La joya del sudeste asiático sorprende por ser una ciudad cosmopolita, ordenada y limpia que goza de una gastronomía ejemplar.
Fuente: El Español
Singapur es uno de los estandartes del sudeste asiático, una isla y nación con más de cinco millones de habitantes que se ha convertido en un icono mundial. Cada vez es más popular como destino turístico, por ser una moderna y cosmopolita ciudad que sorprende por su orden, limpieza y su impresionante arquitectura futurista combinada con los tradicionales barrios.
Está formado por una isla principal y 62 islotes, fue colonia británica hasta su invasión por Japón y su posterior independencia. Es considerado uno de los ‘Tigres’ asiáticos, ya que su comercio e influencia hacen de este país uno de los más desarrollados y modernos del mundo. Además, su posición geográfica le ha permitido constituirse como uno de los puntos estratégicos fundamentales en Asia.
Singapur cuenta, asimismo, con varios números de interés. Uno de ellos es el Parque Merlion, uno de los espacios verdes más bonitos en los que se puede observar la belleza de la ciudad. Está situado bajo los rascacielos de la bahía y junto a la orilla del mar. También es donde se encuentra la estatua más conocida de Merlion, el símbolo de la ciudad.
Los jardines de la Bahía baten récords en la ciudad: albergan la catarata interior más alta del mundo, el mayor invernadero de cristal y unos superárboles de 50 metros de altura. Se han convertido en símbolo de la ciudad, tienen una extensión de 101 hectáreas y acogen más de un millón de plantas de los cinco continentes.
Clarke Quay y Boat Quay, ambas a orillas del río Singapur, son las zonas más vivas de la ciudad, donde se encuentran decenas de restaurantes, tiendas y locales de copas. Sus vistas son impresionantes sobre todo por la noche. La primera abarca cinco manzanas con casas de antiguos almacenes rehabilitados, mientras que la segunda fue el centro financiero de la ciudad durante el siglo XIX.
Uno de los barrios más característicos es Little India, el centro neurálgico de la comunidad india en Singapur. Lo hacen especial su característico olor a incienso, las ropas de colores, la arquitectura típica y sus tiendas. Pasear por sus calles y disfrutar de su ambiente y los diversos templos es una gran experiencia. Por su parte, Chinatown es el centro de la comunidad china. En este barrio se pueden ver dos mezquitas árabes y un templo hindú en el corazón del barrio, algo que pasa en muy pocas ciudades.
Un paseo imprescindible es caminar por la cara más capitalista de Singapur del siglo pasado, Orchard Road. Se puede alargar hasta Istana, el Palacio Presidencial. Fue construido en 1867 por el gobernador británico y actualmente es la residencia del presidente.
No puede quedar sin ver el edificio que ha marcado un antes y un después en la arquitectura de la ciudad, el Marina Bay Sands. Sus tres grandes torres y el parque de la planta 57 han redefinido el skyline de Singapur. En dicha planta, el edificio alberga un parque al aire libre de 12.400 metros cuadrados. También cuenta con un mirador con las mejores vistas de la ciudad, una discoteca, un restaurante y, probablemente, la mejor piscina del mundo.
Otros atractivos para visitar son la noria, Singapore Flyer o el Teatro Ópera Espanade, que podría definirse como el edificio equivalente a la ópera de Sídney. Pasear por las calles de Kampong Glam, el barrio árabe, también será de agrado. En él se pueden ver un gran número de mezquitas y templos de culto.
A solo cinco minutos de la costa sur de Singapur se encuentra la Isla de Sentosa. Un lugar que los singapurenses consideran como un lugar de descanso, lejano del ritmo de la ciudad. O las Islas St. John y Dusu, donde se puede disfrutar de una magnífica siesta en la playa o practicar natación en aguas de lagunas.
Para degustar la comida local, alguno de los platos típicos de la zona son: el cangrejo, a la pimienta o al chile; Satay, brochetas de carne con crema de cacahuete; Char Kway Teow, tallarines de arroz; Laksa, sopa de fideos de diferentes variantes o Roti Plata, tortilla con diferentes ingredientes en su interior.