CChC Concepción, sostiene que es “duro” percibir esta realidad y por ello lo fundamental es una pronta recuperación de la economía, donde uno de los pilares previos es el reinicio de los proyectos paralizados.
Expresa que el sector está preparado para retomar en forma segura sus actividades y, a la vez, proteger la salud de las personas, gracias a la implementación de un modelo de gestión sanitario.
Afirma que el sector, desde que se inició la pandemia, elaboró un Protocolo Sanitario, en conjunto con distintos ministerios, el cual contempla estrictas medidas que las empresas han adoptado en sus proyectos con la finalidad de proteger a sus trabajadores y a la comunidad en general.
“La construcción ha aplicado en una forma muy rigurosa los protocolos”, indica la presidenta del gremio.
De hecho, señala Martin, de acuerdo a un informe de las mutualidades, el sector presenta un 0,29% de positividad en contagios y una tasa de 2 contagios por cada mil trabajadores, seis veces menos que a nivel nacional.
Además, señala que como directiva han realizado esfuerzos para dar a conocer estos nuevos estándares y lograr que la construcción sea vista como segura, de manera que pueda desarrollarse sin interrupciones.
“Nuestra industria ha sido sumamente responsable y ha adoptado nuevas prácticas en las obras que permiten complementar el cuidado de la salud con el trabajo”.
En este periodo las empresas han sabido reinventar sus operaciones y aplicar todos los protocolos necesarios para hacer de la construcción una actividad protegida.
En EBCO implementan acciones preventivas desde el inicio de la pandemia.
Nelson Quileñan, gerente zona sur, explica que el bajo contagio, el cual llega sólo a un 0,2% en las faenas de esa empresa en Concepción, es atribuible a las estrictas medidas sanitarias adoptadas y a la “conciencia de todos quienes nos desempeñamos en el sector”.
Han dispuesto acciones como una mejor distribución de espacios, control de temperatura, instalación de zonas de higiene, sanitización constante de recintos y trazabilidad de casos sospechosos, entre las normas básicas en sus obras.
Miguel Ángel Ortiz, gerente de operaciones de Constructora García, explica que actualmente lo más importante es cuidar la salud de los trabajadores y mantener el ritmo del sector en general.
El ejecutivo destaca que con los modelos de prevención impulsados por el gremio y los dispuestos por la autoridad sanitaria, la actividad es absolutamente segura en su desempeño.
Cuenta que adoptar los protocolos sanitarios “no ha sido fácil, pero hemos puesto nuestro mejor esfuerzo en aplicar todas las medidas, porque tenemos que cuidar nuestro trabajo”.
Agrega que la empresa ha dispuesto de buses para su traslado y constantemente les recuerda cada una de las acciones sanitarias, como el uso permanente de mascarillas.
Oscar Rivera, carpintero de constructora Manzano, opina que incluir estas nuevas prevenciones es un cambio cultural y de conducta permanente.
“Al principio, nos costó acostumbrarnos a trabajar en forma diferente, porque no teníamos esos hábitos.Pero es un cambio no sólo en la faena, sino cultural.Ahora asumimos el distanciamiento físico y el lavado constante de manos como medidas para cuidarnos entre todos”, destaca.
Carlos Villablanca también es maestro carpintero y se desempeña en el proyecto “El Portal de Curanilahue” de constructora García.
Señala que en la obra todos los trabajadores están comprometidos con los nuevos hábitos para operar en la faena.
Recalca que se han aplicado todas las medidas para protegerlos a ellos y con eso a la población.
Cuenta que se modificó todo el ambiente laboral de la construcción : “trabajamos más separados; los comedores, por ejemplo, se cambiaron con una distribución diferente.Como se ha implementado todo lo posible, no hay temor de poder contagiarnos”.