Los suelos de madera aportan calidez, carácter y estilo a cualquier interior, ya sea antiguo o nuevo. De aspecto a la vez rústico y elegante, la madera proporciona buenas características térmicas, con una temperatura agradable al tacto, además de mejorar la acústica del ambiente, al absorber parte de las ondas sonoras. También son muy duraderos y resistentes al uso diario. Por lo tanto, no sorprende que sean uno de los materiales favoritos y más codiciados para interiores residenciales.
Fuente: Plataforma Arquitectura
Los suelos de madera también son muy atractivos a la vista, con una gran cantidad de variaciones posibles en su diseño. Las piezas pueden variar mucho según la parte del tronco de la que provengan, incluso si son del mismo fabricante y especie de árbol. Los colores y diseños también varían según las diferentes especies de árboles, desde amarillos claros hasta marrones oscuros, con infinitas posibilidades. Además, es posible crear varios tipos de patrones al colocar el piso, según las dimensiones de las piezas utilizadas y el efecto deseado para el espacio.
La madera tiene una larga historia en el diseño de interiores. Alrededor del siglo XVI, algunos edificios se construyeron con pisos de madera. Pero sin las herramientas modernas para procesar la madera y lijarla, fijarla y pegarla adecuadamente en su lugar, su apariencia era tosca y sin refinar, con superficies ásperas y espacios entre las tablas del piso. Luis XIV, rey de Francia, ordenó en 1684 reemplazar los pisos de mármol del Palacio de Versalles con una intrincada modulación de pisos de madera de roble, lo que creó un frenesí instantáneo entre la aristocracia francesa.
El patrón del piso del palacio sigue en uso hoy en día y consiste en una disposición de piezas rectangulares y cuadradas, enmarcadas por tablones rectangulares. El uso de piezas más pequeñas –o parquets– permitió una gran cantidad de patrones de diseño, muy parecido a un gran rompecabezas, al tiempo que evitaba la deformación de las partes más largas. Actualmente hay muchas opciones de tamaño disponibles en el mercado, desde pequeños filetes hasta tablas robustas. A continuación se muestran algunos de los diseños de pisos de madera más utilizados:
Piezas rectangulares
Este es el patrón más comúnmente utilizado para piezas largas de piso de madera. Los tableros se disponen paralelos entre sí, siendo muchos los profesionales que recomiendan que la instalación se realice de forma perpendicular a la luz que entra por las puertas y ventanas del espacio, para que las juntas no sean tan visibles. También es común colocar las tablas en la dirección de la dimensión más pequeña de la habitación, para crear un efecto de ensanchamiento del espacio.
Debido a que es un material natural, la madera se expande y contrae ligeramente con los cambios de temperatura y humedad. Cuanto más grandes sean las piezas, mayores serán los riesgos, ya que los cambios antes mencionados pueden debilitar el piso. Por lo tanto, siempre es importante que las uniones entre las partes (lugares con mayor fragilidad) estén espaciadas uniformemente.
Patrón “zig-zag”
La disposición en zig zag o en V también se conoce como patrones en espiga o Chevron. En el primero, las piezas de madera son rectangulares y encajan entre sí por sus extremos, formando entre sí un ángulo de 90 grados. El patrón Herringbone es bastante antiguo, con rastros de su uso entre los egipcios y los romanos, con el nombre de Opus Spicatum.
El patrón Chevron también se deriva de la forma en zig zag, aunque lo que lo hace único es cómo se corta. Las piezas no están encajadas, como en los otros dos ejemplos, sino cortadas para encajar perfectamente a lo largo de un eje, formando una línea. Esto crea una apariencia más rígida y angular para el piso.
Formas cuadradas
Estos son conjuntos de piezas que forman formas cuadradas repetitivas. Pueden crear una amplia gama de patrones, como el tablero de ajedrez bastante simple, u otros más complejos, como el Versalles mencionado anteriormente y otros que forman formas segmentadas en todo el espacio. Precisamente por ello, se recomienda su uso para superficies más amplias.
Piezas hexagonales y romboidales
Estos patrones son los más complejos de trabajar ya que carecen de ángulos precisos, ya sea de 45 o 30 grados, para obtener la disposición exacta de las piezas. Aparecen como patrones tridimensionales en el piso, que se pueden amplificar usando diferentes tonos en cada pieza.
Aunque son extremadamente duraderos y reutilizables, es importante que los pisos de madera natural reciban un tratamiento adecuado para permanecer hidratados e impermeables, como el uso de barnices y aceites. Además, es importante evitar exponer los pisos de madera a demasiada agua, ya que esto puede dañar las piezas.
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